Serendipia - Huaze Lei

CAPÍTULO 3.

P۪۫۰۰۪۫r۪۫۰۰۪۫i۪۫۰۰۪۫m۪۫۰۰۪۫e۪۫۰۰۪۫r۪۫۰ ۰۪۫d۪۫۰í۰۪۫a۪۫۰ ۰۪۫d۪۫۰۰۪۫e۪۫۰ ۰۪۫c۪۫۰۰۪۫l۪۫۰۰۪۫a۪۫۰۰۪۫s۪۫۰۰۪۫e۪۫۰۰۪۫s۪۫۰.

Narra Sujey

No pude dormir en toda la noche, siempre es así cuando me pongo muy nerviosa por algo que va a ocurrir pronto y es importante, ni siquiera puede cerrar los ojos, es insoportable; justo cuando me estaba quedando dormida sonaron las molestas alarmas para indicarme que tenía que levantarme, genial ahora iré a mí primer día de clases ojerosa y sin energía, bien hecho Sujey, bien hecho.

Liberandome estos pensamientos me levanto de la cama para tomar una ducha.
Y para mí mala suerte no sale agua caliente, vaya sorpresa nótese mí sarcasmo, ni siquiera me doy tiempo de quejarme porque realmente ya estoy acostumbrada a que éste tipo de cosas me pasen. Así que sin más me apresuró.

-Sí mamá ya voy en caminó, no te preocupes sí desayune algo -le contestó a mí madre desde el teléfono mientras corro lo más que puedo porque se me ha hecho tarde para variar. -Te llamó al rato mamá estoy llegando a la escuela. -digo agitada y llegando a la entrada de la universidad.
-Okey, cuídate mucho, éxito, te amo.
-Sí mamá, también te amo.
Me quedó un momento observando lo grande y hermosa que es la Universidad, no puedo creer que éste aquí, todo se ve increíble, de pronto sentí que la vida me cambiaría en éste lugar.
Entró a mí salón llegando justo a tiempo.

¿Alguna vez se han sentido tan intimidados al grado de no poder articular ninguna palabra? ¿No? Bueno pues yo me encuentro en ese estado justo ahora. Una de las cosas que más odio en la vida es estar frente a un público haciéndo una presentación o algo por el estilo, justo lo que estoy haciendo ahora.
-Ho... la mí... Mí nombre es Sujey... Mmm... Soy de México, tengo 19 años, un gusto conocerlos -digo al fin con la garganta seca y el rostro rojo cómo un tómate. Bueno pudo haber sido peor.

Después de dos clases más con presentación por parte de los alumnos de nuevo ingreso tengo hora libre, por fin podré tomar un respiró.
Decido dar un paseo por toda la Universidad para conocer todas la áreas que tiene, siento mucha curiosidad.

Al entrar a uno de los edificios una hermosa melodía comenzó a escucharse, era un sonido que transmitía mucha tranquilidad pero al mismo tiempo un poco de nostalgia, algo increíble, al acercarme más pude divisar a un chico tocando el violín, de ahí provenía aquella melodía tan hermosa, el chico era realmente lindo, tenía el cabello castaño ligeramente rizado que caía sobre su frente. Su rostro podría ser descrito cómo inocente y angelical, era alto muchísimo más que yo, su vestimenta consistía en un polo blanco que le cubría el cuello, un suéter color gris y encima un abrigo color azul, parecía muy concentrado en su labor de tocar el violín pues ni siquiera notó mí presencia. Escuchar aquella melodía me hizo perderme y deleitarme con ella, realmente la estaba disfrutando, pero de repente se detuvo y al hacerlo pude percatarme de que el chico me estaba observando fijamente; entonces nuestras miradas se cruzaron y una sensación que nunca antes había sentido vino a mí, no podía apartar la mirada de sus ojos, sus profundos y hermosos ojos, aún cuando sentía que mís mejillas estaban ardiendo haciendome saber que estaba sonrojada no lo podía evitar, fue hasta que él la apartó, haciéndome volver a la realidad.

Después de guardar su violín salió del salón volviendo a observarme detalladamente; sin embargo no dijo nada y sólo dió la vuelta y se marchó. Yo aún estaba en shock por lo que soló me quedé parada viendo cómo se marchaba sin mirar atrás.
Qué chico tan misterioso y lindo fue lo único que pude pensar.

۰۪۫U۪۫۰۰۪۫n۪۫۰۰۪۫a۪۫۰ ۰۪۫s۪۫۰۰۪۫e۪۫۰۰۪۫m۪۫۰۰۪۫a۪۫۰۰۪۫n۪۫۰۰۪۫a۪۫۰ ۰۪۫d۪۫۰۰۪۫e۪۫۰۰۪۫s۪۫۰۰۪۫p۪۫۰۰۪۫u۪۫۰é۰۪۫s۪۫۰...

-¡Pues tal vez tú ni siquiera deberías estar en está escuela, ni siquiera estás al nivel, haznos un favor a todos y vete por dónde llegaste! -escuchó gritar a aquella chica molesta.
Así es, llevó una semana aquí y ya tengo problemas y a una enemiga que está por asesinarme. Y, ¿como es que llegué a esto? Tres palabras ~trabajo en equipo~.

Flashback...

Después del encuentro con él chico misterioso del violín no pude sacarmelo de la cabeza, se lo conte a mí madre y a mís amigas en México y todas llegaron a la conclusión e insistían en que había sido amor a primera vista, pero bah, hace mucho que deje de creer en el amor, me bastó con dos casí relaciones fallidas para comprender que no estaba hecha para el amor y el amor no estaba hecho para mí.

Todo marchaba bien había conseguido una amiga con la que podía trabajar y platicar un poco, sin embargo cómo siempre a los profesores se les ocurrió la fantástica idea de integrar equipos al azar para que todos nos "conozcamos" No me quejaba de mí equipo, al inicio parecía que me había tocado con chicas disciplinadas y amables.
Me equivoqué en lo de amables, ni siquiera me pedían, me exigían trabajar incluso más que ellas, hubo un par de noches en las que no dormí por terminar y corregir tareas y proyectos porque sencillamente no quería fallar y menos en este primer año, no contaba con su ayuda por lo que tenía que arreglarmelas yo sola, a pesar de que sabía que estaba mal no podía ponerles un alto pues siempre recordaba las palabras de mí madre "no busques problemas hija, ten paciencia y sé fuerte."
Pero ese día llegaron a mí límite, les encargué una sola cosa, sólo una y aún así no pudieron hacerla.

-Sun Min ¿por qué no hicieron lo que les pedí? En 15 minutos tenemos que entregar el trabajo y nos hace falta esa parte. -digo lo más tranquila que puedo.
-Creí que tú te encargarías querida, tú eres la que trabaja aquí no yo. -me responde con su voz tan irritable.
-Bueno tal vez es hora de que también se ganen la calificación, ¿es que ni siquiera puden hacer una cosa tan sencilla?
-¿Que es lo que insinúas Sujey? ¿Qué somos unos irresponsables y que somos estúpidos? -me dice acercándose amenazadoramente a mí.
-Sí les queda el saco pueden ponérselo, yo aquí soy igual que todos, vengo a lo mismo y ustedes no tienen una corona que los diferencie de los demás, también tienen que poner de su parte y si no lo hacen entonces trabajaré sola, pero está vez la calificación no se las regalo -Digo realmente enojada y con los puños cerrados.
Fin del flashback.

-¡La que se debería ir eres tú Sun Min ya que ni siquiera un mínimo trabajo puedes hacer! -Ella se acerca más a mí y de repente siento mí mejilla arder y un poco de dolor, me ha dado una cachetada.
Tengo dos opciones devolver el golpe y continuar la pelea o irme de aquí sin que nada importe.

Me decido por la segunda opción y salgo corriendo con las lágrimas cayendo sobre mí mejilla y no porque la bofetada me haya dolido o las palabras que me dijo me hayan herido sino por el coraje que tengo y no eh podido sacar.

Llegó a la azotea y comienzo a gritar y desahogarme lo más que puedo.
¡Ni siquiera pude golpear a esa estúpida chica! ¡Los odió a todos! ¡Maldito trabajo en equipo! ¡Maldita sociedad injusta! ¡Por qué no hay nadie conmigo! ¡Ya no quiero estar aquí! ¡Ahhh tontos, tontos! ¡Tonta Sun Mi!
Gritó fuertemente en español, soltando aún lágrimas de todo el coraje e impotencia que aún siento.

-No entendí ni una palabra de lo que haz dicho, pero vaya que eres escandalosa -escuchó una voz a mís espaldas haciéndome girar en su dirección. Rayos es el chico misterioso, ¿que voy a hacer? ¡Agh que vergüenza!
-Lo siento, no sabía que hubiera alguien aquí. -digo con la mirada baja.
-Bueno pues sí lo hay. -levantó la mirada y lo miró a los ojos. -Al parecer no haz tenido un buen día -me dice con una voz con la que por un momento pude olvidar lo que pasó.
-No, hoy no es mí día. -le respondo girandome y por lo tanto dándole la espalda.
-Oye creo que te eh visto, ¿de casualidad nos hemos visto?

Rayos se acordó de mí, justo en el momento menos apropiado, no sé cómo responderle.