Capítulo 13

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Resopló frustrada estampando su cuaderno contra el escritorio. No podía concentrarse para poder hacer sus malditas tareas. Y la causa de ello tiene nombre y apellido.

Lee Siyeon

Luego de recibir su pedido por parte de otro mesero que no era la pelinegra, (ya que al parecer la conversación que estaba teniendo con esa chica era más importante que su propio trabajo) fue incapaz de quitarles el ojo de encima, y prueba de ello fue las constantes ocasiones en las que su café se regaba en la mesa porque sus ojos no se despegaban de aquellas dos.

¡Ugh! Lo peor de todo es que no entendía porque le molestaba tanto. Al fin y al cabo Siyeon también tenía sus amigas y podía hablar con ellas cuando quisiera.

Pero es que se notaba a kilómetros que esa chica no quiere a Siyeon solo como una amiga. Y eso era lo que más le fastidiaba a la castaña.

-Ugh, maldita Lee Siyeon. Por tu culpa estoy así-murmuraba con enojo entre dientes

Unos cortos toques en la puerta la sacaron de sus pensamientos. Suspiró y se levantó para abrir la puerta.

-Hola Irene Unnie, ¿Qué sucede?-preguntó mientras la miraba por la puerta entreabierta

-Lamento molestarte, pero la señorita Handong está abajo esperándote-le avisó

-Esta bien, dile que ya voy-le indicó, Irene asintió y Bora cerró la puerta de nuevo

Puso dos de sus dedos en el puente de su nariz y volvió a suspirar.

-¿Puedes salir de mi mente aunque sea por un día?-murmuró

Minji se balanceaba en sus talones de atrás hacia delante, esperando pacientemente a su pareja que la había citado frente a la cafetería de la otra vez

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Minji se balanceaba en sus talones de atrás hacia delante, esperando pacientemente a su pareja que la había citado frente a la cafetería de la otra vez.

-Hola Unnie-la rubia la saludó con su mano mientras se acercaba a ella

-Hola Namu-apenas estuvieron lo suficientemente cerca, depositó un beso en los labios contrarios-¿Para qué me citaste aquí?

-Primero entremos y pidamos algo, quiero algo de beber-le comunicó

-Esta bien, entonces entremos-ambas voltearon hacia la puerta del local y caminaron hacia esta para ingresar

Tomaron asiento en una de las mesas más cercanas a la puerta. Tomaron el menú entre sus manos para ver que pedirían.

-Quiero de nuevo un Latte Macchiato, me gustó mucho la primera vez que lo probé-dijo JiU dejando el menú en la mesa a un costado

-Sabía que te gustaría-Yoohyeon sonrió sin despegar la mirada de su menú-creo que pediré lo mismo, pero junto a un croissant de chocolate-puso el menú sobre la mesa y levantó su mano para que uno de los meseros viniera a atenderlas

-Buenos días, ¿Qué desean ordenar?-un chico de cabello rosa las atendió

-Dos Latte Macchiato y un croissant de chocolate-le pidió mientras le daba una leve sonrisa

-En 15 minutos estará su pedido-hizo una reverencia y se retiró

Yoohyeon devolvió su mirada a la pelinegra y tomó su mano para entrelazarla con la suya sobre la mesa.

-Ahora si puede decirme para que me pediste que nos viéramos con tanta urgencia-le preguntó con leve preocupación

-No es nada malo si es lo que te preocupa-la tranquilizó-es más una propuesta que quiero hacerte-Minji ladeó su cabeza confundida, Yoohyeon suspiró-...¿Qué opinas de ir a Daegu por una semana?

Minji parpadeó varias veces hasta que comprendió la pregunta.

-Tú sabes que donde tú vayas, yo voy pero ¿Y la universidad?-acariciaba con su pulgar el dorso de la mano de la rubia

-¿Recuerdas que te dije que debía terminar unos trabajos y por eso no pude quedarme mucho tiempo en la fiesta de Changbin?-JiU asintió-logré hablar con todos los maestros que nos dan clases y después de muchas súplicas logré que me dijeran cuáles serían los trabajos de esa semana y fueron esos que te dije aquella vez

-Me sorprende que tengas todo tan calculado-dijo sorprendida-pero ahora lo que me preguntó es como haré yo todos esos trabajos en tan poco tiempo

-Como la buena novia que soy, yo te ayudaré en eso-le sonrió

-Me parece bien-se levantó un poco de su asiento y se inclinó hacia el rostro de la contraria-eres la mejor novia del mundo, ¿Lo sabías?

-No lo sabía, ¿Piensas recordármelo?-dijo coqueta

-Claro que sí-dijo para darle finalmente un beso en los labios

A mis piesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora