Capítulo 2

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Arcoiris
~•••~

El joven dios se alejó del hemisferio norte desganado y de mal humor.

Todos dirían que eso era malo, un dios enojado no es buena señal, pero el parecía más un pequeño y tierno pajarito bebé chiqueado, y que revolotea todo desnivelado por los aires.

Descendió en uno de los grandes montes del sur para observar a la lejanía la tormenta del norte.

- ¿México? - una bella paloma se posó a lado del mexicano para después convertirse en un delicado joven de cabello castaño hasta los hombros
- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el hemisferio norte? Donde de hecho hace una fuerte tormenta, parece que los rayos destruirán el suelo -

- Ni me digas nada Perú - México se cubrió el rostro con ambas manos - Se supone que era mi día -

Perú, Dios del cultivo, y al igual que México es  hijo de España el dios del mar, e Inca, una mujer anefa, una mujer fantástica protectora de los bosques, por lo que, Perú no es un dios descendiente pero sí elemental. Sus deberes se distribuyen durante toda una vuelta al sol, puesto que le tiene que dar cuidado a todo fruto y vegetal de diferente temporada.

Perú tomó asiento a lado de México para oír su historia.

- Hazlo, comunicate -

México suspiró y miró al frente observando como la tormenta seguía llevándose acabo.

- Es que... ¡Ahhh que rabia! - gruñó internamente - Estaba todo bien, yo hacía mis cosas contento y así, cuando de la nada todo se hace negro y los relámpagos resuenan, me eleve al cielo para ver lo que sucedía exactamente cuando veo a un ser todo imponente que resulto ser un dios... - relataba México.

- El dios de la Tormenta y cielos - agrega Perú.

- Si... espera - El mexicano se gira a su acompañante rápidamente - ¿lo conoces? -

- No literalmente, solo he escuchado de el por Estados Unidos, es un dios descendiente, hijo del Dios de la guerra e ira, su padre se comió a su madre al engendrarlo - menciona.

- Ah con razón, bueno no importa, el punto es que tuvimos una discusión fuerte que paso a un duelo y casi me lo como, si no hubiera sido por Pangea... -

- ¿TE LO IBAS A COMER? - interrumpe algo exaltado el peruano.

- Pues sí, sé que no es lo más ético del universo, pero la situación lo ameritaba. Además, no hubiera cambiado nada, solo absorbería su poder y listo, ese no es el punto -

- Te ignoró... ¿verdad? -

México asiente, pues ya que una de las tantas cosas que le molestan es que lo ignoren y sobre todo por la condición que tiene.

- México, si te lo hubieras comido sería como declararle la guerra a su padre, que encima es dios de la guerra y guerra con guerra no terminaría muy bien - Explica Perú.

El joven dios se detiene a pensar lo que dijo su medio hermano y se da una cachetada mental porque casi la caga.

- Por los cráteres de la luna, casi causo un desorden - se estira los cachetes frustrado.

- No sé qué paso la última vez que un dios comió a otro, pero dicen que no fue nada lindo -

- No ya, cállate... el punto es que llegó Pangea y nos detuvo, le comenté mi disgusto, pero cuando el otro habló mencionó que el Oráculo así lo indicaba y ya sabes lo que dicen, el Oráculo nunca se equivoca -

Encontrarte Otra Vez ||R u s m e x||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora