CAPÍTULO 4.

1.4K 130 0
                                    


Narra Huaze Lei

-Creo que nos vimos en el salón de música hace una semana. —me responde la chica un poco más tranquila al parecer.
-Ohh claro, sabía que había visto a una chica enana en alguna parte. —le respondo con intención de molestarla.
-¡Oye! Yo no tengo la culpa de que tú hayas crecido de más —Me responde girando y mostrándome la lengua infantilmente.
-Eres realmente rara.
-Lo soy, siempre lo eh sido y me alegra ser rara. —me responde jugando con la manga de su suéter color amarillo.
-¿En que idioma estabas gritando? Me parece que lo eh escuchado, pero no lo recuerdo, por eso no pude entender lo que estabas diciendo, quizás estabas planeando asesinar a todos y nadie lo entendió.
-Que bah, mí capacidad de maldad no llega a tanto. Es español, mí idioma natal. —me responde riendo un poco. Su sonrisa produce en mí un sentimiento cálido, me hace querer seguir haciéndola sonreír.
-Okey, suena bastante peculiar. -ella gira en mí dirección y me sonríe nuevamente. -Me tengo que ir, gracias haz hecho que me tranquilice un poco, espero volver a verte. —me dice moviendo la mano en señal de despedida. Le respondó el gesto y la veo marcharse.

¿Que me sucede? Eh tenido una plática con una extraña y no pude comportarme frío con ella, además de que eh logrado tranquilizarla, este no soy yo.
Sabía que esa chica era especial, lo supe hace una semana mientras nuestras miradas se cruzaban. En ese momentos sólo existíamos ella y yo, ambos perdidos el uno en el otro, me dió tanto miedo aquel sentimiento que salí huyendo. No puedo volver a ver a esa chica.

Días después...

Me eh enterado que Jing volverá de París con su prometido hoy. Miles de veces me eh convencido de que la olvide completamente, que todo sentimiento por ella desapareció, sin embargo no pude evitar sentir unos nervios impresionantes al saberlo. A pesar de todo seguía siendo mí mejor amiga de toda la vida, supongo que verla feliz me ayudará a saber que mí decisión de dejarla ir fue la correcta.

-Huaze Lei vamos a ir por Jing al aeropuerto, ¿quieres venir? -dice Daoming Si con un poco de preocupación en sus ojos, sé que aún saben que Jing es un tema delicado para mí.
-Por supuesto, ¿por qué no iría? -le contestó levantándome del sillón en el que estaba sentado y dejó mí libro en el lugar donde lo tomé.
-Bien vámonos, que se hace tarde. -dice Ximen está vez.

Llegamos al aeropuerto justo a tiempo pues llegando pude visualizar a Jing con una maleta y de la mano de Mine Huk. Se veía diferente apenas era reconocible, tenía el cabello más corto y había adelgazado más.

-Bienvenida Jing. -escuchó decirle a Meiuzo mientras la abraza.
Lo mismo ocurre con Ximen y Daoming Si.
Yo no podía moverme ni articular ninguna palabra, verla después de tanto tiempo me causaba una revoltura de sentimientos y emociones.
Sentí unos cálidos brazos rodeandome, eran los de Jing, ella estaba abrazándome mientras me susurraba -te extrañe tanto Lei.—
Yo también la había extrañado, por fin lo pude aceptar, la había extrañado locamente, la extrañaba de manera especial, la extrañaba cómo mí amiga.
Cuando se separó de mí regresó a tomarse de la mano con su prometido. Me alegra que sea feliz, puedo notarlo en sus ojos.
-Vamos a comer algo y después a beber un poco de té para ponernos al día -propone Ximen, a lo que todos aceptamos.


-Entonces el corazón del salvaje Daoming Si a sido conquistado —dice Jing riendo ante la historia amorosa que le hemos contado de él y la chica llamada ¿Shancai? No recuerdo su nombre, no suelo poner atención en los asuntos de los demás.
-Efectivamente, los únicos normales aquí somos Huaze Lei y yo porque Ximen también anda tras la mejor amiga de la novia de Daoming Si. -dice está vez Meiuzo.
-Supongo que sí. -respondó mientras tomó un poco de agua.
-¿No haz conocido a una chica linda por ahí? Eres muy lindo y talentoso Lei, no puedo creer que sigas sólo. -dice Jing viéndome fijamente.
-No es algo que me interese en este momento y tal vez nunca me interese. —Le respondó molesto y dandóle una mala mirada.
Escuchó cómo todos aclaran sus gargantas y siento cómo se tensa el ambiente.
-Sí bueno que les parece si vamos por un té, hay una tienda que abrió hace poco —propone Daoming Si aligerando un poco el ambiente.
Todos asentimos y nos dirgimos al lugar que mencionó.

-Bienvenidos, ¿que les puedo ofrecer? —esa voz es...
Al verla girar puedo confirmarlo es la chica que encontré en la azotea. Al parecer trabaja aquí.

Serendipia - Huaze LeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora