CAPÍTULO 2.

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Narrar Huaze Lei


—"Cuando tengas ganas de llorar párate de manos, de está manera las lágrimas no caerán" -recuerdo la frase que Jing me dijo cuando era pequeño y la vida se venía sobre mí.
Cuando tenía 5 años no podía articular ninguna palabra, me costaba mucho socializar y mí aprendizaje era un poco lento, sin embargo Jing siempre estuvo ahí a mí lado, diciendo que mís dibujos eran grandiosos aunque en realidad no lo eran, nunca me abandono a pesar de lo frío, distante y grosero que era con ella. Siempre que mí madre me regañaba o se molestaba por los problemas que tenía, ella siempre me decía su típica frase que inmediatamente me hacia sonreír. Con su compañía pude salir adelante y recuperme, después de un tiempo durante mí adolescencia termine perdidamente enamorado de ella, era mí ejemplo, mí guía, lo que más brillaba para mí, la admiraba tanto.  Hasta que un día decidí declarle mís sentimientos pensando que serían correspondidos, fuí rechazado, pues su corazón ya estaba ocupado por Mine Huk un chico que conocimos en secundaria, ella lo amaba tanto que podía verse reflejado en sus preciosos ojos, yo no podía contra ello y aunque lo quisiera no podría interferir con su felicidad. Aquel día todo cambió y algo se rompió dentro de mí. En verdad me dolía el corazón, tanto que decidí cerrarlo y ser frío y distante ante cualquier chica o persona que se me acercará, decidí no interesarme en los asuntos de los demás y enfocarme en mí y en mí futuro.
Tenía tres amigos, que aunque para nada se comparaban con Jing habían estado conmigo desde que tengo memoria, son los únicos amigos que en verdad consideró cómo tal y es que llegue a la conclusión de que no necesitas a miles de amigos,  a veces incluso sólo se requiere de uno para estar bien y sentirse cómodo, necesitas a personas con las que puedas ser como quieras y no te juzguen, con quien te entiendas, con quien puedas pelear y después puedas arreglarlo con un buen apretón de manos y una partida de brigde. Yo los tenía a ellos y con eso bastaba.
—¡Hey Lei! Hazme casó -dice Daoming si chasqueando los dedos.
—Te fuiste a la luna amigo -dice esta vez Meiuzo.
—Vamos Lei ni siquiera haz probado el té -dice Ximen un poco molesto.
—Lo siento chicos me eh quedado pérdido en mís pensamientos.
—Bueno pues sal de ahí y vámonos tenemos que ir a comprar los útiles de la escuela que aún nos faltan antes de volver a entrar a clases -dice Daoming Si otra vez, saliendo de su casa.

Había olvidado que una semana entramos a la Universidad. Estudió música, me apasiona mucho tocar el violín y realmente era bueno en ello, a los cuatro no se nos dificultaban nuestras áreas en general, éramos conocidos y populares por ello y sinceramente es algo que no me interesa.
Sólo espero que las cosas no cambien y pueda seguir conservando mí tranquilidad y sobre todo espero seguir conservando mí corazón y mís sentimientos en lo más profundo de mí, lejos e inalcanzable de cualquier persona.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora