Serendipia - Huaze Lei

CAPÍTULO 10.

"Cómo la lluvia que soportó el invierno, caerá de pronto la primavera.
No importa cuanto se haya escondido antes, seguro vendrá la primavera.
Sólo al ver las heridas, comprendemos que estamos lastimados."

Narra Sujey

En toda mí vida nadie ni nada me ha hecho sentir realmente especial, claro está mí madre y mí padre, sin embargo es diferente, ellos siempre me han recalcado que el amor no se demuestra con simples palabras, sino con hechos, con sacrificios y apoyo y lo entiendo, lo entiendo perfectamente, pero, ¿alguna vez han sentido la necesidad de escucharlo, de saber con palabras que tan especiales e importantes son para alguien?
Hace mucho no pensaba en ello, tal vez soló lo bloqueaba de mí mente o quizás sólo lo ignoraba. Pero desde que Lei lo mencionó no puedo sacar de mí mente sus palabras "vaya, realmente eres alguien muy especial" Quiero sentirlo, quiero sentirme especial, quiero dejar de estar pérdida y encontrar a la verdadera Sujey, pero no puedo hacerlo, algo en mí aún no lo permite.

En algún punto quizás llegué a creerlo, cuando conocí a una persona, una persona que marcó mí vida, Augustus era su nombre.

Cuando entre a bachillerato, tenía miedo, miedo de no ser lo suficiente, era una nueva etapa, una etapa llena de desiciones, de conocer gente nueva, llena de complejos y muchas cosas. Yo era muy tímida, demasiado de hecho, llevaba ya un par semanas de haber iniciado el semestre y yo aún no tenía ningún amigo, supongo que ahí comenzaron mís inseguridades.
Cuando comenzaron las presentaciones y todo eso del primer día de clases un chico llamó mí intención, nunca supe sí fueron sus ojos somnolientos, su nerviosismo al hablar igual que el mío, tal vez fue su vestimenta o la ternura que en esos momentos me causaba; creí que el destino era realmente bueno después de que una profesora me juntara con él para formar equipo y también cuando un profesor hizo lo mismo, compartíamos equipo en dos asignaturas, era perfecto ¿no?.
Pasó una semana de presentaciones, la llamada "semana de chocolate" Y comenzamos a trabajar cosas en equipo; me asusté cuando Augustus se acercó a abrazarme por los hombros mientras trabajábamos en una práctica de laboratorio, él sonreía mientras escuchaba hablar a los demás y yo no sabía que hacer, estaba ahí inmóvil y en shock, odiaba el contacto físico, no estaba acostumbrada a ello, pero el hecho de que por un momento fuera diferente, el que no estuviera nerviosa, me asustó aún más, porque sólo con la manera cálida en que sonreía me brindó confianza y tranquilidad.

Ese fue el primer acercamiento que tuve con él.
El segundo fue cuando...

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Estaba sentada en mí respectivo lugar cuando Augustus llegó y se encogió a mí altura mientras me observaba fijamente
-Oye, tenemos que comprar un par de franelas, jabón y alcohol para la mesa de laboratorio, lo va a comprar Diana y después tenemos que repartir los gastos, ¿te parece?. —Por fin me dijo.
-Claro, está bien, sí necesitan que los ayudé con algo me avisan por favor. —Le respondí intentado no sacar a flote mí nerviosismo.
-Okey, nos vemos luego —me dijo mientras se levantaba y revolvía un poco mí cabello para después salir del aula.

Al día siguiente nos tocaba trabajar juntos y fue algo bochornoso.

-Sujey, ¿terminaste? Para que podamos ir a la sala de cómputo y hacer la investigación para la práctica. —me dijo una compañera con la que ahora me juntaba.
-Sí ya terminé, pero ¿no vamos a esperar a los demás? Es en equipo y Augustus, Diana y Raquel aún no terminan. —le respondí mientras recogía mís cosas.
-Sí, pero podemos avanzarle y así terminamos más rápido y nos vamos más temprano a casa.
-Okey, entonces hay que avisarles por sí después nos quieren buscar o algo. —le respondó comenzando a caminar.
-Sí, pero tú les dices —me dijo y un nerviosismo enorme entró en mí.
-¿Yo? Agh está bien. —le dije mientras caminaba hacia ellos.