Capítulo 41

331 41 27
                                    

Hoy su turno acababa un poco más tarde de lo acostumbrado, ya que Chan le había pedido personalmente de que se quedara un poco más para atender a unos clientes importantes que vendrían durante la noche.

Suspiró con cansancio mientras terminaba de quitarse su uniforme y lo colgaba en su lugar para luego tomar sus cosas.

-Nos vemos mañana Hyunjin-se despidió mientras bostezaba por el agotamiento

-Nos vemos, descansa-se despidió el pelinegro

Siyeon salió del local y comenzó a caminar lentamente para tomar rumbo hacia la casa de Bora y poder descansar junto a ella.

Sonrió de forma inconsciente al pensar en la castaña. Bora se había convertido en mucho más que una pareja para ella. Se había vuelto una amiga y aquel lugar que ella sabe que puede ir cada vez que sienta que no puede más.

Aquella chica era su lugar seguro, en el cual sabía perfectamente siempre sería bienvenida.

Salió de sus pensamientos al sentir como el ambiente a su alrededor se tensaba y se volvía más denso. Un escalofrío recorrió su columna e hizo que apurara su paso, puesto que sentía que alguien la observaba y la perseguía.

'Vamos Siyeon, debes estar paranoica por lo que te dijo el oficial hace dos semanas. Tal vez no sea nada' se dijo mentalmente, pero aún así no aflojó su andar

Claro que en su cabeza aún se mantenían las palabras del oficial de policía. Lo podía considerar como su calvario interior.

Pero aún así trató de no darle la suficiente importancia para que Bora o alguien más se fuera enterar y pudiera verse involucrado.

-Hey...-un chico pelirrojo se paró frente a ella impidiéndole el paso-¿A dónde vas con tanta prisa?

-Ni te importa, ni te interesa. Así que quítate-respondió de forma tosca y grosera no tenía tiempo de fijarse en idiotas en la calle

-Pero que grosera-el chico se movió ágilmente para ponerse de nuevo al frente de la pelinegra. Siyeon trató de esquivarlo pero no tuvo éxito

Suspiró irritada y miró con fastidio al chico.

-¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Joyas? ¿Comida?-su impaciencia comenzaba a salir a flote-si buscas algo de eso mejor espera toparte con otra persona porque yo no tengo nada

-Oh no querida-sonrió-no busco nada de eso. Digamos que no es nada personal contra ti, pero es nuestro trabajo

-¿Nuestro?-preguntó confusa

-Yoongi-el chico le habló a alguien tras la pelinegra

Siyeon no tuvo tiempo de voltear cuando sintió un golpe en el costado de su abdomen que la hizo doblegarse hacia ese lado.

-¿Q-qué demonios?-se quejó mientras hacía una mueca de dolor

-Dijo que no debíamos irnos sin antes ver que no se mueva. Así que hazlo rápido-el pelirrojo miraba su celular-no quiero tener que esperar mucho

Nuevamente Siyeon sintió como era golpeada en su espalda haciendo que perdiera el equilibrio y cayera de rodillas. Su visión se estaba tornando algo borrosa y movida, se tambaleaba tratando de mantenerse sobre sus rodillas.

Un nuevo golpe pero esta vez en su cabeza. Ahí pudo comprobar cual era el objeto con la que la estaban golpeando; una tabla de madera.

Su cabeza comenzó a dar vueltas y mantenerse en pie ya era toda una hazaña. Pudo sentir como un líquido caliente comenzaba a deslizarse por el lateral de su rostro hasta descender por su cuello.

A mis piesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora