Capítulo 38: Change of date

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-El juicio de Dumbledore es hoy-, comentó Lucius en el mismo instante en que salió de la chimenea de Prince Hall; Severus estaba entrando literalmente en la habitación. A juzgar por los guantes de piel de dragón, había estado preparando pociones mientras Harry estaba en sus clases. Remus seguía "ayudando" a Minerva, para que Harry pudiera acostumbrarse a Remus antes de que Minerva volviera a Hogwarts cuando los alumnos regresaran. Ella ya no podría enseñarle, y teniendo en cuenta lo apegado que estaba Harry a su madrina, no sería fácil para el niño, que obviamente estaba desesperado por el amor y la rutina. En todo caso, había sido la rutina la que había aliviado considerablemente las preocupaciones de Harry.

-No debía ser hasta dentro de tres semanas-, recalcó Severus, frunciendo el ceño confundido, -¿Qué ha pasado?-.

-Sé lo tenso que has estado, así que le di algunos galeones a las personas apropiadas y conseguí cambiar las fechas. La que está en su lugar es sólo una falta, de todos modos, así que estuvieron bastante contentos de cambiarla-. dijo Lucius con suavidad, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Severus podría intentar negarlo, pero cuanto más tiempo estuviera Dumbledore caminando entre ellos, más arriesgado sería. En efecto, se creía que Harry estaba muerto para el mundo, no sólo por el hecho de que ciertamente lo parecía con los rumores, sino que su firma mágica se había extinguido cuando fue adoptado, por lo que para los idiotas del ministerio significaba que había desaparecido.

Nadie más que sus allegados sabría que Harrison "Harry" Snape era en realidad (o había sido alguna vez) Harry Potter. Incluso el propio Harry desconocía su verdadero apellido, y así seguiría siendo, tenían que mantenerlo a salvo y decirle algo así y esperar que lo mantuviera en secreto era demasiado para un niño de cinco años.

-Gracias, Lucius-, respondió Severus, relajando inconscientemente los hombros dando por buena la teoría de Lucius. -¿A qué hora empieza?-.

-A las dos-, respondió Lucius, -no estoy seguro de que vayas a venir, sé que le dijiste que estabas en Suiza, así que quizá sea mejor que no estés-.

-En realidad sí quiero estar allí-, respondió Severus, suspirando suavemente, mientras le hacía un gesto silencioso a Lucius para que se sentara mientras él mismo tomaba uno. -La verdad es que no había pensado en cómo quedaría, pero seguro que no puede ser tan sospechoso, simplemente se puede afirmar que consigo el Diario Británico allí, y obviamente volvería para algo tan importante como esto. Sólo hay una cosa que me impide decidirme-.

-Te dije que eras lo mejor para él-, dijo Lucius con suficiencia, sabiendo ya de qué estaba hablando. -Lo pones a él primero antes que nada, eres un gran padre Severus- su mueca de suficiencia se aligeró a una pequeña sonrisa al ver el pálido rubor rojo que Severus soportaba en ese momento... pero valoraba su propia vida lo suficiente como para no comentarlo. -Harry por supuesto, está de acuerdo conmigo-.

-Por supuesto que sí-, contestó Severus ganando el control de sí mismo, -Él le diría eso a cualquiera que lo cuidara como siempre debió ser-.

-¿Cuándo terminan sus lecciones?- preguntó Lucius, ¿había avanzado el tiempo de las lecciones ahora que Harry estaba cómodo? Nunca se le había ocurrido preguntarlo.

-Tres, tiene tres horas de clases en este momento, es suficiente, está tan desesperado por la aprobación que lo está haciendo muy bien-. Severus suspiró, pero iba a alentar eso lo más posible. Quería que a Harry le fuera muy bien cuando llegara el momento de asistir a Hogwarts. Eso si Dumbledore no estaba allí. No iba a arriesgar a Harry en absoluto, mientras que nadie más pensaría mucho en que "el imbécil grasiento" tuviera un hijo del que no habían oído hablar, Dumbledore indagaría más y muy posiblemente descubriría la verdad. Esperaba que a medida que Harry creciera se pareciera más a sí mismo e incluso a Lily, si tenía demasiado de James Potter corría el riesgo de que incluso el público lo descubriera. Los hijos siempre acababan pareciéndose a su padre, por alguna razón era así, y creían que tenía algo que ver con la magia. Draco era el doble de Lucius, al igual que Lucius era el doble de Abraxas y así sucesivamente, aunque a Lucius ciertamente no le gustaría escuchar eso. Lucius no pensaba mucho en su padre desde hacía mucho tiempo. -Creo que Minerva también desea estar allí-. No podían ir todos, eso era evidente.

THE VOW AND ITS CONSEQUENCES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora