Encontrarte Otra Vez ||R u s m e x||

Capítulo 5

La solución
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A la mañana siguiente del alba, de nueva cuenta, México se elevó al templo, pero nada había cambiado.

El cambio en el Oráculo seguía igual.

Y como se esperaba del mexicano, de nuevo aporreo sus pies en el suelo frente al gran artefacto, reprimiendo su berrinche.

Se relajó poco a poco, estaba muy frustrado, pero vamos, solo habían pasado dos pares de días, debía conservar la calma. Luego se sintió muy estúpido, debería de dejar de ser tan infantil, no puedes tenerlo todo en esta vida y él se había comportado muy ridículamente.

- Gracias al Sol nadie vio mi show – pensó.

O bueno eso creía, puesto que, a la lejanía, en uno de los rincones del templo, un bello hombre fornido de cabello blanco, vió toda la escena tratando de aguantar las ganas de caer en carcajadas y burlarse del más pequeño.

Sin embargo, eso también sería inmaduro e infantil de su parte, el no es como el pequeño terco, se decía así mismo.

Y así pasaban los días, México visitaba siempre el templo con la viva esperanza de que algo cambiara, pero la respuesta era obvia.

Todo seguía igual.

¿Cuál era la obsesión de México por el que el Oráculo de alguna manera divina cambiara?

Se preguntaba el ruso cada vez que observaba al mexicano hacer berrinche mientras este pensaba que nadie lo veía.

Lo que mas le causaba gracia era ver como intentaba relajarse así mismo, ya que, México hacia movimientos extraños con sus manos, como si estuviera explicando algo, pero solo estaba el solo.

- "Eres un completo circo México" – opinaba Rusia.

Rusia siempre lo observaba desde lejos, escondido en un rincón, el dialogo y conflicto mental que tenía México, le parecía bastante gracioso, era su entretenimiento favorito.

Hasta le dejó de parecer menos irritante, pero solo un poco, le parecía muy adorable el comportamiento del más bajo.

Pero todavía guardaba cierto resentimiento, no le agradaba del todo, aun se le hacia indiferente. Solo lo veía para reírse un rato, no es como si le gustara, claro que no, ellos son rivales.

- ¡No puede ser! PUTA MADRE ME LLEVA EL INFRAMUNDO -se quejaba México con sus amigos.

- Mex, te dije que fueras mas seguido, no que te obsesionaras y acudieras al templo todos los días – Canadá intentaba hacer que México entrara en razón – Así solo te estresaras mas y te agobiaras tu solo –

Mex, comenzó a dar saltitos enojado con el ceño fruncido.

A Canadá y a USA miraban enternecidos como se enojaba su querido amigo, pero no decían nada ya que ahora si el mexicano se enojaría y desataría toda su furia contra ellos, y enserió no querían ser comidos por él.

- Mañana no acudas México, tómate el día -

Después de la charla emocional que sus amigos sereines le dieron a nuestro pequeño dios de la fertilidad, este se refugio en una de las cordilleras centrales, donde podía ver a la luna con mejor claridad.

Luna llena.

México, con la compañía de su arpa, tocaba una hermosa melodía, su talento al tocar el arpa era sensacional, una de los mejores shows musicales que se pudiera presenciar.