Capítulo 13: A Start

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Severus esperó a que Harry respondiera, pero el niño de cinco años parecía incapaz de contestar. Se limitaba a sentarse en la cama graznando de miedo, ver esos ojos verdes, los de Lily, tan llenos de terror le ponía de los nervios. Empezaba a preguntarse si debería haber asumido ese papel. Le hacía sentir cosas que no le gustaba sentir, esos ojos siempre habían sido su mayor debilidad. No, no podía pensar así, le había fallado al niño una vez, no podía volver a hacerlo. Sabía que era el único que realmente podría criar a Harry como un niño normal. El pasado de Harry haría que la gente simpatizara demasiado con él, y lo malcriaría. No es que Harry no mereciera algunos mimos, pero no en la medida en que lo harían otros. Necesitaba estabilidad, sensatez y, sobre todo, amor. En cuanto al amor, sabía que podía amar al niño, lo difícil era demostrárselo. Tal como estaban las cosas, no tenía que preocuparse por eso todavía, ya que el niño odiaría que lo tocaran de cualquier manera.

-¿Flippy?- llamó Severus, esperando pacientemente a que el elfo doméstico apareciera ante él.

-¿Sí, amo Severus?- preguntó Flippy, absteniéndose de hacer una reverencia, ya que era obvio que no le gustaba. Sus grandes ojos encontraron al niño en la cama, parecía aterrorizado, sus ojos eran bastante grandes, ¿tal vez era él? Evidentemente el niño no se había encontrado antes con un elfo doméstico.

-Trae algo de comer, con leche. También tráeme uno de los frascos del laboratorio de Pociones-, dijo Severus. Menos mal que había preparado la poción, evidentemente Harry no se iba a calmar solo. Podía verlo desde el punto de vista del niño; después de todo, estaba en un lugar extraño con un hombre extraño. Una vez que el elfo se alejó, Severus tomó la silla de un lado de la habitación y se sentó al lado de la cama.
-Ese era Flippy, Harry-. le dijo Severus al niño, utilizando un tono de voz que rara vez usaba. Esperando que tranquilizara al niño, había funcionado de maravilla con Draco de pequeño. Sobre todo cuando estaba muy inquieto, y lloraba. -Es un elfo doméstico-, absteniéndose de hablar de magia por ahora. Al menos hasta que se consumiera la poción calmante. Quiso estremecerse al ver el miedo que aún había en esos ojos. Sin embargo, se armó de valor, recordándose a sí mismo que un día ese miedo ya no estaría allí. Que en algún momento del futuro Harry sería feliz. Con suerte.

Apareció de nuevo en la habitación, una bandeja llena de comida y bebida fue colocada en la mesita de noche. No se quedó, sabiendo que su Amo volvería a llamar si lo necesitaba. Iba a ser estupendo tener de nuevo a un joven amo en la casa. El último bebé había sido Eileen Prince, y hacía tiempo que se había ido.

-¿Harry?- dijo Severus, llamando la atención del niño, -Bebe esto por mí- entregándole el frasco ahora abierto, no dudaba que el niño haría exactamente lo que se le dijera. Abuso tan severo, Harry probablemente estaba aterrorizado de dar un paso fuera de la línea. Esperó pacientemente, con la mano extendida para que el niño se armara de valor y lo tomara. Mantuvo su rostro impasible, y fue recompensado con la mano temblorosa del niño para tomarla.

Todo lo que Harry sabía eran órdenes, su mente se preguntaba automáticamente qué pasaría si lo bebía. ¿Qué era? ¿A qué sabría? Y lo que es más importante, ¿qué le pasaría si no lo cogía y se lo bebía? No se planteó ninguno de esos pensamientos, como haría un niño normal. En su lugar, alargó la mano para cogerlo, sorprendido de que el hombre no lo hubiera agarrado y forzado. Su tío ya le habría hecho daño, dándose cuenta de que estaba tentando a la suerte con el desconocido se lo bebió. Tenía un sabor horrible, como esos calcetines sucios que Dudley le había metido en la boca un día cuando le estaba dando una paliza. Entonces, de repente, todo su miedo, preocupación, terror, incertidumbre y confusión parecieron desvanecerse. Se sintió tranquilo, ¿en paz tal vez? No lo sabía porque esos sentimientos le eran ajenos. Era como estar de nuevo en su armario, a salvo de todos los que le deseaban el mal.

THE VOW AND ITS CONSEQUENCES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora