Severus guió a Harry hasta Gringotts; era evidente que Harry estaba aterrorizado. Su cuerpo temblaba; había echado un vistazo a los duendes y casi se había meado encima. Una vez que estuvieron fuera de la vista del público, se agachó junto al aterrorizado niño, preguntándose una vez más si Harry sería alguna vez un niño normal y feliz. Sus ojos verdes eran más grandes de lo que Severus había visto hasta entonces, y eso hizo que su corazón se apretara en agonía, esos ojos verdes iban a ser su muerte, estaba seguro de ello. Pudo ver el aspecto real de Harry, pero para el público, era pelirrojo, tenía los ojos verdes y parecía tener tres años, no cinco. Él en cambio parecía de veinte, pelo rubio, su ojo normal y como siempre alto pero no tan intimidante con ese disfraz. Los duendes por supuesto podían ver a través del disfraz así que una vez que estuvo en privado se los quitó.
-Tranquilo pequeño, no te harán daño-, dijo Severus, -De hecho están aquí para ayudarte-.
Harry se quedó mirando a Severus como si hubiera perdido la cabeza, parecía que se lo querían comer. No podía creer que sintiera tanto miedo, odiaba el hecho de mostrar su miedo. En casa de los Dursley era capaz de controlarlo, pero su vida había dado un vuelco. Había pasado de ser un armario a un hermoso y gran dormitorio con alguien a quien parece importarle. Había derribado todas sus defensas, y por mucho que lo intentara era incapaz de volver a levantarlas.
-Harry te prometo que no te vas a hacer daño, nadie te volverá a pegar-, dijo Severus con sinceridad. Podía ver que Harry aún dudaba de él; lamentablemente, Harry tendría que llegar a confiar en él por sí mismo. Ningún tipo de fuerza o palabra ayudaría a la situación, pero un día, tal vez un día tendría la plena confianza de Harry.
Harry se limitó a asentir, haciendo lo que se esperaba de él, sabiendo que era mejor que ser herido por estar en desacuerdo. Su tío se lo había inculcado desde que tenía uso de razón.
-Vamos-, dijo Severus volviendo a tomar la mano de Harry y conduciéndolo al despacho, exactamente a la hora que se les esperaba. Colocando a Harry en el asiento, sabiendo a estas alturas que siempre intentaba sentarse en el suelo. Luego tomó su propio asiento, mirando impasible a los dos duendes de la sala. Uno de ellos era un curandero, había decidido que ningún sanador supiera que Harry estaba aquí, incluso el que había curado originalmente a Harry, pero tenía sus resultados con él.
-Justo a tiempo, señor Prince Snape, supongo que querrá ir al grano- preguntó Quinti lanzando una mirada curiosa al niño, que parecía francamente asustado por ellos. Dada la información de Snape comprendió que probablemente era la primera vez que los veía. No era su primer encuentro con el heredero Potter, su madre lo había traído a los pocos días de haber nacido, cambiando su testamento.
-Aquí están los resultados del primer escáner, es cuando detectamos por primera vez la... anormalidad- dijo Severus, diciendo anormalidad con el más mínimo susurro. No quería que Harry pensara que él era la anormalidad, sobre todo con las palabras que Petunia le había espetado. Sin duda Harry no desconocía esa palabra y muchas otras. Los duendes no tenían problema en escucharlo.
-Yo me encargo-, dijo el sanador Griek tomando los resultados. Inmediatamente lo abrió y comenzó a leer el contenido. Griek miró a Harry con asombro antes de volver a leer; apenas podía creer que el muchacho hubiera sobrevivido a todo lo que le había sucedido. Su larga y desgarbada mano marrón apretó el papel antes de añadir. -Puede que tenga que hacer un ritual para averiguar qué es esto-.
-Lo sospechaba-, dijo Severus admitiendo. -Supongo que cualquier poción interferiría-.
-Lo haría-, dijo Griek. -Afortunadamente es indolora y el señor Potter-Snape no sentiría nada-.
-Ese no es el problema, como puedes ver no está acostumbrado al mundo mágico- dijo Severus. -Está francamente aterrorizado de sobra sin que se realice un ritual-.
ESTÁS LEYENDO
THE VOW AND ITS CONSEQUENCES
FanfictionDudley Dursley exige ir a la feria, que resulta ser en Cokeworth, donde Petunia y Lily crecieron. También es el lugar de residencia donde vive nuestro murciélago de mazmorra favorito. Van durante las vacaciones de verano ... no hace falta decir que...