Estudios y desequilibro emocional

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Acabaron las clases, al terminar de juntar mis cosas acomode mi mochila y revise mi teléfono, iba a ver a esta persona y después saldría corriendo para alcanzar mi transporte. 

Llegando a la cancha de fútbol vi a niños dejando sus mochilas y jugando en la cancha hasta que vengan a buscarles sus padres y en la otra mitad comenzaban a prepararse chicos que iban a entrenar. 

- Viniste - escuche a mis espaldas, me estiro suavemente un mechón de mi cabello y se cruzo a mi lado dejándome ver quien era -

- Leo - trate de volver para alcanzar mi transporte - 

- Espera - me tomo del brazo frenando mi andar -

- ¿Qué pasa? -

- El trabajo es para la próxima clase. ¿Hablaste con la profesora? - dijo con una sonrisa tranquila muy tranquilo de si mismo -

- Hoy en mi casa - respondí y acomodé mi mochila para irme y volvió a detenerme con su brazo -

- Yo te llevo, seguro ya es tarde para que alcances el transporte - volvió a sonreír y tomo mi mochila - La llevo por ti 

Simplemente asentí y lo seguí mientras caminaba delante mío, hasta que llegamos a su auto negro, me abrió la puerta para entrar y antes de que el entrara abrió la puerta de atrás para dejar las mochilas. Entro y se abrocho el cinturón seguidamente arrancó el auto y nos dirigimos a mi casa.

Llegando a mi casa Leo estacionó en frente de la casa, al bajarse me abrió la puerta y sus ojos marrones se encontraron con los míos.

- Puedes bajarte - dijo el y camino al asiento de atrás para agarrar los bolsos -

Cerré  mis ojos y contuve la respiración por un segundo, al bajarme cerré la puerta del auto caminando a la puerta de mi casa, busque en el bolso de mi saco las llaves, pero no estaba.

- ¿Buscas esto? -voltee y a mitad de camino la mano de Leo balanceaba mis llaves - Colgaban de tu cierre de la mochila - escuche su vos a mi izquierda cerca de mi oído, sentía su respiración y volvió el ritmo cardiaco acelerado -

- Gracias - agarre las laves y me apresure en abrir la puerta para mantenerme a distancia de el - Pasa, y saca tus libros, trabajaremos en la mesa de la cocina - respondí -

Cruzando la cocina salude abuela que estaba mirando la televisión, le conté de que en la cocina trabajaría con Leo y que no nos moleste mientras trabajamos. Le ayude a Leo con su trabajo de investigación de literatura.

- Que bueno que no tienes tarea de matemática. No soy buena para enseñar eso - respondí bajando la vos -

- Si veo que te va bien, tu calificación es buena - respondió mientras escribía - 

- Tengo quien me enseña con matemática,  química y física. Lo mío es mas teórico - dije mientras buscaba información en la computadora -

- Es sencillo el razonamiento - dijo el - 

- (Seguro ya tienes penado que estudiar, debe ser algo relacionado con contabilidad) - pensé mientras golpeaba mi lápiz contra el cuaderno - Bueno, encontré aquí unos autores poéticos así para investigar alguno - le mostré la computadora con los resultados -  

- Me habían pedido investigación de un autor poético y que debo aprenderme el poema a elección personal -

- ¿Te gustan los poemas? - 

- La verdad que nunca leí uno - respondió -

Mientras seguíamos con los trabajos atrasados de Leo, de paso también le ayude con las tareas de cuando el enfermo. Seguimos trabajando hasta que dio las 17:15 p.m.

- Bien, ya completamos la mayoría - me acomode amarre el cabello dejándome el flequillo - Voy a preparar un café - me levante de la mesa y del almacén, agarre una taza - ¿Qué te gustaría? - pregunte mientras seguía preparando el café -

Sin darme cuenta después de poner la leche a que calentara en el fuego podía ver a la izquierda una mano apoyada a la barra de la mesada y mis ojos se quedaron en blanco. 

- Tostadas, jugo o chocolatada - decía Leo tranquilamente - 

- Claro, ya veo - respondí sin voltear a verlo - Voy a buscar la tasa - dije esperando a que se apartara de mi -

- Aquí esta - me mostro una tasa en frente y la agarre -

- Gracias - 

La escena con Leo demasiado cerca por un momento me dejo sin aliento, afortunadamente cuando nos sentamos a merendar mi ritmo cardiaco se calmo. Lo único que me inquietaba era esta manera en que Leo se me acercaba y no me explicaba nada, lo único que se es que me desequilibra las emociones. 

- ¿No te preocupan los exámenes que se aproximan? - tome un sorbo de mi café -

- No mucho - dijo el mientras mordía su tostada - Seguro pasara volando, quédate tranquila - dijo con media sonrisa -

- Bueno espero que así sea  - respondí con media sonrisa -

Mientras seguíamos merendando después tomamos otra hora para terminar con las tareas. Nos llevo un tiempo pero después de un rato finalmente terminamos las tareas.

- Finalmente terminamos - dije con una sonrisa de alivio y masaje mis manos -

- Gracias por ayudarme Mia - dijo Leo con una sonrisa mostrando sus dientes y creí ver un brillo en sus ojos - 

Le ayude a Leo con sus cosas y mientras tanto guarde mis cosas llevándolas a la sala. Leo se acomodo la mochila y lo acompañe a la salida.

La Nerd y el PopularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora