Capítulo 4: The First Meet

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Era el tercer día desde que habían llegado a Cokeworth, Harry realmente estaba deseando haberse quedado con Figg. Dudley y Piers le habían saltado ya cinco veces, le dolía mucho y, como siempre, no podía hacer nada al respecto. No sólo eso, sino que no había comido nada en tres días, no desde que había tomado su pequeño trozo de chocolate. Todo empezaba a ser borroso, y su cuerpo se sentía como si se apagara. Los mareos eran cada vez más frecuentes. Vernon no había hecho acto de presencia ni había llamado por teléfono, y Petunia estaba de mal humor, y Harry volvió a pagar el precio por ello. No era más que un saco de boxeo para una familia que lo odiaba, y a la que le gustaba desquitarse con sus frustraciones.

-¿Petunia?- preguntó una voz, mientras se dirigían a la salida del hotel, Dudley y Piers querían chocolate, algo que el hotel no proporcionaba. Así que se dirigió a las tiendas para conseguirles algo que hiciera que su hijo dejara de lloriquear. Sólo Vernon podía controlar a su hijo y la mayoría de las veces Vernon cedía como ella.

Petunia se dio la vuelta y sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa, la reconoció, solo que era muy diferente a la última vez que la había visto. -¿Sarah?- preguntó Petunia boquiabierta, se había marchado a América recién salida del instituto, con dieciocho años. Sarah había sido su amiga durante el instituto. No hace falta decir que no esperaba encontrarse con ella precisamente aquí.

-Me alegro de verte de nuevo-, exclamó sonriendo felizmente a su antigua amiga del colegio. -¿Tus hijos?- preguntó señalando a los tres chicos que tenía a su lado.

-Oh no, sólo Dudley es mío-, dijo Petunia con orgullo, sonriendo mientras se agarraba a los hombros de sus obesos hijos. -Hay amigos suyos- no mencionó que Harry fuera su sobrino o que fuera de Lily. No iba a mencionar a su hermana, la detestaba más que nada, incluso a Harry.

-¿Te quedas aquí?- preguntó mirando su reloj.

-Sí, me quedo-, dijo sonriendo, no era una sonrisa que Dudley estuviera acostumbrado a ver, no, en realidad era genuina.

-¡Bueno, espero que podamos hablar un poco más!- dijo, era obvio que Petunia estaba ocupada.

-Ya podemos-, contestó Petunia de inmediato cualquier cosa para conseguir un poco de paz y tranquilidad de los niños. Abrió su bolso y sacó diez libras antes de entregárselas a su hijo. La tienda estaba en la esquina, no era necesario que los niños cruzaran siquiera la calle. Petunia les advirtió que se quedaran cerca y que no se alejaran demasiado.

-Sí, mamá-, dijo Dudley mirando las diez libras, con la cara casi partida en dos, podría comprar muchas cosas con esto. Piers daba saltos de alegría, le encantaba pasar tiempo con los Dursley. Eran mucho mejores que sus propios padres, que eran muy estrictos y no le dejaban hacer ni la mitad de lo que hacía Dudley.

-Vayan entonces-, dijo Petunia despidiéndolos, mientras se alejaba hacia Sarah, ansiosa de una buena conversación y un chisme. Se dirigieron al pub que había dentro del hotel y pidieron rápidamente las bebidas.

Harry retrocedió hacia la escalera, decidido a no dejarse ver. No podía soportar mucho más el maltrato de su primo, la chaqueta que le había regalado su tía había sido rasgada y rota, antes de que Dudley se la arrebatara y la arrojara a algún lugar. Eso había entristecido mucho a Harry, porque le había gustado mucho. Había estado tan abrigado con ella y tan cómodo que la echaría de menos.

Vagó por los pasillos, perdido en sus pensamientos, su mente repitiendo la escena de hace tres noches. Preguntándose una vez más, ¿qué le convertía en un bicho raro? ¿Por qué su tía decidió tratarlo así? ¿Por qué no podía ser más como la tía de la feria? Un suspiro roto salió de sus labios. ¿Habría sido también un bicho raro para sus padres? No le gustaba pensarlo. Tan sumido en sus pensamientos pasó por delante de una bandeja sentada en una puerta del hotel, que rompió su concentración, y miró hacia atrás, y sus ojos se abrieron de par en par con sorpresa y asombro.

THE VOW AND ITS CONSEQUENCES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora