Perdóname Osito

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-Sigues sangrando, Less- susurró ya agotada.

-Aún tengo la fuerza necesaria-.

-Lo sé-.

Con un golpe certero Freya terminó en el suelo.

-Se acabó Freya... perdiste- le susurró con una sonrisa empuñando con fuerza su espada y elevándola para dar un golpe final y certero a la mujer que estaba debajo de él. Sintió como su propio cuerpo era derribado y pudo notar a la mujer de cabello corto y castaño empujándolo y alejándolo de su amiga.

Sonrió... bingo.

-¡¡Astrid no!!- gritó Freya con una expresión horrorizada.

Rubén no lo entendió, fue tan rápido, sus ojos chocaron con los de Vegetta y notó que lloraba, el mayor lo abrazó muy fuertemente y lo besó casi con desesperación repitiéndole una y otra vez lo mucho que lo amaba, que siempre lo haría y pidió que cuidara de Nieves y Akira.

-¿Vegetta?-.

-Perdóname Osito-.

Sintió su alma abandonar su cuerpo cuando el recuerdo de aquella pesadilla golpeo su mente y su corazón al escucharlo decir aquello. Vegetta lo empujo lejos de él, con una sonrisa lastimosa.

-Me lo juraste... De Luque- murmuró Doblas, pero Vegetta ya no estaba ahí- Vege... Veg...- sintió como sus lágrimas caían por sus mejillas- ¡¡¡VEGETTA!!!-.

Con un rápido movimiento, Red y Gaia se habían llevado al azabache, alejándolo de sus amigos en el momento en el que todos estaban distraídos con ambas batallas. Antes de desaparecer detrás de esos tres, Less sonrió victorioso a Freya quien lo miraba horrorizada.

-Ven por él- le susurró- sí sobrevives- agregó desapareciendo del lugar.

Por el hueco que habían creado con la TNT dejaron que se filtrara una gran horda de zombis, arañas, creepers, brujas y esqueletos. Ninguno de los héroes contaba con algún arma así que tuvieron que encerrarse en la casa mientras Freya y Astrid eran quienes se encargaban de acabar con ellos, aunque la primera ya estaba demasiado agotada se notaba que se estaba esforzando al máximo.

-Debe de haber armas aquí- dijo Willy de golpe- debemos salir a ayudarlas e ir por Vegetta-.

Fargan, Auron, Alexby, Willy y las doncellas se pusieron a revisar por los rincones donde pudieran aparecer armas o alguna herramienta que les fuera de utilidad.

Luzu se había acercado a Rubius que lloraba abrazándose a sí mismo, mientras Nieves y Akira lo abrazaban sollozando también.

-Rabis- lo llamó con voz dulce, los demás se detuvieron a ver la escena desde la distancia.

-Me lo juró, Luzu- murmuró- me juró que siempre estaría conmigo, que siempre estaría para mí, que me amaba más que a nadie- apretó sus propios brazos.

-Levántate Rubius- dijo Willy molesto- no vas a ganar nada si sólo te sientas a llorar como un niño-.

-Willy- lo reprendió Luzu.

El albino miró molesto a su amigo- eres igual a Vegetta, siempre tratando a Rubén como si fuera un niño frágil de cristal, siempre apañándolo con abrazos y caricias- le dijo molesto.

-Willy detente- le pidió Fargan.

-No- agarró a Rubius por el cuello de su sudadera- te vas a levantar y nos vas a ayudar a deshacernos de esos monstruos y luego vamos a ir por Vegetta-.

Tú Conmigo y Yo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora