Obey Me!/ Oneshots

No se llama amor (Pedido)

Tw: Tortura

Todos en algún punto de nuestras vidas soñamos con encontrar el amor, algunos desean un romance encantador y dulce como un caramelo, otros un amor amargo, pero sorprendentemente reconfortante como el té sin azúcar o talvez hay gente que prefiere un amor irracional que no acepta un no como respuesta y prolifera en incertidumbre. En los tres mundos hay muchas criaturas, seguramente alguien disfruta de esta última categoría, pero esa no soy yo.

¿Como podés elegir tan mal?

Al contrario de lo que muchos dirían yo no elegí esta posición. Al inicio era encantador, por fuera se veía serio, pero eso solo duraba hasta que estábamos solos. Una vez a solas era dulce y atento, todo lo que quería.

Era perfecto.

Éramos perfectos.

Pero todo lo bueno tiene un fin y este final llego en el segundo en el que descubrí las condiciones de nuestro pacto "No te perteneceré, sino que tú me pertenecerás". En ese momento no sabía, pero había cometido un muy grave error del que me arrepentiría por el resto de mi existencia.

Los siguientes días no fueron muy diferentes más allá de que me pedía mas cosas, pero al ser tan mínimas como prepararle café, organizar documentos o simplemente quedarme cerca suyo haciendo compañía no les prestaba atención. No soy alguien que le guste recibir órdenes, pero como no tenia nada mejor que hacer acepté, además en ese entonces todavía lo amaba.

En el momento en el que a las pequeñas ordenes se le sumaron restricciones fue cuando decidí poner los puntos sobre las íes. No tenia planeado dejar mi vida social de lado porque al señorito se le ocurrió.

Segundo grave error.

Lo confronte en su oficina en RAD dejando en claro que no tiene porque interponerse entre mis amigos y yo y que no iba a aceptar. Por un momento me miro sin decir una palabra, aunque su pequeña sonrisa me decía que no lo estaba tomando con la seriedad necesaria y hasta le causaba gracia mi queja.

-No tengo derecho a interponerme entre tú y tus amigos? - lentamente se levanto de la silla y se acercó a mi- Desde que aceptaste hacer un pacto conmigo te convertiste en una potencial marioneta. Me perteneces, por lo tanto, puedo decirte que hacer.

-Que estas diciendo? No voy a aceptar nada de esto y si seguís con este juego esta relación termina en este instante- mis palabras eran pesadas y tranquilas a pesar de sentir como el enojo crecía en mi pecho

-Claramente no entiendes que en este mismo instante te podría obligar a hacer lo que quiera, tu opinión es irrelevante- la forma en la que me miraba era... extraña- Aunque sería más divertido ver como tu rechazo cambia a aceptación con el tiempo. Después de todo este contrato es eterno y tenemos mucho tiempo juntos por delante.

En ese momento intenté darme la vuelta e irme, no quería seguir escuchar nada más. Quería borrarle esa sonrisa burlona de una cachetada y no volver a verlo. Pero al intentar moverme mi cuerpo se negaba, estaba paralizada.

-Por el momento quiero que pienses dos veces y recuerdes de lo que soy capaz antes de intentar algo en mi contra- acarició mi mejilla con el dorso de su mano- Tu mente es como un libro abierto. Por ejemplo, en este momento estás intentando mover las manos, me quieres golpear, también quieres llamar a Lord Diavolo

-Como sabes eso?!

-Lo acabo de decir, tu mente es un libro abierto- Antes de que pueda responder alguien tocó la puerta de la oficina- Parece que tendremos que continuar nuestra conversación en otro momento-murmuró un incomprensible mantra y pude moverme de nuevo- Contar de lo que hablamos está terminantemente prohibido ¿Entendido?