Es parte de mi regalo para ti

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Nerviosa, así me sentía en estos momentos, a pesar de que ya había venido a casa de Leo, era muy diferente la situación a la de cuando hizo la fiesta, estaba con el pecho oprimido e intentaba no demostrarlo mientras me concentraba en la película que veíamos. Su brazo pasaba por detrás de mi cuello y su mano acariciaba mi mano derecha mientras que su otra mano descansaba en el apoyabrazos del sofá. 

En cuanto termino la película quise ir a buscar agua pero el brazo de Leo me agarro sentándome nuevamente, lo siguiente que paso fue que Leo me tomo con ambas manos mi rostros juntando nuestros labios en un beso al cual correspondí y rodee mis manos por su cuello mientras lo seguía besando.

- Me gusta este momento contigo. No sabes cuan enamorado estoy de ti - decía Leo entre susurros -

- Y yo. No sabia cuanto estaba enamorada de ti, hasta que me dijiste lo que sentía y repase lo que sentía por ti -

- Te amo, Mia -

- Te amo Leo -

Nos dimos otro beso y después me tomo de la mano, lentamente me guio hasta su habitación y me sentó en su cama.

- Hay algo que quiero darte, pero primero cierra los ojos - sonrió de lado -

 Asentí lentamente y cerré mis ojos. Extraños sonidos escuchaba, como de un cajón abrirse o unos libros apilándose. Después de unos minutos pararon los sonidos.

- Puedes abrirlos - al abrirlos Leo estaba con una cajita roja en las manos - 

- ¿Qué es? - tome la caja en mis manos -

- Es una parte de mi regalo para tu cumpleaños -

- ¿Parte? - pregunte -

- Lo sabrás en tu cumpleaños -

Lentamente abrí la cajita roja para ver lo que había, era una cadenita de plata con un dije de un circulo con una mariposita de planta que completaba el circulo. 

- Es hermoso - me quedé asombrada y voltee la vista a Leo que se había sentado a mi lado -

- Me alegra que te guste - dijo sonriendo, lentamente retiro el collar de la caja y con ambas manos paso el collar por mi cuello y lo cerró. Nuevamente sus ojos fueron a mi después al collar y después a mi - Te queda hermoso - dijo sonriendo -

- Me encanta - lo abracé y enterré mi cara en su cuello oliendo su fragancia -

Retrocedí mirándolo por unos segundos y su rostro se acercó a mi fundiendo nuestros labios en un tierno beso. Mis manos subieron a tocar su cabello y las suyas pasando por mi cintura nos dejábamos llevar por el beso hasta que mi espalda se tumbo contra la cama con Leo encima de mi, las manos solo paseaban de su cabello a su cuello su boca se separó y me implanto un beso en en el cuello. Abriendo mis ojos tomé conciencia de lo que pasaba y lo detuve por los hombros viendo su rostro.

Mi pecho subía y bajaba y mi corazón latía a mil, mis manos no se separaban de sus hombros y me lo quedé viendo tratando de buscar que decir. 

- Lo siento - dijo Leo - Me deje llevar por el momento, creo que me precipité... -

- ¡No, no! - lo interrumpí tan rápido que ni yo misma me lo podía creer - Es solo... - volteé la vista a la pared - Yo nunca... -

- Ya veo - dijo con una sonrisa tierna, se movió recostándose a mi lado - ¿Al menos podemos quedarnos así un rato? - me acercó lentamente a él -

- Si - respondí sonriendo, sentía vergüenza por un momento, pero Leo hizo que se disipara -

Simplemente nos acostamos en la cama abrazándonos, él acariciaba mi cabello y yo escuchaba sus latidos.

- Mia - Leo hablaba con una voz muy suave -

- ¿Hum? - levanté la vista para verlo -

-  Aunque vayamos poco a poco, es todo lo que necesito. No te apresures - me dijo mientras me rodeaba mas con sus brazos -

- Si, te diré cuando lo esté - respondí -

- Es una promesa - 

***

Estábamos saliendo de la casa, Leo dijo que me llevaría a comer en el shopping. Al llegar bajamos y caminamos hasta un café donde entramos y nos sentamos en una mesa para dos junto a la ventana, al llegar el mozo nos atendió dejándonos la carta de recomendación.

- ¿Te gusta lo dulce? - pregunté curiosa -

- Si, bueno un poco - respondió y solté una pequeña risa -

- Bueno, pediré un café con leche y un brownie - sonreí -

- Bien señorita, yo voy por un café negro con croissant - respondió sonriendo -

Me apoye mi mano en la mesa sujetando mi rostro y sonreí sin mostrar los dientes, después miré por la ventana y contemple la suave luz del sol que se ocultaba. Era una vista reconfortante.  Volví la mirada a Leo y sujeto mi otra mano mirándome.

- ¿Sabes cual es este lugar? -

- Si, es un café al que venía algunas veces - sonreí mirando el alrededor -

- Si pero...¿Sabes que estamos sentados exactamente donde te vi por primera vez? - inclino un poco la cabeza sonriendo -

Me quedé en blanco, vi hacía delante y atrás de mi. En este café solo hay tres mesas para dos junto a la ventana, pero como esa vez yo había entrado al café y me senté junto a la ventana, solo comenzaba a leer hasta que llegara mi orden, nunca pensé cual era la mesa en la que me senté ese día.

- Quería verte donde te vi por primera vez, esta es otra parte de mi regalo - sonrió dulcemente -

- ¿Cuántas partes son? - pregunte y no podía evitar sonreír -

- Lo sabrás - dijo el -

- Buenas tardes, aquí les traigo su orden - dijo el mozo trayéndonos la orden - Disfruten - dijo con una cálida sonrisa -

La Nerd y el PopularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora