CAPÍTULO 21.

794 64 6
                                    

Maratón 1/?

Narra Sujey

-Buenos días Kira bebé -Digo sonriendo y acariciando el pelaje de la hermosa criatura que tengo a mí lado; ella sólo maulla tiernamente y comienza a estirarse.
Tomó mi teléfono para revisar la hora y un mensaje de Lei aparece en la pantalla, mi sonrisa crece aún más, cómo si eso fuera posible.

~Lei- 8:34 am
Buenos días pequeña; esperó hayas amanecido increíble hoy, pasaré a recogerte a las 12:00 para ir a la feria, cómo acordamos ayer.

Ayer... Ayer... Magia... Recuerdos vinieron a mi mente.

Flasback
-Entonces, ¿Tú primer beso fue conmigo? ¿No me estás mintiendo? -Dice Lei tiernamente, mientras ambos teníamos las frentes juntas, después de recuperar un poco el aliento ante mi impulso de besarlo de vuelta; cuando lo hice no lo pensé mucho, conocía los saltos enormes de mi corazón, sabía la razón por la que mis manos no paraban de sudar, sabía porque mis piernas flaqueban ante su cercanía, lo sabía porque llevaba un poco de tiempo sintiéndolo, pero quería ignorarlo, quería ignorar que mis sentimientos por Lei se estaban haciendo incontrolables, quería negarmelo porque no sé estoy lista para esto, tengo miles de inseguridades, tengo miedo a salir herida, a que la sobra de Jing lo persiga por siempre, a que la sombra de Augustus también lo haga; sin embargo en ese momento mandé todo eso lejos de mí y sólo tome lo que mi corazón quería en ese momento.
-No tendría porque mentirte. -Le digo sonriendo y cerrando los ojos. -Y creo que el que fuera contigo fue una de las mejores cosas en mi vida hasta ahora. -Le digo y escuchó cómo ríe un poco.
-Por supuesto, tienes el privilegio de que el poderoso e inalcanzable Huaze Lei te besará. -Dice bromeando.
-Oh claro, pero ahora el poderoso e inalcanzable Huaze Lei tiene que irse porque es muy tarde ya. -Le digo separándome y mirándolo a los ojos.
-¿Nos vemos mañana? -Me dice mientras me atrae nuevamente y me abraza.
-Claro, iremos a la feria, antes de que más adelante te niegues a hacerlo. -Le digo.
-Iré con una condición. -Me dice separándose nuevamente.
-Ah ¿si? ¿Cuál? -Le digo elevando una de mis cejas.
-Qué me des un beso. -Me dice y mis mejillas vuelven a arder.
Y entonces un plan se me ocurre.
-Okey cierra los ojos. -Le digo sonriendo maliciosamente.
Abro sigilosamente la puerta de la azotea y luego voy por el enorme regalo que él me ha a dado; se ve tan tierno cerrando los ojos.
Finalmente le doy un pequeño beso en la mejilla y salgo corriendo. Escucho comó grita mi nombre y sólo continúo bajando las escaleras y riendo. Cuando llegué a mi departamento, mi corazón estaba a punto de estallar, nunca me había sentido tan feliz cómo ahora.
Fin del blasback

~Sujey- 8:40
Buenos días señor Lei, es correcto amanecí increíble hoy, espero que tú también. Por supuesto te veo aquí, no olvides los boletos.

Le respondó cuando por fin salgo de mi burbuja. Esto se siente raro, ahora no sé cómo comportarme con él, genial.
Me levantó por fin y alimento a Kira para después desayunar y terminar una tarea que tenía pendiente.
Eran 11:55 am cuando el timbre sonó, bastante puntual cómo siempre.

-Hola. -Me dice tímidamente, traía un suéter azul y pantalones blancos, se veía genial, aunque curiosamente yo también traía una blusa azul, combinación sin planearla, vaya casualidad.
-Hola. -Le digo sonriendo tímidamente.
-¿Nos vamos? -Me dice dudoso.
-Claro, iré por mi bolso. -Le digo.

Siento que el ambiente está un poco tenso mientras vamos en camino, así que decido poner música, cuando salimos siempre soy yo quien pone un poco de música, Lei incluso se ha aprendido algunas letras, así que espero funcione y aligere el ambiente.
Unos minutos más tarde, ambos riendo por mis torpes pasos de baile.
-¿Podemos comer algo en cuanto lleguemos? No almorcé. -Le digo haciendo un puchero y él sólo asiente y sonríe.













-Sujey no comeré eso, no me arriesgaré a comer algo en la calle. -Me dice negando frenéticamente.
-Ohh vamos Lei, no seas así, esta más rico de lo que parece. -Le digo.
-No, no, no y no, podemos ir al restaurant por el que pasamos cuadras antes de llegar. -Me dice cruzando los brazos.
-Bueno te diré algo, en México se come muchas veces así, en la "calle" y si en verdad quieres ir conmigo algún día, te recomiendo que te vayas acostumbrado. Puedes ir, pero yo me quedó aquí. -Le digo mirándolo retadora.
-Ahhh, a veces eres imposible. -Me dice. -Está bien. -Me dice derrotado.
-Genial, haré el pedido espera aquí. -Le digo mientras me dirigo al pequeño puesto de hamburguesas.

-¡Esto es tan delicioso! ¡Juro no haber probado una hamburguesa tan deliciosa antes! -Me dice Lei cómo niño chiquito.
-Te lo dije, pero el niño mimado no quería. -Le digo burlándome un poco de él.

-Mira, mira, conos con forma de pescado, ¡vamos por uno! ¿Sí? ¿Sí? -Le digo a Lei para después arrastrarlo hasta el lugar.

-Las ferias están llenas de sorpresas. -Me dice comiendo un poco de helado.
-Y aún no compramos un algodón de azúcar, primero vamos al carrusel, después vamos a la casa del terror, después a los carros que chocan y finalmente vamos a esa enorme rueda, ¿vale? -Le digo y el abre exageradamente los ojos.
-Espera, espera, no voy a subirme a todos esos juegos, tú te subes al carrusel sola, y ni de chiste entramos a la casa del terror, Sujey te metiste debajo de la mesa la última vez que vimos una película de terror y ahora quieres entrar ahí, muy valiente. -Me dice burlándose de mí.
-Ohh callate, te dije que había ido a buscar a Kira. -Le digo mostrándole la lengua infantilmente.
-Sabes bien que Kira estaba en tú habitación, no mientas y deja de discutir y empecemos con esto antes de que me arrepienta. -Me dice comenzando a caminar.

-¿Te divertiste? -Me dice Lei una vez que bajo del carrusel.
-Por supuesto, te salude en todas la vueltas, me sentía una princesa en su carruaje. -Le digo sonriendo y comenzando a caminar hacia los carritos.
-Lo eres. -Me dice para después apresurar su paso.

Nos la pasamos increíble, no paramos de reír, chocar y competir con otras personas resulto bastante divertido, nunca había visto a Lei reír tanto.
Después de bajar de ese juego compramos un algodón de azúcar, él me dijo que no, pero sé que lo disfruto mucho, me encanta conocer esta parte de él.


-Se ve increíble, ¿no? -Le digo sonriendo, nos encontramos en la parte más alta de la rueda de la fortuna, al entrar nos dijieron nos tocaría estar un par de minutos estar en la cima.
-Vaya que sí. -Me dice mirándome y sonriendo.
Nos acercamos poco a poco, nuestras respiraciones se mezclaba, casi podía sentir su aliento fresco y su aroma tan elegante y entonces sucedió, un dulce beso surgió, un suspiró salió de ambos y ambos sonreímos.

¿Era hora de hablar sobre esto?
-Lei. -Me ánimo a hablarle.
-Sé que tenemos que hablar Sujey; también sé que tienes miedo, probablemente estás preguntándote que pasará con nosotros, que tienes dudas e inseguridades, pero quiero pedirte que me des tiempo, dame una semana, en una semana estaré listo. -Me dice sonriendo tiernamete y revolviendo mi cabello.
Le devuelvo la sonrisa y asiento, quizás una semana es coherente para pensar muchas cosas.








¡Hola! Después de mucho tiempo estoy de vuelta, siempre volveré esperó, cómo recompensa habrá maratón, gracias por su apoyo, mucho éxito y bonito día.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora