CAPÍTULO 16.

950 91 2
                                    

"Cuando sopla el viento frío quiero abrazarte, pero tú siempre te estás alejando y no puedo alcanzarte."

Narra Sujey

¿Por qué me siento tan mal justo ahora? Sí yo más que nadie sé lo que es que una persona te dejé atrás sin ninguna importancia o explicación, amistades, amores imposibles han pasado por mí vida fugazmente. Tal vez sólo pensé que mi amistad con Lei era diferente, que podría funcionar en verdad, que no pasaría nuevamente la ausencia que una vez Augustus dejó; está se sentía diferente, pues aunque éramos totalmente diferentes logre acostumbrarme a su compañia durante las tardes y el tiempo extra en las clases que él me daba.
Las inseguridades volvieron a mí y está vez eran más fuertes que yo, está vez no soló creía que yo era el problema, ahora sabía que lo era, sabía que yo era quien causaba que las personas se alejarán de mí.
Han sido días difíciles desde hable con Lei la última vez, no eh dormido ni comido bien; esto no es sólo debido a él, tal vez fue el punto clave para que dejará de ignorar ciertas cosas, para que volviera a la realidad, realidad en la que estoy lejos de las personas que más amo, realidad en la que recuerdos llegan a mí a cada segundo, recuerdos dónde las personas se alejan de mí, Sarahí era una buena amiga, pero debido a problemas familiares tuvo que volver a casa un tiempo; estaba sola, realmente lo estaba, mi mayor temor se había hecho realidad.
Estos días, con la esperanza de ver a Lei en la azotea y charlar con él, eh subido sin falta a la misma hora en la que nos encontrábamos; ni siquiera sabía porque seguía aferrada a la idea de que pidiera disculpas y todo volviera a la normalidad que habíamos creado.

Escuchó que la puerta de la azotea se abre y deseo con todo mí corazón que sea Lei quien esté entrando y que revuelva mi cabello y yo pueda darle un cálido abrazo.
Pero no es él; posiblemente mís ojos están a punto de salirse de su órbita y probablemente mi rostro lleno de sorpresa y ansiedad tanto no pueden compararse con nada en esté momento, era la persona que menos esperaba, la persona que no creí ver nunca más en mí vida; tenía el mismo rostro de sorpresa, pero él lo tenía mezclado con alegría y alivio, me quedó estática observándolo de pie frente a mí.
Es Augustus, Augustus regresó a mí vida.
-¡Sujey! Qué gustó, creí que tardaría más tiempo en encontrarte, miraté sigues igual de linda. —Lo escuchó decir, mientras tomándome por sorpresa me abraza fuertemente, sin darme tiempo para reaccionar. —Después de unos segundos finalmente lo aleje fríamente y lo miré a los ojos, los ojos somnolientos en los que algún día estuve pérdida.
-Seguro tienes muchas preguntas, por ejemplo el motivo por el que estoy aquí, así que te lo diré para comenzar. —Me dice tranquilamente.
-Escucha Augustus, no quiero ser grosera, pero no estoy de humor y nunca pensé a volver a verte, mucho menos aquí, se hace tarde, tengo que irme, suerte. —Le digo dispuesta a irme, pero es más rápido que yo y toma mi mano para después tomar ambas con delicadeza.
-Antes de irte escuchame por favor, 5 minutos, dame 5 minutos y sí mí historia no te convence no volverás a verme. —Me dice delicadamente.
-Bien, lo haré, pero sueltame. —Le digo fríamente y posteriormente tomó asiento en el suelo y él hace lo mismo, parecía pensar lo que iba decir, y aunque lo duda un poco, finalmente habla.
-Supongo que tienes muchas preguntas, cómo el porque me alejé de ti, porque mi actitud y porque estoy aquí; estoy aquí por ti Sujey, me alejé de ti por estúpido.
Me gustabas, me gustas aún, lo acabó de comprobar, pero no sabía cómo confesar mis sentimientos, a decir verdad era complicado hablar contigo sobre algunos temas, siempre dejaste en claro que las relaciones no te interesaban en lo absoluto; aunque mis amigos me decían que era correspondido, no lo creí, creí que sólo eras amable conmigo, que nunca estarías conmigo, que era imposible llegar hasta tí. Después conocí a Ali, mí ex, tontamente comencé a creer que ella era cómo tú, creí que me había enamorado de ella, teníamos los mismos gustos raros en músicas y películas, pero notó, no sé, quizás la forma en que te miraba o hablaba de tí y me prohibió acercarme a ti, amenazó con dejarme si seguía siendo por lo menos tú amigo, estaba muy ciego en ese entonces.
El día de la graduación, cuando te vi sonreír y llorar nostálgicamente con Mar, me di cuenta de que los sentimientos hacia ti seguían ahí, sólo los había ignorado. Era muy tarde, tú ya tenías planificado tú futuro aquí y yo ni siquiera sabía a dónde quería ir.
Hace un mes, después de discutirlo con mis padres decidí venir aquí, contigo a estudiar economía, quiero hacer algo con mi vida y quiero recuperar a la chica especial que perdí.—Me dice finalmente, mirándome atentamente. Tardo unos minutos en procesar todo.
-Yo... Yo no lo sé Augustus, ¿Sabes cuantas veces estuve extrañandote? ¿Cuántas veces me culpe por pensar que había hecho algo malo? ¿Imaginas siquiera como me sentí? —Le digo fríamente, recordando todos aquellos sentimientos que pasaron sobre mí. Él baja la cabeza.
-Tal vez no lo sepa, pero lo imaginó, yo te extrañe en cada momento, charlar contigo, sentir tú apoyo y lo lamento tanto, en verdad estoy arrepentido Sujey. —Me dice al borde de las lágrimas.
-Entonces demuestralo. —Le digo finalmente, levantándome. -Me tengo que ir. —Le digo mientras camino a las escaleras, él sólo me mira y se despide con un gesto.


-¿Lei? Tú... ¿Hace cuánto estás aquí?—Digo con sorpresa, mirando a Lei en el tercer escalón.

Narra Lei

-Acabó de llegar. —Le digo mintiéndole. Estoy aquí desde que ese chico extraño subió, no pude entender nada de su conversación, pero parecían conocerse bastante bien, aunque ella parecía estar enojada.
-Okey, creí que ya no vendrías más aquí. —Me dice mirándome triste.
-Sólo vine por unas cosas que olvidé. —Le digo frío, está a punto de responderme cuándo el sujeto con él que conversaba llega a nosotros y se dirige a ella.

-Sujey, olvide pedirte que me enseñarás la escuela, puedo invitarte un café si gustas. —Le dice animadamente, intentando tomar su mano, pero ella lo evita avanzado un escalón y negando con la cabeza.
-No puedo, estoy ocupada. —Le dice molesta. Él chico la mira triste y ella se marcha a todo prisa sin despedirse.
Inconsciente sonrió por la manera en que lo ha tratado.
A decir verdad, venía a buscarla, estos días eh extrañado mucho su compañía y aunque no eh cambiado mi decisión, verla por un momento es grato para mí.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora