30 DÍAS SOUKOKU (OTP)

DÍA 27: EN UNO DE SUS CUMPÑEAMOS

AU= Chuya es un nuevo barman del bar que suele concurrir Dazai.

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Si buscaras en el diccionario el significado de Soledad, aparecería el nombre Osamu Dazai. Este hombre castaño, alto y delgado no tenia nada que envidiarle a nadie; tenia un aspecto demaciado estetico, un caracter divertido y demaciado relajado, tenia un exelente puesto en la empresa más grande de electronicos en Japón, era inteligente,  tenia dinero, un lindo departamento, un automovil de ultima línea, el teléfono más nuevo, le llovian las mujeres y todos lo apreciaban en el trabajo. Pero habia algo que no encajaba para nada en ese perfil perfecto que tenian todos de él. Él era una persona solitaria, no le gustaba estar con demaciada gente, no salia y solo conocia el camino del baño al escritorio y al reves en la oficina y por ello su asistente, Atsushi, queria sacarlo de su oficina aunque sea a que le diera el aire, pero el se negaba diciendo que estaba muy ocupado.

Por las noches, cuando acababa su trabajo, frecuentaba un bar en un callejón oscuro. Lupin vio nacer la amistad de Dazai con ese misterioso hombre Sakunosuke Oda que tenia el sueño de ser escritor, aunque luego de un tienpo logro mudarse con sus hijos a la playa y volvia cada verano, pero ya no era lo mismo. En fin, ese bar no era muy concurrido y por eso a Dazai le gustaba irse ahí a alcholizar cada que podia. Pero el barman de siempre era un sujeto muy agradable y servicial aunque muy callado, pero hoy al entrar al bar vio al gato de siempre en su silla para luego quitarse, dejó el maletín en el suelo y se sento con ojo serrado.

--Lo de siempre.-- Dijo sin abrir los ojos y luego noto como el sonido de su baso contra la madera no llego en el tiempo ya conocido.

--Buenas noches. Hoy el señor Umebayashi no esta, se ausento por asuntos familiares, ahora digame ¿Qué puedo servirle?-- Un muchacho de cabello rojiso y unos brillantes ojos azules le miraba casi sin expreción y solo esperaba su orden y Dazai penso que ese chico representaba al día, su cabello era como el amanecer o atardeser y sus ojos eran como el lindo cielo azul del día, o almenos así se lo imagino Dazai.

--Un wyski en las rocas...-- Dijo finalmente el castaño y el muchacho sin más se lo sirvio, luego de eso, ambos  se dedicarón a estar en silencio. Hasta que el castaño hablo.

--¿De que color vez tu el mundo, señor del sombrero?-- Dijo el castaño mirando para el techo aún con vaso en mano.

--¿De que color?-- El chico se desconserto por la pregunta pero luego comprendio o penso hacerlo. Después de todo ese era su trabajo, dejar que los borrachos se desahogaran hablando de sus problemas. --Yo veo las cosas en blanco, es un color neutral...

--Que curioso, yo las veo en blanco y negro... Es como si no tuviera sentido.-- Era la primera vez que Dazai hablaba así con alguién más y era la primera vez que Chuya escuchaba algo diferente que no fuera estres del trabajo y engaños.

--Tal vez así sea...-- Desde esa frase, ambos quedarón prendidos de la conversación y se diherón sus puntos de vista, una platica realmente agradable.

Una noche unica...

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Un año paso desde esa magnifica platica en el bar Lupin. Un año en que al castaño, por fin, le emocionaba ver a alguien y no asistir ahí por compromiso social. Llevaban un año conociendose y descubrierón muchos aspectos, defectos y virtudes del otro. Cada día que el castaño asistia al bar preguntaba por Chuya, ese chico de ojos de cielo, y algunas veces no estaba, o talvez habia días en los que si estaba pero no salia porque estaba ocupado, ¿Quién podria saber?. Hoy, el castaño le invitaria a su primera cita y estaba fuera del bar esperando a que el pelirrojo saliera de su turno.