Prólogo

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- ¿Sujey? -me llama, mientras toma mi mano delicadamente.
Mís ojos estaban pérdidos en el cielo profundo y estrellado sobre nosotros; la luna se veía majestuosa y brillante.
-¿Qué pasa? -preguntó sonriendo.

-Sabías que, la frase "La luna es hermosa" significa "Te amo"—Da un profundo suspiró y luego continua.-En culturas cómo la japonesa, muchas veces se ultiliza para declararle o expresarle amor a alguien. —Piensa unos segundos y después de ello aprieta mi mano con más fuerza. —
– Sujey la luna es hermosa. —Me dice finalmente.
Sus dulces palabras me hacen voltear a verlo; está recostado a mí lado, sobre la manta que hemos traído; Kira está sobre él ronroneando.

Sus ojos brillantes están centrados en algún punto en el cielo, su sonrisa parece no desaparecer y por unos segundos me permitó perderme una vez más en ella.

~Significa "Te amo"~ sus palabras resuenan en mi mente y es entonces cuando vuelvo a la realidad,  ¿Él me está diciendo que me ama?
Claro, no lo dudaba ni siquiera un poquito, sabía que me amaba, porque yo también lo hacía con toda mi alma; sin embargo no sentía la necesidad de expresarlo con palabras hasta ahora; mi madre siempre me dijo que el amor no sólo se expresa a través de palabras, ella siempre dice que lo más importante son las acciones, la forma en que alguien nos tratará y lo que estaría dispuesto a hacer, eso era el amor, el apoyo incondicional, el cariño palpable, el brillo peculiar en los ojos, los latidos intensos en el corazón.
Huaze Lei era aquello que aunque lo veía todos los días con mis propios ojos me costaba trabajo creer que era real; cualquier acción de su parte me hacía sonreír genuinamente; Era aquello que hacía olvidar todo lo malo, los problemas y el caos de mi mente.

-La luna es hermosa Huaze Lei —
respondó finalmente de manera tranquila. —Su sonrisa se hace más grande, aún si esto no es posible.

Un silencio se hace presente, un silencio cómodo y tranquilo.

-¿Creés en el destino? -pregunta de repente girando su cuerpo hacía mí, acción que imito al instante.
-Sí -contestó simplemente sin dudarlo. -¿Tú lo haces? ¿Creés en el destino? -Preguntó y sonrió un poco nerviosa.
-No lo hacía, siempre creí que ese tema era simplemente de fantasía y poco realista, hasta que llegaste tú; tú haces que crea en todas las cosas imposibles en este mundo.

Nuestras miradas se encontraron y ambos sonreímos.

Y es que el destino siempre estuvo de nuestro lado, el destino sabía lo mucho que nos necesitábamos; el destino conspiró y logró que estuviéramos en el lugar correcto.

Porque después de todo lo nuestro es un "hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta"... SERENDIPIA.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora