Tarde de niños (pedido)

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Si alguien piensa que sacar a pasear a un perro gigante de tres cabezas es una tarea imposible y quien sea te da esa tarea solo quiere reírse de cómo el perro te termina paseando a vos, estaría en lo correcto, total y completamente. Maldigo el momento en el que dije que era buena con los perros y cuando me dijeron que lo saqué a caminar.

Por primera vez sentí que siente una bandera flameando en el mástil o una muñeca de trapo en las manos de un bebé. Cerberus corría felizmente haciendo caso omiso a mis gritos y súplicas para que se quede quieto un segundo para poder soltar los mechones con los que me sostenía y bajar al suelo. Mis brazos y manos dolían como nunca, mi garganta ardía por tanto gritar y mi cabeza estaba a punto de explotar. Luego de dos minutos, que para mí se sintieron como una eternidad, un silbido logró que el animal se quede quieto.

-Cerberus, sentado- El perro obedeció y pude volver a tierra firme.

-¡Nunca más! ¿Escuchaste? - dije desde el suelo tratando de no vomitar por el mareo- Primera y última vez que paseo a esa cosa- apunté a la monstruosa bola de pelos que ahora actuaba como un cachorro inofensivo.

-No digas esas cosas, mi pobre cachorro se va a deprimir- respondió burlón mientras acariciaba su pelaje.

-Tu perro me odia y yo ahora lo odi- Te odio Lucifer, te lo diría, pero tengo el estómago en la boca. En su lugar golpeé el césped mientras mantenía el almuerzo en su lugar.

-Mc?... - era la voz de Beel a lo lejos. Me senté en el suelo y levanté una mano en respuesta.

Al verlo bien llevaba a Luke a caballito. Luke siempre fue tan pequeño o se achicó en el lavado?

- Qué raro que Luke se deje llevar a caballito... ¿Necesitas algo Beel? - de cerca era evidente el ángel rubio era más pequeño de lo normal. Talvez era parte de un experimento de Solomon o algo similar.

-Si. Luke no paraba de pedir verte, le dije que estabas ocupada, pero empezó a llorar y no me dio opción...

-¿Que? Luke no se comporta así ¿qué le pasa?

-Sobre eso...

Regresamos a la casa y en el camino Beel me explicó que Solomon se había quedado sin frascos y usó una botella de jugo para guardar una pócima. Luke la tomó pensando que era jugo normal y se convirtió en un niño pequeño. Simeon no lo puede cuidar porque Michael pidió que vaya al reino celestial y Solomon estaba ocupado buscando una solución, por lo que la última opción era dejarlo en la casa de los lamentos hasta nuevo aviso.

-¿Barbatos no podía cuidarlo? Se llevan normalmente de llevan bien- el mayordomo regularmente le daba clases de pastelería al angelito y por ello pasaban mucho tiempo juntos.

-Pensé lo mismo. Cuando llegue al castillo, le explique a Barbatos y se negó completamente. Dijo algo sobre tener más que suficiente con Lord Diavolo y que no necesitaba otro bebé para cuidar

- ¿En serio dijo que Diavolo era como un bebé?

-Talvez usó otras palabras

-Entonces no nos queda más opción que cuidar a Luke- Beel asintió- ¿lo podés llevar al living mientras me baño? Cerberus me llenó de barro y estoy a punto de vomitar...

Luke me miraba fijamente rogando con sus ojitos que no me vaya, pero al irme no volvió a llorar. Al parecer entendía que iba a volver dentro de poco. No estaba segura de su edad, pero no era un bebé pequeño ¿tal vez unos cuatro años? Nunca tuve que cuidar niños así que no sé cómo funcionan.

Mis pensamientos fueron interrumpidos en el momento que cerré la puerta del baño -Perro de Mier- Como no podía ser de otra manera mi almuerzo finalmente salió por donde vino retrasándome aún más. Además de bañarme y sacarme el barro del cabello tenía que limpiar el piso del baño.

Obey Me!/ OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora