CAPÍTULO 7

1.3K 130 1
                                    

Narra Sujey

Después de despedirme de Lei, vaya se siente bien poder llamarlo por su nombre y no cómo chico misterioso, camine lo más rápido que pude, apenas había soportado mís nervios, no había tenido cercanía con un chico desde hace tiempo, tuve una experiencia realmente mala, así que  desde ahí rompí todo contacto que tuviera que ver con chicos.
Lei es diferente, no sé porque, pero lo siento, el día que me hizo sentir tranquila con la melodía de su violín lo supe y lo confirme el día que hizo que me tranquilizara en la azotea. A pesar de que me dejó caer al suelo de alguna manera sé que no lo hizo con una intención tan mala.

Al verlo caminar sólo bajó la lluvia no dude en acercarme a él, noté que iba sumergido en sus pensamientos, deducí que tenía que ver con la tensión que se notó en su mesa, debido a que después de eso lo ví salir.

Después de eso tomé el autobús y llegué a mí departamento, mí gatita ya estaba esperándome para comer.

Al día siguiente...

Después de clases tengo un receso de una hora, así que decidó ir a la azotea. Está vez intentaré no ser tan escandalosa para no molestar a Lei.

Al llegar parecía no haber nadie, busque en cada rincón para asegurarme, al principio me sentí un tanto decepcionada pues esperaba encontrarlo a él.
-Bueno tengo toda la azotea para mí —digo sentándome y disponiéndome a comer lo que eh traído, creo que eh exagerado un poco, traigo un montón de golosinas y un bote de helado, lo sé nada sano, pero una vez al año no hace daño como dice mí madre.

Pongo un poco de mí música y comienzó a tararear y mover torpemente mís piernas y brazos haciendo una especie de baile, mientras como lo que traje.

-¿No es mucho para tí? —escuchó una voz, haciéndome saltar del susto pues su presencia fue inesperada, como instinto lancé una bolsa de papas y al hacerlo pude percatarme de que era Lei.
-Ouh ¿Qué te sucede? ¿Por que me atacas? —Me dice sonriendo y recogiendo la bolsa que le eh lanzado.
-Lo lamentó, me asustaste, no esperaba que vinieras tú o alguien más.
—Me eh dado cuenta, cuando llegué parecías muy concentrada cantado. —Me dice mientras toma asiento junto a mí.
-¿Me estabas espiando? Eso es de mal gusto —digo haciendo un puchero.
-Claro que no, llegué hace poco. Al parecer sigues invadiendo mí espacio.

-¿Disculpa? ¿En dónde dice que la azotea es tuya? —digo levantando una ceja para hacer parecer que estoy molesta.
-Ahí —dice señalando la parte de arriba de la pared de atrás. Haciéndome dirigir la mirada hacia dónde apuntaba.
-No veo nada ahí, no dice nada —le digo confundida y cruzando los brazos.
-Ahora sí —me dice levantándose y tomando un gis, que extrañamente apareció ahí, escribiendo "propiedad de Huaze Lei"
-Oye no seas tramposo, así no cuenta —le digo haciendo nuevamente un puchero.
-Claro que cuenta ahora estás expulsada de aquí pequeña Sujey. —me dice sonriendo.
-Tonto —le digo mientras le hago un gesto sacando la lengua.
-Eres muy tierna cuando haces eso, ¿lo sabías?
Al escucharlo decir eso no puedo evitar sonrojarme.
-Aww te haz sonrojado, que tierna —me dice mientras sorpresivamente aprieta mí mejilla y sonríe.

Cuando se percata de su acto retira inmediatamente su mano y su mirada se vuele pérdida y distante.

-Yo...—intentó aligerar el ambiente. -No digas nada, me voy —me interrumpe y veo cómo camina apresuradamente.

No lo entiendo, no entiendo su actitud.


Días después....

-Por supuesto, escuche que los F4 estarán presentes, de hecho Huaze Lei es el organizador. —escuchó decir por milésima vez, desde hace unos días un rumor sobre un evento muy importante de música corre por toda la escuela y lo más interesante de ésto es que ahora me doy cuenta de lo conocido que es Lei, al parecer pertenece al famoso grupo de los F4, vaya sorpresa.

-Sujey te estoy hablando. —me dice Sarahí en tono desesperado.
-Oh lo siento, estaba pensando.
-Es sobre el evento ¿cierto? ¿Los conoces? —me pregunta.
-Algo así, hace poco fueron al lugar en el que trabajo aunque en ese entonces ni siquiera sabía quienes eran. —respondó restándole importancia.
-Oh, entonces deberíamos ir, los de primer semestre pueden asistir, no perdemos nada. —me dice entusiasmada y dejándome pensar y debatirme en ir o no.
-Está bien, ¿por qué no? —le respondó finalmente.

Después de todo no había visto a Lei desde hace unos días y el sólo rumor de que tocaría su violín me hizo estallar de curiosidad.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora