Tú Conmigo y Yo Contigo

En camino

La observó desde la distancia, no había enemigos cerca de ellos, Freya solo miraba el cielo nocturno, al acercarse a ella, Rubius notó como las lágrimas que habían bajado por las mejillas de aquella mujer dejaron un pequeño rastro que brilla con la luz de la luna. Luego de unos minutos notó la presencia de los demás detrás de él pero no dejó de observarla. Su perfil le traía recuerdos de cuando era pequeño, ella solía perder su mirada en el velo oscuro de la noche como buscando o esperando algo y él solía escabullirse simplemente para verla.

-Cuando me obligaron a venir a este mundo, cada noche observaba el cielo esperando por volver a mi hogar y cuando logré volver, lo único que deseaba era regresar con ustedes- los miró con una sonrisa un poco lastimosa- ojala la situación fuera diferente, ojala pudiera ver a este nuevo Karmaland, ojala no estuviera aquí para pelear de nuevo... no de nuevo- susurró limpiando sus mejillas.

-Mamá Freya- Rubius se acercó a ella para tenerla de frente- ayúdame a traerlo a casa, por favor-.

Freya sonrió y acarició su cabeza cariñosamente, despeinándolo- no te asustes osito, lo traeremos, es ilegalísimo que este lejos de ti-.

No sabía dónde estaba, pero distinguió que iba en movimiento, sus pies amarrados y sus manos también detrás de su espalda. Sus ojos estaban somnolientos, escucho el sonido de los cascos de caballos y luego lluvia, nada más que eso. Sus ojos volvieron a cerrarse y quedo inconsciente sobre aquel suelo en movimiento.

-¿Despertó?-.

-Aún no, sigue durmiendo-.

-Mantente atenta, quiero que me avises en cuanto despierte, Gaia- ordenó Less.

Lo cuatro iban es una especie de pequeño carruaje, tirado por aquellos escalofriantes corceles de esqueleto, corrían a una velocidad inigualable, ni el caballo más veloz de Karmaland podría igualarlos.

-¡¡¿POR QUÉ DEMONIOS ESTA ELLA AQUÍ?!!- Red ya no resistió más su ira. Que esa mujer este junto con Less no era parte del plan, al menos del plan que él conocía.

-Pobrecito Red, está un poco confundido- dijo Gaia entre risitas- Less y yo hemos estado juntos desde el principio- le informó con una sonrisa para nada inocente.

-¿Qué ganas con todo esto?-.

-Tener al Dios más fuerte para que bendiga y proteja mi reino, cuando todo esto acabe volveré a levantarlo y será más poderoso que ningún otro-.

-Eres ambiciosa-.

-Por mi reino y por mi gente lo seré siempre, le pese a quien le pese-.

-¿Y qué va a pasar con mi venganza?- preguntó aún molesto Red a Less.

-Gaia te tiene una propuesta a eso- respondió Less con calma.

Red y Gaia se miraron, el primero esperando escuchar su, probablemente, ambiciosa propuesta, la cual rechazaría.

-Para reivindicarme contigo, te propongo convertirte en el nuevo rey de Oliviet- Gaia le sonrió- obviamente no tendrás el mismo poder que yo, pero si serás el segundo al mando-.

Red comenzó a reír, molestando a Gaia y sorprendiendo a Less- déjame ver si entendí- dijo controlando lo más que pudo su risa- me estás ofreciendo, nuevamente, ser tu puta marioneta- la miró molesto- ni de coña- continúo dirigiendo el carruaje- no pretendo volver a Oliviet, así que te daré tiempo para que me propongas otra cosa-.