DÍA 20: BAILANDO

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Pocas veses habia hecho algo tan vergonzozo como eso... Y lo peor era que no sabia por que lo estaba haciendo esto ahora...

"¡Chuya Nakahara no iba a aceptar una humillación tan grande ni aunque fuera el mismisimo jefe Mori Ougai el que se lo estuviera ordenando!"- Ese era el pensamiento del pelirrojo al ver el imforme de la misión a la que lo estaban enviando.

Retrosedamos una hora en el tiempo...

Una reunión de suma importancia era llevada a cabo en el salón del jefe de la mafia junto con todos los lideres de esta misma. Un problema de grandes perdidas para la mafia habia estado aquejando a la organización y por más veses que los reprimieran y erradicaran volvian como si no ubiera pasado nada, las mismás personas, los mismos propocitos, el mismo lugar pero diferentes tacticas, cada vez era diferente y por ello no sabian como eliminar por completo ese problema.

-¡Ya lo hemos intentado todo, y nada parece quitarlos del camino!... Lo más probable es que sea un usuario de poder la persona que este detras de todo esto...- Exaltado exclamaba Tachihara estampando la carpeta con los informes en la mesa.

-Te pido que te calmes, estamos en una reunión seria no en un bar.- El jefe estaba igual de molesto e irritado pero mantenia la calma lo más que se podia.

-Sabemos que es una persona inteligente, ya que ha logrado burlar todas las trampas que le hemos puesto, pero extremadamente codiciosa. Vende de todo y su base esta en Tsurumi y nos esta generando grandes perdidas. Sabemos de uno de mis informantes que el sospechoso detras de todo esto estará en uno de nuestros casinos cerca de aqui. Así que cuento con ustedes para llevar a cabo el siguiente plan.- Todos se quedarón en silencio y asintieron a las instrucciones del jefe.

Retomando tiempo presente... El palan de Mori era enviar a todos los jefes a capturar al sospechoso con camuflajes; el trabajo de los hombres era ir como socios de una empresa que iban a despilfarrar, beber y divertirse al casino con "compañia" y ese era el trabajo de las mujeres... sin embango, teniendo en cuenta las personalidades de los supuestos socios, Ozaki, Gin y Higuchi no eran suficientes para todos, ya estaban emparejados, pero Chuya se quedó solo, y en un arrebate de "sentido del humor" del jefe se le ocurrio mandar a Chuya con kimono y maquillaje haciendose pasar por otra chica del brazo de Horotsu... por lo menos el no se burlaria tanto de su situación.

Al llegar la noche, todos estaban listos y dentro del casino, preparados para detener al enemigo cuando lo inevitable sucedio...

Visualicemos esto: Hirotsu, Ozaki, Chuya, Akutagawa y Higuchi en una mesa de apuestas, con bebidas y fichas de alto valor, jugando a las cartas. Siguiente ronda; algunas sillas se desocuparón y llegarón nuevos jugadores, lo que nadie esperaba era quienes fueran dichos jugadores...

Dazai y Atsushi se sentarón al otro lado de la mesa, el albino un poco timido y el castaño con la confianza de siempre. Hirotsu serio ya se lo esperaba y saludaba con un pequeño movimiento en la cabeza mientras Osaki lo imitaba, Akutagawa casi escupe el wisky al ver a sus personas favoritas sentados frente a él y Higuchi le quitaba el baso, pero el más consternado y shokeado era, por supuesto, Chuya ¿Cómo era posible que viera a ese engendro de lucifer hasta en el ramen? Ya no pudiendo más, el pelirrojo se levanto y con una mirada contundente se fue al salón de eventos, donde habia una fiesta de gala donde pudo clamuflarse bien y buscaba con prisa al sospechoso.

Pero en eso, la clasica cansión de vals comenso a sonar y algunos hombres invitaban a la pista a sus mujeres, y como era de esperarse se alejó de todo tipo de personas. Lo que no esperó era que una persona lo tomará de la muñeca y lo atrajera a su cuerpo, estaba a nada de darle una patada en la entrepierna a quien se haya atrvido a tener tal acercamiento cuando de repente escucho esa frase que desde la misión con Dostoievsky escuchaba todas las mañanas.

-Chibi es lindo.- Otra vez esa voz suave y dulce que lo hacia sonrojar le hablaba al iodo. De la misma persona de todas las mañanas.

-Estoy trabajando, Dazai.- El pelirrojo trataba de soltarse y su plan era seguir buscando al sospechoso. Pero sabia que era imposible.

-¿Soukoku una vez más? Quiero llegar a casa pronto, Chibi.- El pastaño lo separó de el y tomo con una mano su sintira y con la otra la mano contraria.

-Es traición ayudar al enemigo.- Trató de excusarse con un sonrojo en las mejillas, no sabia bailar del tpdp bien.

-Odazaku dijo que peleara por lo que esta bien y lo correcto, las personas involucradas estan en peligro y mueren. ¿A caso no es lo que menos quieren en la mafia?. No es traición, Chibi, es "colaboración".- Su tono risueño una vez más lo convencia de lo imposible.

Dazai comenzo a moverse gracilmente guiando al pelirrojo en el baile y aunque no lo hacia muy bien, se sentian estar en las nubes, sin nada al alrededor, sin misiones, sin bueno o malo, sin detectives o mafia, sin un bando a elegir... sin nada que se interpusiera entre ellos.

Una melodia armoniosa y bella los acompañaba en su pequeña ensoñación, haciendo que ambos se dejarán llevar por el pacifico ambiente creado a partir de una pieza musical. Sus reapiraciones se calmaban y eran casi imperseptibles, sus ojos brillaban por el otro, y sus pensamienros se enfocaban en ellos y en nadie más. Ambos se convencian cada vez más de que su amor por el otro era genuino y que por fin habian encontrado un poco de felicidad en sus vidas manchadas de negro.

Al terminar la pieza ambos sintieron como su pequeño mundo se difuminaba con las luces del salón y ambos bajaban la mirada un poco avergonzados por esa sonrisa idiota que hace unos momentos se dedicaban uno al otro, y en un intento por deshacer esa verguenza que sentian voltearón al bullicio que se escuchaba al otro lado y lograrón ver a lo lejos al hombre sentado en una mesa con varias mujeres y ebrio por tanta bebida.

-Acabemos de una vez con esto, Chi... Compañero.- Decia el castaño decidido tomando en un suave agarre la mano de Chuya. -Juntos...

En un firme y seguro agarre de las manos ambos se dirigierón a la mesa bulliciosa y comensarón con la infiltración reviviendo viejos tiempos como ambos de la port mafia.

Publicado: 20/08/2021

30 DÍAS SOUKOKU (OTP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora