Lunes en la mañana, la mejor fórmula para levantarse de mal humor. Y Kim Bora no era la excepción a ella.
Apenas despertó tuvo la mala suerte de caerse de su cama por el odioso sol que daba en su rostro, encima de que cuando se fue a duchar el agua salió tan caliente que le dejó una gran marca roja en la espalda que no desaparecería al menos hasta el día siguiente. Y aún con dolor en su espalda tenía que ir a clase, pero no cualquier clase, justamente le tocaba la clase de costos y presupuestos. Lo que más odiaba en esta vida junto al odioso rostro del maestro Yang.
-Viejo estúpido, ¿Porque tenía que tener su clase el peor día de la semana?-se quejó mientras acomodaba su mochila en el hombro y caminaba al salón de clases correspondiente
Y lo peor de todo es que ninguna de sus amigas les tocaba esa clase a esa hora. Solo a ella.
¿Porqué tenía tan mala suerte?
Apenas entró al aula pudo notar que solo habían llegado unas 3 personas, 4 incluyéndose.
"Me alegra saber que no soy la única que odia esta clase" pensó mientras tomaba asiento en las filas de atrás
Mientras esperaba que los demás llegarán junto al señor Yang, miraba hacia un punto fijo en el salón. Pensando aún en aquella chica que no había podido ver de nuevo.
Apenas llegó a la universidad trató de buscarla con la mirada mientras caminaba, ignoraba todas las miradas curiosas que se posaban en ella. Solo quería ver de nuevo a la chica con hermosa sonrisa.
Justo en ese momento, pudo ver como su profesor menos favorito ingresaba por la puerta. Resopló y solo sacó los útiles necesarios para tomar apuntes de la clase.
Pensar en aquella chica será algo que tendrá que dejar para después.
Ató su cabello en una cola de caballo y tomó su botella de agua para beber de ella.
-Estoy gratamente sorprendida de ver cuánto han mejorado en cuanto a sus pasos de baile-la maestra Myoui tenía una sonrisa orgullosa en su rostro-sus pasos ahora son mucho más fluidos y cometen muy pocos errores en cuanto a su compostura. Buen trabajo
-Gracias maestra Myoui-todos hicieron una reverencia
-Pueden irse, su clase de baile terminó por el día de hoy. Nos vemos la otra semana-se despidió
Cada uno de los estudiantes comenzó a salir de la sala, Aisha se puso su mochila al hombro mientras tenía su botella de agua en una de sus manos.
-Aisha-una chica peliazul junto a otra castaña se acercaron a la más alta-¿Quieres ir por algo de comer conmigo y con Yiren?
Acomodó un mechón de cabello rebelde tras su oreja y miró a las dos chicas frente a ella.
-Si, por supuesto. Primero iré a casa a darme una ducha y luego te envío un mensaje para que me digas dónde nos veremos-les dio una sonrisa
-Perfecto, entonces nos vemos luego-ambas chicas se despidieron con su mano y salieron del lugar
La castaña suspiró y también salió de la sala de baile no sin antes despedirse de su maestra.
Apenas estuvo en los pasillos del edificio comenzó a caminar hacia el ascensor de este. Espero a que llegara al piso en el que estaba y apenas se abrieron sus puertas entró en él. Presionó el botón del primer piso y espero a que este comenzara a bajar.
Faltando tan solo un piso para llegar al primero, este abrió sus puertas nuevamente. Dando paso a la persona que lo había pedido.
-¡Oh! Que casualidad verte por aquí aún, Aisha-Siyeon entró al ascensor junto a la más alta
-U-Unnie-estaba algo sorprendida por ver a la mayor-la clase con la maestra Myoui terminó hace tan sólo unos minutos, y pues aquí me ves
-Ya veo, yo no tenía clase hoy-le comentó-solo vine a entregar unos últimos documentos que faltaban para que Dami pudiera comenzar semestre el próximo año
Ambas salieron del ascensor apenas este abrió sus puertas en el primer piso del edificio.
-Me alegra escuchar eso Unnie, ¿Ella también ganó una beca como tú?-preguntó mientras caminaba junto a la mayor hacia la puerta de salida
-Si, sus notas fueron sobresalientes en todos los aspectos posibles y también pudo ganar una beca por parte del colegio-la pelinegra abrió la puerta de entrada para que la menor saliera primero
-Gracias-agradeció la castaña-me parece excelente, sería un gasto menos
-Si-Siyeon metió sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón y suspiró mientras observaba el suelo
-¿Sucede algo Unnie?-preguntó al ver el semblante decaído de su mayor
-No es nada, solo estoy algo agotada-le sonrió débilmente-tener que hacer todo yo sola es desgastante, pero me siento bien al ver que al menos vale la pena
Aisha miraba con algo de lástima a la mayor. Sabía cuánto se esforzaba día a día para poder mantener a sus dos hermanas menores y a su madre enferma. Ella conocía de cerca el proceso que aquella pelinegra que tanto amaba había hecho para llegar hasta estar donde está.
-¿Qué más tienes que hacer hoy?-le preguntó
-No mucho, Chan me dijo que hoy no era necesario que fuera a trabajar-dijo con el mismo desánimo-¿Porqué lo preguntas?
-Para ver si puedo invitarte a que vayamos a comer junto a dos amigas mías-sacó su teléfono y comenzó a buscar el contacto de su amiga-tú las conoces, son Mía y Yiren
-No lo sé, no quiero molestar. Además de que debo ir a darle sus medicamentos a mamá-trató de convencerla
-No vas a molestar, esas dos te tienen mucho cariño-puso el teléfono en su oreja-sobre tu madre, puedes decirle a Dami o Gahyeon que se encarguen de darle sus medicinas. No creo que se quejen, ellas saben y entienden tu agotamiento-esperaba pacientemente que su amiga contestara-además...¿Hace cuanto no disfrutas de una salida con tus amigas?
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A mis pies
FanfictionKim Bora hará hasta lo imposible para tener a Lee Siyeon a sus pies.