Capítulo 12

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El sonido de la campanita de la puerta llamó su atención. Un nuevo cliente había llegado.

-Bienvenido a 'DreamInsomnia', ¿En qué puedo servirle?-levantó la mirada para ver a la nueva persona que había ingresado al local

Su ceja se levantó al reconocer a aquella castaña de hace unos días.

-¿Eh? Si, ¿Hay alguna mesa libre?-preguntó, se veía algo nerviosa

-Si, hay algunas al fondo-le señaló-en un momento alguno de los meseros la atenderá

La chica asintió y caminó rápidamente hacia la mesa que estaba más al fondo.

Hyunjin no pudo evitar mirarla por unos segundos. Apesar de tener el menú cubriendo su rostro, podía notar como buscaba con la mirada a alguien; cada tanto dejaba de mirar el menú para inspeccionar el lugar buscando a una persona que el rubio ya sospechaba quien era.

-Hey Hyunjin, ¿Algún nuevo cliente al que atender mientras no estuve?-la pelinegra apoyó su codo sobre el mostrador

-Solo uno-miró de reojo a la castaña de hace unos segundos. Una sonrisa se formó en sus labios al ver como está tenía los ojos fijos en la chica frente a él-y es bastante especial

-¿A sí? ¿Quién es? ¿Britney Spears o Ariana Grande?-dijo en broma

-Dije especial, no famoso-el rubio rodó los ojos

-Esta bien, ¿Quién es?-preguntó esta vez con curiosidad

-Tu chica-se encogió de hombros

-¿Disculpa?-lo miró confusa-¿Estas bien Hwang? ¿Acaso volviste a comer el pan con queso quemado de Félix? ¿Tienes fiebre y por eso dices estupideces?

-No seas idiota Lee...Por supuesto que no he vuelto a comer nada que haya hecho Félix-murmuró

-Entonces no tiene sentido lo que me dijiste hace unos segundos-le dijo convencida-así que déjate de chistes estúpidos

-Claro que tiene sentido, solo gira tu maldita cabeza y mira la mesa del fondo-le indicó

Siyeon rodó sus ojos, pero obedeció. Giró su cabeza hacia un costado y miró hacia la mesa del fondo.

Finalmente se encontró con unos orbes cafés que ya conocía. La castaña, al verse atrapada, bajó su mirada avergonzada y tapó su rostro con el menú. Siyeon devolvió su mirada a Hyunjin, el cual la miraba con picardía.

-Sigue sin tener sentido lo que dices-se encogió de hombros-ella no es mi chica

-Pero lo será, estoy más que seguro-dijo confiado

-Deliras-le dijo la pelinegra-mejor ve atrás con Seonghwa y dile que no deje que Félix toque de nuevo la licuadora. No sabes cuanto tarde en limpiar el techo luego de su intento de licuado de fresas

-Se lo diré, pero tú-le dio una sonrisa algo traviesa-ve a atender a esa chica antes de que te desgaste con la mirada-le dio un guiño antes de retirarse a la cocina

-Idiota-murmuró rodando sus ojos de nuevo

Se dio media vuelta y caminó hacia la mesa donde se encontraba una castaña muriendo de vergüenza.

Se dio media vuelta y caminó hacia la mesa donde se encontraba una castaña muriendo de vergüenza

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'Idiota, idiota. Kim Bora eres una idiota con todas las de la ley' se recriminó mentalmente sin apartar el menú de la cafetería de su rostro

¿Qué demonios la estaba sucediendo?

Siempre que ve a Siyeon no puede dejar de mirarla y lo peor de todo es que las veces en las que se ve descubierta siempre se avergüenza y, para ponerle el último clavo a su ataúd, se sonroja como una imbécil.

'Deja de actuar como una tonta enamorada' abrió sus ojos alarmada

¿Tonta enamorada? No, no, no, claro que no. Ella no estaba enamorada de Siyeon, solo quería entablar una buena amistad con ella. 

Si, solo eso.

¿Cierto?

-Hola allí-salió de sus pensamientos al ver como Siyeon bajaba con una mano el menú de su rostro y la miraba muy de cerca

Bora, nerviosa, se hizo para atrás de forma brusca. Topándose de forma abrupta con el espaldar de la silla.

-Hey, tampoco soy tan fea-dijo la pelinegra fingiendo estar ofendida

-¿Q-qué? ¡No, no, no! E-es que...Bueno yo...¡Agh!-se quejó en voz alta por su tartamudeo-lo siento, solo...Solo me tomaste desprevenida

-Tranquila, te notó muy nerviosa ¿Será quizás por tener a una diosa como yo frente a tus ojos mundanos?-bromeó. Bora ladeó su cabeza confundida-será mejor que me calle, no soy buena con los chistes

-Si, creo que sería lo mejor-ambas se miraron fijamente antes de estallar en risas

-Creo que mejor tomaré tu orden antes de que las personas nos sigan mirando como si fuéramos dos bichos raros-la pelinegra tomó el pequeño bloc de notas donde anotaba los pedidos y aclaró su garganta-dígame señorita Kim, ¿Qué desea tomar hoy de nuestro menú?

Bora levantó una ceja divertida y decidió seguirle el juego.

-Me gustaría tomar un Latte Macchiato junto a un delicioso y apetitoso cupcake de chocolate-fingió voz refinada

-Como ordene madame, en 10 minutos estará su pedido-Siyeon continuó con el juego-¿Desea ordenar algo más?

-Ya dejemos de hablar así, mi garganta está seca por forzarla tanto-acarició su garganta

-Esta bien-Siyeon rió suavemente-¿Quieres algo más o eso sería todo?

-Solo eso, muchas gracias-SuA sonrió

-Bien, entonces en 10 minutos vengo con tu pedido-le guiñó un ojo antes de retirarse

Bora negó unas cuantas veces con la cabeza mientras sacaba su celular de su pantalón y lo puso sobre la mesa para ver que había en sus redes sociales en esos momentos.

Pasaron alrededor de 5 minutos donde no vio nada más que fotos de sus conocidos y publicidades sobre cremas para el rostro para quitar arrugas.

'Como si eso sirviera. Es una crema, no la gallina de los huevos de oro' pensó mientras rodaba los ojos y guardaba su teléfono nuevamente

Miró alrededor del local en busca de Siyeon, para ver que hacía mientras esperaba su pedido.

Frunció su ceño apenas la encontró conversando muy animadamente con una chica también castaña y al parecer más alta que la pelinegra. Ambas se veían muy cercanas, incluso Siyeon se había sentado en la silla frente a aquella chica desconocida para ella.

No sabía que era lo que estaba sintiendo en ese momento, pero sabía que no era muy agradable. Ver como ambas se sonreían la una a la otra, como reían como si se conocieran desde hace siglos y ni hablar de la mirada que le daba la castaña a Siyeon. Podía ver como derrochaba amor a través de sus ojos.

Eso solo lograba generarle un sabor agridulce en la boca y una opresión en el pecho.

No le gustaba para nada tener que sentir eso.

A mis piesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora