Encontrarte Otra Vez ||R u s m e x||

Capítulo 1

🦅

~•México•~

Por los dioses, sólo el Sol sabe cuan enfadado estoy.

Me elevo lo más que puedo para ver bien al cabron que vino a desordenar mi orden.

Y ahí esta, justo en medio de las montañas viendo al cielo.

En mis pocos años luz de vida lo había visto, pero eso no importaba, aquí iba a correr sangre y no sería la mía.

Volé a su dirección decidido, cuando estuve lo suficientemente cerca aterrice detrás de él.

El wey ni se inmutó, seguia viendo a la nada como si su verdugo no estuviera acechandolo.

Osea yo.

Agarré aire y hablé.

- ¡Hey tu! - exclamé dando dos pasos adelante - Tenemos que hablar - me crucé de brazos.

Volteó asustado viendo a todas partes, hasta que me noto detrás de su hombro. Hizo una mueca de confusión girandose a mi y señalandome.

- ¿Tu? -

- Si, yo... Yo me estoy comunicando contigo -

- ¿No puedes hablar? - pregunta.

Meneo la cabeza en señal de negación.

- No como tal pero si puedes escucharme desde tu cabeza... ¿Verdad?

El asiente sin decir nada.

- Así que tenemos que hablar - levanto mi menton para que entienda que yo mando.

- No lo creo - volvió a ver a la nada y dándome la espalda de nuevo.

Gotas de lluvia comenzaron a caer y una fuerte helada se sintió en el ambiente haciendo que me estremeciera.

Le valió madres, literal.

- Oye pendejo no me ignores, tenemos un asunto que arreglar tu y yo- avancé mas haciendo que mis pasos resonaran - de Dios a Dios wey.

Un bufido de su boca salió al mismo tiempo que desprendió vapor de su nariz como si fuera un toro. Dio un paso girando hacia mí, quedando de frente a frente, me escaneo de pies a cabeza levantando la ceja con indiferencia.

- Ni siquiera te conozco - soltó - Si tienes ganas de pelear estas tratando con el ser equivocado. - me miró a los ojos tratando de intimidarme pero se le mantuve la mirada con la frente en alto.

Ahora que me doy cuenta es como dos cabezas más alto que yo, su mirada era fría y sin expresiones, ojos azules cristalinos, juro que podía verme a través de ellos como un espejo. Cabello blanco al igual que su piel.

Le hace falta colorante y un buen baño de sol.

- Mira, seré directo, lo que pasa es que es primavera, ¿entiendes? En primavera hay color, sol, flores y así... Pero luego tu llegas y haces tus cosas oscuras, no es temporada, quizás te equivocaste de hemisferio - expliqué.

Sonrió ladino mostrando un poco sus colmillos para luego poner su cara de mierda.

- ¿Y eso que? - preguntó.

Apreté mi mandíbula, respiré profundo tratando de mantener la calma, por que soy un ser pacífico y así.

- Creo que te equivocaste, no deberías estar aquí, interfieres con mi trabajo -

Me barrió con la mirada y me dio la espalda continuando con la tormenta que se llevaba a cabo soltando otro rayo.

- Tus necesidades no son problema mío -