Tú Conmigo y Yo Contigo

Paseo por el Nether

-¡¡¿Al nether?!!- preguntaron sin entender.

-El desierto está muy lejos de aquí, usaremos el nether para acortar camino, además si sabes dónde abrirlo exactamente llegaremos más rápido, pero hay que moverse ahora- dijo Freya construyendo mientras el grupo hacia lo que Astrid ordenó.

Una vez que los caballos y el equipaje que sobraba quedaron protegidos todos se prepararon frente al portal, Astrid les entrego a cada uno un casco de oro, estaban muy apurados y querían evitar enfrentamientos innecesarios con lo pesados de los piglins. Cargaron en sus mochilas con lo necesario, como botiquines, armas, comida, algunas pociones.
El portal del nether era extraño, aterrador, misterioso pero también era excitante. Con ese sonido tan particular que parecían susurros, aquellas pequeñas luces moradas que bailaban entrando y saliendo de él, te invitaban a ingresar. Quizás eso mismo lo hacías atractivo, la incertidumbre y el no saber a dónde te llevará ni quién te esperara del otro lado.

Atravesaron en silencio y en silencio continuarían, con Astrid a la cabeza y Freya cubriendo la retaguardia. Está última rompió el portal, para que nadie se colara ni los de afuera hacia adentro ni los de adentro hacia afuera. Aquel día, o al menos aquel sector, el nether estaba tranquilo, sólo a lo lejos se podía ver una pelea entre piglins y aquellos piglins zombificados. Pero nada fuera de lo normal, cuando escuchaban ghasts era cuando se ponían alerta, el maldito fantasma podía liárselas bastante si se lo proponía, pero fueron construyendo un pequeño túnel, con cuidado de no quedar expuestos, de no caer al vacío y de no toparse con aquellos espacios con lava que te tomaban de sorpresa y terminabas ardiendo. En el nether, el agua no sirve.

Astrid, quien iba primero que todos seguida por Luzu y Auron, se detuvo un par de veces para asegurarse de que estaban yendo en la dirección correcta. Hubo un par de giró obligados, para evitar caer a la lava y para cubrirse de un grupo de esos cubos de lava que saltaba sobre la tierra de sus cabezas. Había que evitar batallas innecesarias en el nether.

Llegaron a una zona plana- mierda- susurró Astrid deteniéndose y justo detrás de ella se detuvo el grupo.

-¿Qué ocurre?- preguntó Luzu asomándose.

-Problemas... justo en medio de aquella zona hay que abrir el nuevo portal- dijo señalando al frente.

-¿Hablas de esa zona llena de piglins y piglins zombificados?- preguntó nervioso, y es que el número de criaturas era alto.

Todos se amontonaron para ver aquella zona, pensando en las posibles soluciones para no armar una pelea y que ninguno de ellos los siguiera a través del portal. En su clara tez se esbozó una sonrisa traviesa y con cuidado se abrió paso saliendo del escondite.

-No, calvo ¿Qué haces?- preguntó Auron intentando detenerlo sin poder tomarlo de su sudadera.

Su plan era sencillo, sencillo, arriesgado y un poco estúpido. Pero ya lo había hecho con Vegetta y pudieron salir del problema en el que se habían metido. Se colocó delante de uno de los cerdos zombie pequeñitos que lo miraba con una expresión boba.

-Tan empanados como siempre- le sonrió, a continuación, vio a un piglin cerca y aprovecho a quitarse su casco- ¡¡Hey piglin bobo!!-.

-No sé si es brillante o idiota- dijo Willy mientras sus compañeros reían por lo bajo.

-Esten preparados, tenemos poco tiempo de distracción- dijo Astrid- denle espacio a Freya para construir el portal, Luzu, Auron, Alexby y Lolito cúbranla. Willy, Fargan, Herny, Jesús y yo no encargaremos de Rubius- asintieron moviéndose con rapidez.