DÍA 23: PELEANDO

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Parte 1/2

--¿Por qué Odasaku...?-- Dijo en castaño arrastrando las palabras y acostado en la barra del bar.

--No debiste hacerlo... Ese era uno caro.-- Odasaku miraba lo que el castaño traia con el en una bolsa cuando llego al bar casi llorando, al parecer eran vidrios, y no cualquier vidrio, a este se le notaban figuras marmoleadas y un bonito color. Solo podia ser una cosa. El vino nuevo de Chuya.

--Pero... es que el... y yo... ¡CHIBI!-- El castaño no hacia más que beber y lamentarse por su novio, habia hecho algo horrible y ahora estaba pagando con su sufrir, aún le dolia la espalda por la tremenda patada que le dio Chuya al sacarlo del departamento y ahora estaba borracho, en el bar junto con Odasaku. --Yo... Juro que no queria... pero es que... ¡Chibi!

--Si, ya. Los accidentes pasan, ya deja esto.-- Dijo Ango a su lado quitandole el baso lentamente, pero Dazai fue mas rapido y lo apriciono en sus manos de nuevo.

--¡No, Ango!¡Quiero olvidar!... Ahora si tengo razon para morir...-- El cantinero habia entrado con una botella de wisky nueva entregandosela al castaño, la destapo y sin miramientos se la empiño tomandola como si fuera agua.

--No exageres Dazai...-- Ango le quito la botella de la boca y la puso a su lado pero del otro extremo. --No debes beber tanto, aun eres joven y te hara mal ¿Verdad, Oda...? ¡Odasaku!-- El pelinegro veia como el pelirrojo le daba su bebida a Dazai y este lloraba en su hombro.

--Es imposible razonar con personas en ese estado, Ango. Solo demosle por su lado.-- Como siempre, Odasaku estaba serio pero se notaba un poco de preocupación por el chico en sus ojos.

--Y a todo esto, ¿Qué paso?¿Por que Dazai esta así?-- Era la conversación del pelinegro y el pelirrojo mientras el castaño salia rapidamente afuera por nauseas.

--Le quebro una botella a Nakahara. Pelearon y lo sacaron del departamento a patadas, literalmente.-- Dijo mientras le mostraba la bolsa con los vidrios rotos.

--Y era de los costosos...-- Dijo Ango viendo los grabados del vidrio.

Mientras tanto, el castaño afuera ya no pensaba con claridad, estaba dispuesto a compensar como fuera a Chuya, después de todo, lo que hizo fue intencionalmente y ahora sentia culpa por el vino que le daba celos. Pero entro de nuevo al bar y solo tomo los pedasos de vidrio que miraba Ango con extrañesa y se fue. Camino por la calle sin rumbo alguno mirando cada tienda de licor que se le crusaba y ninguna tenia ese vidrio morado que era motivo de sus celos y ademas habia arruinado.

No podia quitarse de la cabeza la cara de molestia, horror y hasta desepcion de su chibi al ver el liquido derramarse por el piso de su departamento... Y todo comenso por un malentendido...

◇◇◇

C

huya habia estado muy raro desde ya algunos días, salia de noche y desaparecia en el día, casi siempre que tenia tiempo libre no despegaba la mirada de sus celular y a veses mandaba mensajes. Ignoraba a Dazai constantemente y nisiquiera se enojaba con el, y el castaño nesesitaba ver la mirada de falso enojo de su Chibi o lo desconoceria. Su paranoia llego al ver cuando el pelirrojo miraba su celular con una sonrisa.

Esa tarde el castaño se decidio a ablar con el de una vez por todas con el pelirrojo al notar unas marcas rojas que tenia en el cuello.

--Voy a salir... vuelvo al rato.-- El pelirrojo estaba por salir cuando el castaño le alcanso y lo jalo del brazo bruscamente. La ira lo consumio como a un serillo cuando vio esas marcas.
--¡Oye bastardo¡ ¿Qué te pasa?-- El pelirrojo miro a Dazai con extrañesa por tan brusco agarre y tratando de safarse pero el castaño aplicaba demasiada fuerza.

--¿Qué... son... esas... marcas?-- El castaño tenia una mirada siniestra y ese brillo carmesi en los ojos. El pelirrojo se toco el cuello y se sorprendio.

--Yo... bueno.-- Chuya se sorprendio al ver como Dazai le interrumpia al fruncia el seño y lo llebaba hasta el cuarto principal el departamento con una fuerza que ni el mismo castaño sabia que tenia.

--¡¿No sabes?!¡¿Y que es esto?!-- El castaño le arranco la gargantilla y lo jaloneo hasta mostratle las marcas rojas frente al espejo.

--¡Sueltame!¡Que ni se te ocurra volverme a tratar asi por que juro que te mato!-- El pelirrojo se solto del agarre de Dazai y le tomo del cuello de la camisa.

--No cambies de tema... Tu me engañas con alguien más ¿No es asi?-- El castaño le sujeto de las muñecas y fue apretando hasta que Chuya solto un pequeño quejido. Aunque se veia tranquilo estaba furioso y el enojo lo sego --¿Ya te acostaste con él?

Chuya hizo una cara extraña y el castaño saco una caja de madera de cedro de debajo de la cama y saco lo que tenia en su interior, un vino que tenia una botella moldeada y vidrio de color morado, cerrada y nueva.

--Me sorprende que te hayas vendido por esto, Chuya.-- Y entonces el castaño estrello la botella contra el suelo.

Los pedasos de vidrio y todo lo demas al rededor del castaño comenso a levitar junto con el silencio sepulcral de Chuya.

--Llegaste al limite, Dazai...-- Esa frase fue como un despertar para el castaño por que en cuanto vio los vidrios voltearse a su dirección corrio a la puerta de entrada.  Sin armas y con Chuya enojado de verdad no habia salvación ni para su alma.

El pelirrojo le alcanso y le miro con furia, rojo del enojo  y la mirada cristalizada. Le propino unas cuantas patadas en el cuerpo para finalmente sacarlo del departamento y dejarle bien en claro que creyera lo que quisiera pero que ya no tenian futuro como novios.

El castaño resignado y triste se fue al edificio central de la mafia, dormiria en su oficina porque no pensaba ir a un hotel varato. Al cabo de un tiempo se encontraba mirando las luces de la ciudad y pensando con más claridad lo que le habi dicho a Chuya, y era totalmente conciente de que habia lastimado a su Chibi y estaba experimentando las sensación más horrible que jamas sintio: Culpa.

Escucho las puertas ser tocadas y dio el permiso a pasar. Un hombre de Kouyou hacia presencia en la sala con un mensaje de su jefa.

--La señora Ozaki se lamenta no haber podido llegar el día de hoy pero ha tenido complicaciones con la misión.-- Dijo el hombre y el castaño hizo un ademan para que siguiera, ni siquiera queria hablar.
--Pregunta si el joven Nakahara recibio su regalo de cumpleaños y quiere saber como la habia pasado.-- Dazai abrio los ojos sorprendido y lo recordo entonces. Kouyou estaba de viaje. Chuya hoy cumplia años. "Te escribiré diario" "Mocoso, asegurate de ver que mi Chuya reciba su regalo, ¿Me oyes?" recordo las palabras de la ejecutiva. Sintio el mismo picason molesto de esa mañana, una picadura de mosquito, es como lo que se miraba en el blanco cuello de Chuya esa tarde.

--¿Cumpleaños?-- El hombre asintio y el castaño salio corriendo.

"¿Qué he hecho?", se preguntaba el castaño sintiendose mas culpable. Se dirijia a su departamento y al llegar Chuya no estaba y los vidrios estaban regados por el piso. Los recojio todos y los puso en una bosa y se fue apresurado. Después de mucho tiempo se sentia cobarde, debil, derrotado y avergonzado. No sabia como veria a la cara a su chibi, es mas, no sabia si lo volveria a ver. Y desde las 8 de la noche estaba bebiendo en su bar favorito esperando a Oda y Ango para desahogarse y sentirse menos culpable.

Continuará...

Publicado: 23/08/2021

30 DÍAS SOUKOKU (OTP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora