DÍA 25: MIRANDOSE A LOS OJOS

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La tarde era hermosa desde la vista de ambos. Acababa de llover y salido el sol después, todo olia a tierra mojada y el fresco del aire era reconfortante al caminar por el parque serca de la costa.

-Y no viste su cara...¡Era como si quisiese estornudar!.- Dijo el pelirrojo contando una anecdota graciosa sobre el enfado de Osaki hacia Dazai.

-Tiene esa cara siempre que hablo... Ahora que sabe que sere su cuñado me quiere menos.- Dijo el castaño haciendo un gesto un poco desganado.

-No digas eso, Ane-san te desprecia solo un poco, de vez en cuando reconoce que eres listo y a veses admira tus estrategias.- Su intento de animo traia consigo un tono burlon y sercastico por parte del pelirrojo.

-¡Osaki-san me odia y me quiere bajo tierra, Chibi!- El castaño no podia estar más dramatico cuando se trataba del tema de Osaki.

Cuando Chuya y él le contaron de su noviasgo, su reacción inmediata fue invocar a su habilidad y apresar a Dazai entre todos sus cuchillos y la pared, imcluso Mori tuvo que intervenir para que la mujer no lo matara y se quedaran sin su mejor hombre. Ahora, cada vez que se cruzaban en los pasillos Kouyou le hacia una seña con el dedo pasandolo por su cuello lentamente y cuando ella y Chuya y ella hablaban de un momento a otro le queria convenserlo para que dejara a Dazai.

-Tienes razón ¿Para qué mentirte?- Y el pelirrojo seguia con su timbre burlon.

Se quedarón un rato mirando como el sol iba desendiendo sentados en los columpios de su pequeño jardín secreto. Hasta que Dazai giro la cabeza para ver los gestos de Chuya, y vaya que lo que vio lo hizo sentir una inmensa paz.

Chuya tenia los ojos cerrados con el rostro hacia el horizonte, el suabe viento de rocio despeinaba sus finos cabellos y le refrescaba el rostro, los colores del atardecer matisaban de forma hermosa y pacifiaca el rostro de Chuya y solo entonses Dazai supo lo que hace tiempo venia pensando; Nakahara Chuya era y sería la persona que más quisiera en este mundo, su mayor tesosoro y su unico proposito en la vida seria protegerle.

Mientras el castaño tenia estos pensamientos, Chuya notó como le miraban, volteo y abrio los ojos para presensiar la primera vez que veia a Dazai minimamemte sonrojado, y frente a la imagen, el pelirrojo le sonrio y le miro a los ojos, el castaño no desvio la mirada como habia pasado en ocasiones anteriores.

Las palabras no eran muy frecuentes entre ambos, habia veses en las que nisiquiera se dirijian la palabra por varias horas, y no era porque estuviesen molestos, eso pasaba porque entre ellos no basaban su comunicación en palabras, si no en miradas que comprendian a la perfección como un lenguaje entre ellos que nadie más podia adivinar, un codigo secreto que les dictaba cada los sentires del otro con tan solo una mirada. Tal vez a eso se referia la celebre frese "Los ojos son las ventanas del corazón.".

Cuando el sol termino de esconderse y la noche los abrazo la luz de la luna y las estrellas reflejo un brillo especial en la mirada de ambos, una mirada llena de dulzura y se asercaron y cerrarón los ojos por querer sentir los labios del otro pero...

Su romantico momento fue abruptamente arruinado cuando ambos tocarón el metal frio de una katana ya conocida. Osaki se interpuso entre ellos no queriendo ver que su pequeño Chuya estaba enamorado del peor hombre en el mundo, según su prespectiva.

-¡Ane-san!- Chuya se levanto del columpio y corretearia a su maestra por el camino.

-¡Ese es mi Chibi!¡Alcansala!- Dijo el castaño viendolos discutir mientras corrian y se perseguian.

Publicado: 25/08/2021

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