Serendipia - Huaze Lei

CAPÍTULO 1.

–¡Mamá! —gritó, saltando de emoción. –Me han aceptado en la Universidad en Shangai —vuelvo a decir con la misma emoción.
Mí madre entra a mí habitación con los ojos cristalizados acercándose a mí.
—¡¿En serio hija?  Qué felicidad, lo lograste, sabía que lo lograrías, siempre confíe en tí! - dice emocionada, yo sólo asiento y la abrazo cómo si mí vida dependiera de ello.
Después de que toda mí vida se basará en mala suerte y en tener el mismo ciclo patético dónde todos se cansan de mí y me abandonan, entrar a la univerdad que tanto anhelaba es algo de impresionante para mí. Aunque esto implica tener que mudarme al otro lado del mundo literalmente.
Se vienen tantos cambios en mí vida tan importantes que tengo un poco de miedo, pues implica también un punto importante, tener que dejar a mís padres y a mís hermanos.
Decidí que si quiero romper por completo un  ciclo y comenzar a valororarme cómo es debido tengo que salir de mí zona y conocer más allá de mís límites, es por esto que eh decidido irme, necesito tomar un rumbo diferente, necesito ser independiente, necesito valorarme y que me valoren, necesito amarme y sobre todo necesito encontrarme, encontrar mí camino, encontrar lo que quiero hacer toda mí vida, necesito paz, necesito dejar atrás mí pasado.
—¡Sujey! te estoy hablando hace un buen rato, ¿que pasa por esa cabecita tuya? -me dice mí madre con una sonrisa, haciéndome percatar de que me eh hundido en mís pensamientos por un largo rato.
—Perdón mamá me fuí de viaje dentro de mi mente —digo riendo y plantandole un beso en la mejilla.
—Me eh dado cuenta hija -dice riéndose conmigo. —Apresurate a arreglar todo para la documentación y el proceso para mudarte, tú padre y yo veremos algunos departamentos para rentar seguros y todo eso de la mudanza.
—Okey mamá, gracias.
—Felicitaciones hija, llamaré a tú padre para contarle -me dice saliendo de mí recámara.

Después de hacer todos los trámites necesarios decidido bajar a  comer algo, siempre que me pongo nerviosa o demasiado ansiosa me da muchísima hambre. Veo ahí a mís padres y a mís hermanos viendo la televisión en la sala riendo, y sin querer las lágrimas bajan por mís mejillas, porque sé que soy demasiado afortunada de tenerlos, mí familia compensa lo mal que me va en el amor, la amistad y todo en general.
Mí padre se percata de mí estado y se acerca a abrazarme.
—Los voy a extrañar con todo mí corazón –digo mientras me suelto a llorar y para mí sorpresa todos se acercan y me abrazan.

ѕємαηαѕ ∂єѕρυéѕ...

—¿Documentos? ¿Equipaje? ¿Dinero? ¿Fotos? ¿Libros? ¿Celular? -pregunta mí mamá apresurada y ansiosa
—Listo, listo, listo, listo, listo y listo -digo sonriendo ante la paranoia de mí madre.
—Excelente, Kira ya está en su jaula preparada, vámonos al aeropuerto -después de pensarlo por días eh decidido llevarme a mí gatita, la imaginé deprimida, delgada y sucia, todos los escenarios trágicos que se puedieran imaginar y no pude con ello, pues ella no podría vivir sin mí y yo sin ella, así que aunque fue difícil la documentación y todo finalmente logré que viniera conmigo, al menos tendré una magnífica acompañante.
—Vámonos -contestó con la voz entrecortada mientras subo al carro dónde ya se encuentra mí padre y mís hermanos.
—No estés triste hija, no siempre vamos a estar juntos y lo sabes, cada uno tiene que hagarrar su propio camino y volar -dice mí padre lo más serio posible.
—Así es hija nosotros estamos muy orgullosos de tí y sé que no nos vas a fallar, este apoyo, el darte la Universidad es la herencia más grande que te podemos dar y sabemos que la vas a aprovechar.
Mí mamá es la que me ha dado la fuerza y el coraje que necesitaba para no renunciar, si no fuera por ella ni siquiera estaríamos en camino al aeropuerto.

Después de la dolorosa despedida de mí familia, subo al avión con un nudo en la garganta, aquí dejó la mitad de mí corazón con ellos y también dejó mí vida del pasado.

Bajó del avión cansada y
adolorida, después de 19 hrs de viaje estoy tan agotada que podría quedarme aquí mismo en el suelo, sin embargo tengo que instalarme en el departamento que han rentado mís padres y también  tengo que avisarles que eh llegado, así que sin más tomó un taxi que me llevé a la dirección.
Las clases comienzan en una semana, tiempo suficiente para desempacar y conocer un poquito el lugar, también para ir de compras, necesito un par de cosas escolares.

Desde que decidí venir a estudiar aquí tomé clases de Mandarín, evidentemente no podía comunicarme en mí idioma natal que es el español, después de mucho esfuerzo logré hablarlo, además del idioma inglés, logré dominarlo un poco porque siendo sincera no soy muy buena hablándolo.
La carrera que elegí es nutrición, al principio mís padres estaban en contra, pues para ellos no tenía caso  irme al otro lado del mundo para estudiar nutrición pues en México hay muchas escuelas que ofertan la carrera, sin embargo después de mostrarle todos los planes de estudio y la calidad de la Universidad Migde los convencí y me apoyaron.

Ahora solo espero que me vaya bien y sobre todo que la vida deje de odiarme cómo la ha hecho.