A mis pies

Capítulo 47

Bora dio dos toques en la puerta antes de entreabrirla y meter su cabeza.

-¿Se puede?-preguntó con una sonrisa

-Claro, pasa-Hyori le sonrió de vuelta mientras se acomodaba sobre la cama

-¿Cómo se siente? Ya lleva casi un mes aquí-comentó mientras cerraba la puerta y se acercaba a la silla para tomar asiento frente a la camilla

-Pues ¿Qué decirte?-la mujer suspiró con cansancio-esto es un aburrimiento total, además de un insulto para mis papilas gustativas la comida que tienen aquí-Bora solo pudo reír ante la cara de fastidio de la mayor

-¿Sabe? Siyeon y usted se parecen mucho-le comentó la castaña-Cuando tuvo que quedarse en cama por dos semanas, solo se quejaba de lo aburrido que era

-Mi hija tenía que ser, ¿No?-ambas rieron-a mis tres hijas les enseñé desde muy pequeñas que si quieren conseguir algo deben luchar por ello. Y Siyeon se tomó eso muy enserio

-Eso veo-un pequeño silencio invadió la habitación-Handong me dijo que quería verme. Así que vine en cuanto me fue posible

-Si... Necesito hablar contigo-la mayor comenzó a juguetear con sus dedos

-Bien, la escucho-Bora se acomodó en su asiento a la espera de que la contraria hablara

-Quiero que...-se calló unos segundos-quiero que no dejes a Siyeon sola en ningún momento

-No entiendo, Siyeon y yo la mayoría de veces estamos juntas-dijo confundida-¿Porqué me lo dice? ¿Acaso piensa que en algún momento la voy a dejar?

-No, no, no. No me refiero a eso querida-la tranquilizó-...Me refiero a que hagas lo posible para estar cerca de ella todo el tiempo y vigilar que nada le suceda

-Me está asustando señora Lee-Bora se inclinó hacia adelante en su asiento-¿Acaso pasó algo y yo no me he enterado? Porque de verdad que no entiendo el porqué me está pidiendo esto

-Solo puedo decirte que Siyeon corre un gran peligro por querer protegerte a ti al no contarte lo que sucede-le dijo causando que la preocupación comenzara a surgir en el pecho de la menor

-¿Cómo? ¿Porqué Siyeon corre peligro?-Bora solo quería salir de allí lo más rápido posible para ir con su pelinegra y saber que está bien-necesito ir con ella ahora

-Bora-la mujer la tomó de la muñeca para evitar que se levantara-cálmate, no quiero que vayas donde mi hija toda alterada. Primero cálmate y escúchame, ¿Bien?-Bora asintió mientras trataba de calmarse respirando lentamente-Siyeon siempre hace lo posible por proteger a quienes ama, incluyéndote a ti y a mí. No puedo contarte nada porque no soy yo quien deba hacerlo, de eso se encargará Siyeon. Lo único que yo, como su madre, puedo hacer es pedirte...-hizo una pausa-que la cuides como yo no puedo hacerlo-cerró sus ojos fuertemente para evitar llorar-Siyeon es una gran persona que no merece que tenga a personas a su alrededor intentando hacerle daño. Así que por favor, solo haz lo que te pido y cuídala, ¿Si?

Bora miraba con lástima a la madre de su novia. No podía imaginar siquiera la impotencia que estaba sintiendo en ese momento.

-Voy a cuidarla por las dos-agarró la mano de la mayor y dio un suave apretón-lo prometo

Colocó cada ambos objetos sobre la mesa frente a él y miró ambos con detenimiento mientras apoyaba sus manos sobre el borde de la mesa.

Tomó el primero de ellos; una pistola que había logrado conseguir gracias a sus contactos. La agarró para sentir su peso y también para comprobar la comodidad de esta. Quitó el seguro y tomó un cargador para ponérselo al arma, la tomó por el mango y apuntó hacia la pared.

-Es algo pesada y me costará ocultarla-miró el objeto unos segundos antes de dejarlo sobre la mesa-siguiente

Tomó el segundo objeto que era un cuchillo. Ni muy grande, ni muy pequeño. Hizo algunos movimientos con él en solo una de sus manos, lo lanzó con poca fuerza hacia el aire y probó su filo pasando un dedo por el borde de este.

-Mierda-maldijo por lo bajo apenas sintió una leve punzada de dolor por el pequeño corte que se había hecho-esta bien afilado. Es portable, pesa poco y es fácil de ocultar a simple vista, es perfecto

Tomó la pistola sobre la mesa y la guardó en uno de los cajones de su escritorio. Dejó el cuchillo sobre la mesa y fue por una maleta que había al costado de su cama.

La puso sobre la mesa del escritorio y la abrió. Sacó una parte del contenido de esta y comenzó a contar cada won que había.

-Es suficiente para largarme de Corea-devolvió el fajo de billetes a la maleta mientras volvía a cerrarla y dejarla en su lugar-...Ahora solo falta que el gran día llegué

Se acercó al calendario que tenía colgado en la pared y con un plumón tachó el día de hoy.

-Solo unos cuantos días más para acabar contigo de una vez por todas-una sonrisa maliciosa adornó su rostro