CAPÍTULO 13

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Narra Sujey


Semanas después...

-¿Entonces se resuelve así? —Miró a Lei incrédula ante lo fácil que resulta resolver los ejercicios del tema de hoy.
Llevamos varios días estudiando juntos y me agrada mucho estar con él. Resulta que su apariencia de ser la persona más fría del mundo a disminuido mayormente conmigo, pues ahora incluso bromea y ríe conmigo, podría decirse que incluso somos amigos, aunque no me quiero adelantar a los hechos.
-Así es, es simple. —Me responde sonriendo.
-Para tí todo lo es, incluso ahora eres el mejor en el taller de artes, me das envidia de verdad. —le digo mientras froto mí cara en signo de frustración. Y es que es verdad, a lo largo de éstos días a pesar de Lei me dijo que no sabía mucho de los temas para matemáticas le resultó bastante fácil comprenderlos en sólo unos minutos, yo eh mejorado considerablemente gracias a él, pero me resulta increíble que él incluso sin tomar clases se le facilite tanto, eso sin considerar que también ha mejorado bastante sus técnicas de dibujo en el taller, incluso podría decirse que ahora hasta es bastante reconocido.
-Oh vamos no exageres, bichito. —me dice sonriendo y despeinando mí cabello.
-¡Oye! Ya te dije que odio que me llames así, ya supéralo. —le respondó molesta.
-¿Por qué no? Es bastante divertido cuando te molestas, bichito. —me dice alargando la o.
Lleva un par de días llamándome así desde que...

ƒℓαѕнвα¢к...

-¡AHHH¡ —grito al ver una araña sobre la libreta en la que estoy escribiendo.
-¿Qué sucede? —me dice Lei mientras se levanta rápidamente de su lugar.
Ambos estábamos resolviendo un par de ejercicios.
-Hay una araña ahí —le digo señalando el lugar dónde se encontraba la araña mientras me alejó lo más posible.
-Oh vamos es sólo un bichito indefenso, ni siquiera te ha hecho nada, seguro que la asustaste más a ella que ella a tí. —me responde riendo mientras la baja y la lleva a una esquina.
-¿Bichito? ¿En serio? Yo soy un "bichito" Eso es un animal que estuvo a punto de comerme viva. —le digo aún asustada.
-¿Entonces eres un bichito? —me dice riendo y moviendo sus cejas.
-Lei ese no es el punto, odio los insectos y ellos me odian a mí, punto. —le digo mirándolo molesta.
-Okey, okey, ya no está el "animal", bichito —Me dice volviendo a reir.
-Ohh vamos, olvídalo. —le digo aún molesta.

ƒιη ∂єℓ ƒℓαѕнвα¢к.

-Eres un pesado cuando te lo propones, pero está bien, lo soportare sólo porque los exámenes están próximos. —le respondó comenzando a guardar mís cosas.
-Vaya se pasó muy rápido el tiempo, ya no faltan muchos temas de hecho. —me dice hojeando el libro con el que hemos estado aprendiendo.
-Lo sé, eres un buen maestro, por lo menos contigo no eh querido dormir toda la clase. —le digo sonriendo.
-Claro que lo soy, ¿que esperabas? Aunque también debo admitir que haz logrado que no me la pase durmiendo durante mís ratos libres, Daoming Si siempre dice que soy un dormilón. —Me responde en un tono pensativo.
-¿Ah sí? Bueno supongo que te hacía falta motivación o algo, por cierto ¿Comó haz estado escapando de ellos? —le digo, siempre me a dicho que tiene que escapar, pues aún no le dice a nadie sobre las clases o el taller.
-Sí, bueno... —comienza, pero no termina debido a que notablemente está un poco nervioso.
-¿Qué? —le digo impaciente.
-Bueno... Les dije que estoy saliendo con alguien en secreto. —me responde mientras miraba a otro lado evitando mí mirada.
-Okey, supongo que no está mal, pero, ¿por qué les dijiste eso? Pudiste decirles la verdad. —Le digo y el lanza un pesado suspiro y vuelve a sentarse.
-Es complicado Sujey, a ellos les alegra que esté saliendo con alguien, supongo que piensan que estoy muy sólo y que sólo así voy a superar ciertas cosas. —me responde serio. Sé que las cosas que aún no supera tienen que ver con Jing, pero no me atrevo a mencionarlo. —Pero se equivocan, en el día puedo soportarlo, puedo distraerme y ahora contigo incluso me siento bien, pero por las noches es casí insoportable, la soledad me golpea y los recuerdos también, hay cosas que guardas y que no puedes contar porque no hay nadie que las entienda, ¿comprendes?. —continúa diciendo en un tono bajo.
-Lo hago, te comprendo, a veces me siento igual, es cómo poder ayudar o a muchas personas con problemas sin ninguna complicación, pero cuando tú tienes esos problemas te ahogas en tú propio vaso de agua, pues no hay salida alguna, pides que te escuchen a gritos, pero nadie lo hace, porque aunque quieras contar las cosas algo en tí impide que tus sentimientos salgan a la luz y sean vulnerables a cualquier persona, pero cómo consejo tal vez deberías considerar contarle a alguien tus sentimientos, tal vez alguien lo entienda y pueda ayudarte y si no igual tú ya te habrás desahogado y sacado todas esas cosas que te hacen pesada la existencia. -le respondó.
Él no responde y se queda pensativo mirándome fijamente.
-Cuando era niño tenía problemas de aprendizaje y para hablar también, mí madre siempre me regañaba y decía que era lento y algunas veces tonto, gracias a mís problemas no tenía amigos, siempre huían de mí y me temían, algunos incluso se burlaban de mí, Jing, la chica con la que fuí a la cafetería dónde trabajabas hace un tiempo, se mudó justo al lado de mí casa, siempre me buscaba para jugar conmigo, aún cuando siempre la alejaba ella nunca me dejó sólo, incluso creía que mís simples dibujos hechos con bolitas y palitos eran lindos, ella me ayudó a recuperarme y ser para lo que la sociedad significa "ser normal" Crecimos juntos y prácticamente hacíamos todo juntos, cómo todo cliché termine enamorado de ella, sé lo dije, ella no aceptó mís sentimientos, conocimos a Mine Huk, el chico perfecto para ella, pareció que hicieron click al instante porque inmediatamente yo pase a segundo plano, ya no salía con Jing ni me la pasaba siempre con ella, con suerte la veía en nuestros recesos, aún tenía a mís amigos, tú los conoces los famosos F4, pero nunca dejé de sentir ese vacío, cómo si algo me faltace, era un vacío que apenas y Jing podía llenar, ese vacío siguió e incluso se hizo más grande después de que ella se comprometiera y se fuera a París con él. Él taller, me gustaría decir que lo tomé por mero gusto, pero en realidad fue debido a que alguien me dijo que Jing había elegido a Mine Huk por sus habilidades en la pintura, es algo estúpido, sí, y por eso no quiero que mís amigos lo sepan y básicamente es eso... Y vaya... Se siente tan bien decir todo esto. —me dice al fin, suspirando. Lo ha soltado todo, pudo liberarse y no sé cómo sentirme respecto lo haya hecho conmigo, a que confiará en mí.
-Okey, no sé que decir, pero me alegra que finalmente te liberes y nada, yo creo que si lo pudiste liberar, lo puedes soltar, puedes soltar a Jing, puedes ser libre y feliz, quien sabe tal vez incluso puedas encontrar a alguien que llené ese vacío. —le digo sonriendo y mirando el reloj. -Rayos es muy tarde, Sarahí me matará sí no llegó a clase, ¿nos vamos? —le digo dirigiéndome a la puerta, evitando que el contestará pues no sabría que más decirle.
Ambos bajamos las escaleras tranquilamente y finalmente caminamos por el pasillo, iba totalmente sumergida en mís pensamientos hasta que siento cómo me estampó contra algo... Oh más bien contra alguien pues al levantar la vista puedo ver a un Daoming Si bastante molestó, él era bastante conocido por sus constantes peleas debido a su temperamento.

-¡Oye tú! ¿Estás ciega o por qué no te fijas? —me dice tomando mí brazo y presionandolo con fuerza.
-Lo siento, venía distraída —le digo sintiéndome vulnerable, odió sentirme así, pero la mano de él presionandome y su intensa mirada no me ayuda mucho.
-Sueltala Si, ya te dijo que lo siente. —Escuchó cómo Huaze Lei interviene, quitando la mano de Si de mí brazo molestó.
-Y tú ¿por qué la defiendes Lei? ¿La conoces? —le dice mirándolo serio.
Y entonces Daoming Si parece entender algo, que para nada me da buena espina, sentí pánico cuando sonrió y camino un pasó atrás, lanzándole miradas ¿complices? A los dos chicos que venían con él, quienes por supuesto eran el resto de los F4.
-Ya veo, entonces es con ella con quien sales ¿no Lei? —dice Si nuevamente, sonriendo.
-Es linda, aunque un poco distraída al parecer. —escuchó decir al chico de lentes mientras camina girando a mí alrededor observándome.
-¿Qué? No, deben...—digo, pero Lei me interrumpe.
-Sí, salgo con ella. —escuchó decir a Lei y casí me da un ataque después de escucharlo, lo miró acusadoramente, sintiendo mís mejillas calientes, haciéndome saber que ahora mismo estoy roja como un tómate, él sólo se limita a giñarme un ojo, en signo de que quiere que le siga el juego.

Tengo dos opciones, decir que es mentira y salir corriendo o seguir la mentira
Bien se lo debo a Lei, después de todo parte de su mentira se debe a mí.
-Cierto, Lei y yo estamos saliendo, es muy lindo ¿cierto? Ustedes deben ser sus amigos, habla todo el tiempo de ustedes, lamento robarselos por un tiempo. —les digo tomándolo del brazo y sonriendo lo más alegre que puedo, finalmente puedo ver el alivio en el rostro de Lei.
-Está bien, se ve más feliz desde que sale contigo, incluso a veces canta canciones extrañas o hace unos chistes malísimos. —dice está vez el otro chico y veo cómo las mejillas de Lei suben de tono y comienza a rascar su nuca en signo de nerviosismo, pero ¿por qué? No creo que yo sea la causante de todo eso.
-Bien, yo soy Daoming Si, el chico de lentes es Ximen y el otro es Meiuzo, ahora que te conocemos y que sabemos que sales con Lei y que además nos lo haz robado mucho tiempo, tienes que ir a la fiesta de hoy, hoy Jing dará una fiesta por su cumpleaños, yo creo que Lei ya te contó, ¿cierto amigo? —dice Daoming Si mirando a Lei.
-Ella está ocupada hoy, además les dije que yo no iría de ninguna manera. —interviene Lei.
-Vamos Lei, sabes que tenemos que ir, tienes acompañante ahora, ¿por qué negarse? —le dice está vez Ximen.
Veo que Lei lo está dudando, ahora sé lo importante que resulta Jing para él y yo creo que quiere pasar tiempo con ella en su cumpleaños, bien le pagaré un poco de todo lo que ha hecho por mí.
-Iremos, nos vemos allá, Lei, te veo a las 4 en dónde siempre para los detalles, me voy a clases, adiós chicos, oh y lo siento otra vez Daoming Si —les digo comenzando a correr para intentar llegar a tiempo a la clase.

Yo y mí gran boca, ahora tendré que ir a esa famosa fiesta y ni siquiera sé que me dirá Lei después de la metida de pata que acabó de hacer.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora