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Los leves rayos que entraban por la ventana chocaron contra mis parpados provocando que poco a poco comenzara a abrirlos. Ni siquiera los había abierto por completo pero ya los había vuelto a cerrar con mucha fuerza por el gran dolor que sentí en mi cabeza.


¿Qué demonios paso ayer?

Acaricie mi cabeza ligeramente mientras que miraba el lugar donde estaba, la confusión no dudo en aparecer en mi rostro al darme cuenta de que no estaba en mi cuarto pero me alarme cuando me di cuenta de que este cuarto era de...

¡AIDAN!

Olvidando que la cabeza me dolía comencé a mirar desesperadamente todo el lugar y me di cuenta de que el vestido que llevaba puesto y los tacones que tenia se encontraban en el suelo.

Mierda, mierda y mucha más mierda

Mire por debajo de las sabanas para ver si me encontraba desnuda y gracias al cielo me di cuenta de que no me encontraba así, al parecer tenia una camiseta de Aidan. Sonreí cuando su aroma se estampo contra mi nariz, olía tan bien. Menea mi cabeza al instante, él es un idiota y...y es un idiota.

Estaba a nada de levantarme para salir corriendo de este lugar pero la puerta de lo que parece el baño se abrió. Un ardor domino mis mejillas cuando me di cuenta de que Aidan salía del baño.

Una toalla estaba enrollada en su cintura, su cabello estaba mojado y desordenado, algunas de las gotas de agua que Aidan tenia en las puntas de su cabello caían hacia su pecho desnudo, Dios, se ve que va seguido al Gym.

Inconscientemente mordí ligeramente mi labio inferior mientras que mi miraba aún seguía en él.

—Al fin despiertas —Su voz gruesa me saca de mis pensamientos.

—Ehh si, si claro —Digo nerviosa.

Veo como camina hacia un mueble, toma algo y luego se da la vuelta para comenzar a caminar hacia mi junto con un vaso de agua y una pastilla.

Se sienta en el borde de la cama —Ten —Me da el vaso y la pastilla —Para que se te pase el dolor de la resaca —Dice con una ligera sonrisa.

—Gracias —Digo a lo bajo para luego meter la pastilla a mi boca y tomar un poco de agua.

Después de tomar la pastilla mire a Aidan el cual me miraba, era un silencio incomodo para mi así que decidí romperlo con una cosa estúpida.

—Tu...yo —Hice señas con mis manos para que entendiera pero el solo me miraba confundido —¿Follamos? —Pregunte nerviosa, confundida y curiosa.

De parte de Aidan solo recibí carcajadas de él.

¿Qué le causaba tanta risa?

—Ojalá —Dice riendo y el leve sonrojado en mis mejillas se hizo mucho más notable —Tranquila, no paso nada —Dice sonriendo dulcemente

¿Por qué se comporta así conmigo?

—¿Y qué paso? —Pregunte aun acariciando mi cabeza.

—Pues tomaste demasiado alcohol, bailaste como nunca, coqueteabas con las personas, cantabas, te besaste con Joshua —Pude ver la rabia en sus ojos cuando menciono el nombre de Joshua —¿Acaso no controlas bien el alcohol? —Pregunto irónico y yo baje la cabeza apenada.

—Es mi segunda vez, no puedes culparme —Dije en murmuro algo avergonzada.

—Lo supuse —Dijo en susurro con algo de sarcasmo y yo lo mire mal.

La resaca se fue de la nada, haciéndome reaccionar que me encontraba en la habitación del idiota de Aidan. Rápidamente me levante de su cama provocando que caiga al instante que mis pies toquen el suelo.

—Carajo —Murmuro algo adolorida.

—¿Estas bien? —Pregunto estirando su mano para ayudarme a levantarme.

Yo no acepte su ayuda y con algo de dificultad me levante del suelo.

—Yo...te-tengo que irme —Dije tomando mis cosas rápidamente.

—Pero... —Lo interrumpí.

—Gracias por dejarme quedar en tu casa y adiós —Dije para comenzar a dar pasos rápidos hacia la salida de su habitación.

—¡Mi cami...! —No alcancé a escucharlo ya que me encontraba ya lejos de el.

Salí de su casa casi corriendo, sentí un pequeño piquete en mis pies, al fin había salido de su casa y mis pies estaban tocando el caliente suelo. Jadee cuando comencé a sentir ardor en mis pies, con mis cosas en las manos comencé a correr hacia mi casa muy rápido por el leve ardor que sentía en mis pies.

Al llegar a mi casa saque las llaves de mi bolsa y abrí la puerta para luego entrar en mi casa y soltar un ligero suspiro. Deje las lleves colgadas y con mis cosas en las manos comencé a caminar hacia las escaleras con mas tranquilidad porque el suelo de la casa era fresco, ya no sentía el ardor de antes.

Subí las escaleras para poder llegar a mi habitación, abrí la puerta de mi habitación y entre en ella para después cerrarla de un leve portazo. Tire las cosas por algún lugar y aun con cansancio me tire a mi cama. Cuando me tire a la cama cerré mis ojos mientras que formaba una sonrisa en mi rostro pero esa sonrisa se borro cuando recordé que tenia la camiseta de Aidan.

Me levante de la cama y me senté en ella para poder apreciar mucho mejor la camisa que llevaba puesta. Me quedaba grande, me quedaba por encima de las rodillas, sonreí una vez más cuando sentí el olor varonil de Aidan chocar contra mis fosas nasales.

No se a ustedes pero a mi me encanta el olor de los hombres. Su olor es otro nivel

Me levante de la cama y camine hacía la ventana, recorrí las cortinas y mire el cielo mientras que seguía oliendo el aroma varonil de él.

Odio a Aidan pero ¡Ahg! su olor es tan...increíble

Mire hacia la ventana del frente, la de Aidan y pude ver como se encontraba acostado. Se encontraba acostado en su cama mientras que sus manos se encontraban cubriendo su rostro, apuesto que soltaba un largo suspiro mientras que pensaba en sabe que cosa.

Pude ver como aun tenia la toalla amarrada en la cintura así que mordí mi labio inferior ligeramente una vez más.

Carajo. ¿Por qué tenia que ser un idiota tan sexy?

Pude ver como quito las manos de su rostro para poder ponerlas en su cabello, yo aun no reaccionaba y seguía mirándolo hasta que veo como gira su cabeza hacía el lado donde yo estoy.

Instintivamente me agache con demasiada velocidad para que no sospechara que yo estuviese ahí pero la risita que soltó me confesó que sabia que yo estaba ahi.

—Adoras verme ¿No es así? —Escuche como grito con burla.

¿Qué había pasado con el Aidan de esta mañana, el cual me hablaba con dulzura? Pues se había ido al carajo y el idiota de Aidan había vuelto.

Con mucha pena comencé a arrastrarme por el suelo para poder llegar hacia el baño de mi habitación.

Creo que una ducha no me vendría mal

𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐔𝐧 𝐅𝐮𝐜𝐤𝐛𝐨𝐲 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora