Capítulo 40

323 43 11
                                    

-¿Sabías que el negro te luce?-Siyeon se apoyó en el mostrador para conversar con su compañero ex rubio

-Cualquier color me luce cariño-dijo engreído. Siyeon rodó los ojos

-No vuelvo a decirte nada Hwang-dijo con fastidio

El pelinegro solo soltó una risa mientras continuaba organizando su sitio de trabajo.

-¿No has pensado en volver al castaño?-preguntó el chico

-Por ahora no, tal vez me lo tiña de rubia y me lo corté un poco-dijo tomando un mechón de su cabello para mirarlo-¿Tú qué opinas?

-Opino que mejor no hagas nada si quieres quedarte calva a temprana edad...¡Hey, cuidado con esas manos!-se quejó cuando la pelinegra lo intentó golpear-soy muy lindo para que me golpees

-Y muy engreído para que alguien se fije en ti-contraatacó la pelinegra

-Eso díselo a Innie, el supo ver toda la hermosura de este cuerpo y este rostro-se señaló

-El pobre debe estar ciego-Siyeon levantó una de sus cejas-cuando vaya a visitarlos le llevaré unos lentes para que pueda ver con más claridad al tonto que tiene de novio

-No eres divertida Lee-se quejó

-Gracias por el halago-dijo para molestarlo

Justo en ese momento la campanita de la puerta sonó, llamando la atención de ambos y cortando su pequeña discusión.

-Buenas tardes señor, ¿En qué le podemos servir?-preguntó el chico con cortesía

-Buenos tardes, ¿La señorita Lee Siyeon?-preguntó el hombre uniformado

-Soy yo, ¿En qué le puedo ayudar?-respondió la chica

-Hoy la llamé un poco más temprano y me dijo que a esta hora podríamos hablar-le comentó

-Cierto, se me había olvidado-le entregó la bandeja que utilizaba para llevar los pedidos a las mesas a Hyunjin y le indicó a el hombre que se sentara en una de las mesas-dile a San que me cubra por ahora

-Claro-le respondió el chico

Siyeon tomó asiento frente al hombre y cruzó sus manos sobre la mesa.

-Y dígame, ¿Para qué necesitaba hablar conmigo?-indagó la pelinegra

-Lo que sucede señorita Lee es que fui comunicado por el jefe de la unidad de bomberos encargados de apagar el incendio de su casa y me comentó que debía ir a revisar el lugar-Siyeon frunció el ceño confusa-yo fui con otros tres de mis compañeros al sitio y encontramos esto

El hombre sacó una bolsa con ziper donde había dos pequeños objetos ennegrecidos por la ceniza.

-¿Qué son?-preguntó mientras tomaba la bolsa para observar más a detalle lo que había dentro

-Son cerillos-Siyeon lo miró inmediatamente-estaban a los costados de la casa...Afuera

-Entiendo, pero ¿Qué quiere decirme con esto?-preguntó aún sin entender

-Quiero decirle que el incendio de su casa no fue accidental...-el hombre suspiró-sino que fue provocado. Y se puede comprobar porque en el lugar se encontraron rastros de gasolina, que es uno de los acelerantes más utilizados para propagar el fuego. Los cerillos se lanzaron luego de que la casa estuviera completamente rodeada con la ella

Siyeon se encontraba sorprendida. Pensó que en un descuido suyo ella lo pudo haber causado sin saberlo, pero ahora resulta que no es así.

-Yo...Yo no lo sabía, pensé que fue accidental y de pronto fue por un descuido mío-dijo con sinceridad

-Entiendo lo que dice señorita, pero como le digo alguien más lo provocó-el hombre tomó la bolsa con las cerillas y lo volvió a guardar-y eso es lo que me lleva a preguntarle ¿Usted tiene algún enemigo que le quiera hacer daño?

-¿Qué?-Siyeon ni siquiera lo podía imaginar-dudo tener algún enemigo...Bueno al menos que yo sepa. Pero si lo tuviera no creería que fuera capaz de llegar a tanto. Yo no era la única en la casa, también estaban mis hermanas y pues...-se sentía alterada y abrumada-No lo sé, simplemente no lo sé

-Hay personas que no tienen límites, y al parecer usted tiene una detrás que la quiere asesinar-le dijo el profesional-y no creo que piense parar hasta que usted esté dentro de un ataúd y bajó tierra

-Hay personas que no tienen límites, y al parecer usted tiene una detrás que la quiere asesinar-le dijo el profesional-y no creo que piense parar hasta que usted esté dentro de un ataúd y bajó tierra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Te sientes bien?-Siyeon salió de sus pensamientos apenas sintió las manos de Bora sobre sus hombros-no haz dejado de mirar a un punto fijo desde que te sentaste aquí, ¿Sucede algo?

-No, solo estaba pensando en mi trabajo de la clase de canto. Aún no tengo nada definido-mintió a medias

No era del todo mentira, aún tenía su mente ocupada con ello pero no era lo que más ocupaba sus pensamientos. Sino que era lo que había hablado con el oficial de policía.

Aún no podía digerir la posibilidad de que alguien quiera intentar asesinarla sin importar a quién se lleve por delante. Le aterraba la idea de que alguien saliera herido solo porque algún loco la tiene como objetivo.

Además de eso, estaba la interrogante: ¿Quién estaría tan mal de la cabeza para siquiera pensar matarla así como así?

Que ella sepa, jamás ha dado algún motivo "válido" para que siquiera traten de hacerle algún daño menor.

-¿Ves? Volviste a quedarte viendo a la nada-la castaña se sentó en las piernas de la mas alta y rodeó con sus brazos su cuello-¿De verdad es sólo eso?

Siyeon la miró en silencio un momento.

Debería contarle a Bora lo que sucedía, pero a la vez no quería hacerlo ya que quería evitar preocuparla de forma innecesaria. Ya que lo de que alguien esté intentando matarla pueda solo ser sugestión o algo más y solo haya sido casualidad y ella estuviera en medio.

-Si, solo es eso-le sonrió para evitar levantar alguna sospecha-solo que tener que estar pendiente de tantas cosas a la vez no me ayuda a concentrarme como debería

'Lo siento Bora' pensó con culpabilidad

-En ese caso, puedo irme y dejarte para que puedas concentrarte. Y así tal vez logres sacar algo-le sugirió haciendo el amago de levantarse del regazo de la chica

-No creo que sea necesario-evitó que Bora se levantara y acarició su cintura-tal vez solo necesite relajarme un rato dándote mimos y cariño

-Que melosa Lee-se burló y luego se encogió al sentir los labios contrarios en su cuello-me haces cosquillas

-Esa era la idea-le dijo con una sonrisa mientras continuaba con los besos

-A veces eres malvada-se quejó en broma

-Y a ti te encanta que lo sea-le respondió mirándola

-Tienes razón-la tomó por el cuello de su camisa y la atrajo hacia ella para besarla en los labios

A mis piesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora