CAPÍTULO 17.

988 82 28
                                    

Narra Lei

–Vamos Lei, no te pido mucho, ayudame está vez y prometo ayudarte cuando me lo pidas, anda para eso estamos los amigos, ¿no? —Me insistió por cuarta vez Meiuzo.
Hace poco conoció a uno chica y se a obsesionado bastante con agradarle, el día de hoy se lo ocurrió la brillante idea de concederle un deseo bastante infantil a mi parecer, al parecer deseaba tener un día cómo estudiante una última vez, así se le ocurrió que los 5 vistiéramos con uniformes escolares; algo que no hacía hace bastante tiempo.
–¿En serio es muy importante para ti cierto? Odio totalmente la idea de esto, no va conmigo lo sabes. —Le digo frustado.
–Lo sé, pero también puedes verlo cómo un medio de distracción; desde que nos confesaste la verdad acerca de Sujey no haz salido a ningún lado y sólo estás aquí leyendo, solo. —Me dice acercándose y pasando su mano sobre mí hombro.
–Me agrada estar solo, no sé porque les causa tanto conflicto que lo esté. —Le respondo seriamente.
–Nos causa conflicto porque queremos que seas feliz cómo lo mereces; ¿sabes algo? De verdad creí que lo tuyo con esa chica iba a funcionar, supongo que no lograste notar los cambios que hubo en ti, pero parecías alegre y tranquilo con ella, incluso comenzabas a tener un poco más de humor. —Me dice tranquilo, mientras camina y toma un poco de fruta.
–No soy bueno para ella Meiuzo, no soy bueno para nadie, además creo que primero debemos soltar completamente nuestro pasado y Jing sigue muy presente. —Le digo pensativo.
–Oh vamos, no quiero decirte algo que tendrías que descubrir por ti mismo, pero tal vez en serio Jing a quedado en el pasado, ¿haz hablado con ella? ¿haz pensado en ella? —Me interroga mirándome fijamente.
Era cierto, en los últimos días sólo eh recordado las cosas que Sujey me contaba; el brillo en sus ojos cuando me contó cómo encontro a su mascota; el dolor en sus ojos cuando el tema de nuestros abuelos surgió y ella me contó que había pérdido a una de sus abuelas; lo tierna que se veía comiendo un montón de dulces a diario, aunque no eran de mi total agradó incluso me acostumbre a compartirlos con ella; lo concentrada que lucía durante las lecciones. Realmente sólo pensaba en su compañía y en intentar encontrar más motivos por alejarme de ella, porque en muchos momentos sólo quería ir a observar el cielo en la azotea con ella. En poco tiempo logró ser parte de mí vida y ni siquiera sé cuando lo hizo.
–No sabes como es que funciona mí corazón, nadie lo sabe, ni siquiera yo, pero si haciendo lo que me pides dejarás de molestarme, entonces trae aquí ese uniforme. —Le digo finalmente.
–Sabía que podía contar contigo, gracias Lei, ahora el equipo está completo. —Me dice alegre, mientras me da una bolsa con las cosas que tenía que usar.

No me veía mal con el vestuario a decir verdad, los F4 éramos distinguidos por nuestra particularidad por apoyarnos en locuras cómo estás. Teníamos todas las miradas de Migde sobre nosotros, Meiuzo lucía alegre al igual que Ximen, Si aunque seguía un poco triste debido a la pelea que había tenido con su prometida estaba animado y aunque no lo parecía también me resultaba emocionante, de hecho me sentía feliz porque sabía que siempre seríamos los 4 frente al mundo.
Caminábamos tranquilamente hacia la sorpresa que Meiuzo había preparado para la chica, hasta que mí mirada se fija sobre algo peculiar que me hace sentir un poco de ¿furia? No sé cómo llamarlo, una presión en el estómago se apodera de mí cuando miró aquella escena escena.

Narra Sujey

–Soló te pide que lo ayudes a conocer la escuela Sujey, no es algo tan malo. —Escuchó decir a Yare, una de mis mejores amigas de la secundaria.
–No lo sé, tú mejor que nadie sabes lo que me costo superarlo. —Le digo sentándome para mirarla a los ojos a través de la pantalla.
–Lo sé Su, pero precisamente por eso, si ya lo haz superado ¿a que le temes? O  ¿aún sientes algo por él? —me precunta de repente.
–No. —respondo rápidamente. –No lo sé, llevó tiempo sin hablar con él, no te niego que me sentí ansiosa cuando lo vi, pero la chispa ya no estaba ahí. —Le digo finalmente.
–Pues yo creo que no pierdes nada, sólo te causa conflicto porque lleva días pidiéndotelo. —Me dice, terminando de maquillarse.
–Lo sé... Lo haré le daré el paseo mañana, sirve que así no me siento tan sola. —Le digo rindiéndome.
–¿Cuando regresa Sarahí? ¿El chico del que me contabas no volvió a hablarte? —Me pregunta.
–Hasta dentro de una semana y no, supongo que lo asuste con mi personalidad, parece que no existo para él, ni siquiera me lo eh topado en la universidad. —Le digo triste.
–Que bah, él es quien pierde, tú personalidad no tiene nada de malo al contrario es muy buena. —Me dice sonriendo.
–Lo dices porque eres mi amiga, pero bueno, me voy tengo tarea de matemáticas para mañana, cuidate mucho Yare. —Le digo despidiéndome.
–Descansa Sujey. —Me dice finalmente.

Al siguiente día...

–Entonces te veo aquí a las 4, cuando finalicen las clases ¿okey? —Le digo a Augustus, mientras asiente frenéticamente a todo lo que digo.
–Me parece perfecto, gracias Sujey, siempre eres tan dulce y gentil. —Me dice intentando abrazarme, afortunadamente logró esquivarlo.
–Bien nos vemos luego. —Le digo mientras camino rápidamente sin esperar su respuesta.








–Hola, creí que no vendrías. —Me dice Augustus un poco triste.
–Hola, lo lamento, siempre llegó tarde a todos lados, es una costumbre que me persigue. —Le digo tomando un poco de aire para recuperarme.
–Está bien, recuerdo que siempre llegabas tarde a la primera clase, tus mejillas rojas cómo ahora te hacían lucir tan tierna. —Me dice acercándose y poniendo sus manos sobre mis mejillas. Su tacto es cálido, tanto que olvido que estamos a mitad de camino, me permito después de mucho tiempo perderme en sus ojos.

Reaccionó un minuto después y siento una mirada clavada sobre mí, un Huaze Lei colegial me mira con una mirada tan fría cómo el hielo y entonces quitó las manos de Augustus finalmente y me alejó. A esté punto Lei ya había pasado ignorándome totalmente, algo que esperaba, supongo, pero que me hiere un poco.


















































¿Team Lei o Team Augustus?

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora