Epílogo

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Bora se miró por última vez en el espejo y se dio media vuelta para ver a sus amigas.

-¿Qué tal me veo?-preguntó con una sonrisa nerviosa en su rostro

-Siyeon va a babear cuando te vea, de eso estoy más que segura-le dijo Minji dándole el visto bueno

-Estás divina Unnie-le dijo Yoohyeon con una sonrisa

-En ese caso, vámonos ahora mismo a la iglesia-dijo la castaña-estoy ansiosa por ver a Siyeon

-Entonces no hagamos esperar más a tu futura esposa-Minji se levantó de su asiento-y vámonos

Habían pasado ya 6 años desde que Siyeon le había prometido que se casarían en aquella rueda de la fortuna. Durante ese gran lapso de tiempo ambas terminaron sus carreras en la universidad y ahora mismo Bora era una reconocida empresaria mientras que Siyeon estaba considerada como la artista musical del momento.

La madre de Siyeon había logrado recuperarse lo suficiente de la anemia que padecía y, gracias a unos cuantos medicamentos y cierta alimentación, ya podía hacer varias cosas sin la ayuda de Siyeon o de Gahyeon o Dami.

Por parte de los padres de Bora, la castaña decidió cortar su relación con ellos luego de las múltiples peleas que se habían desarrollado luego de que, después de volver de uno de sus tantos viajes de negocios, se encontraran con la sorpresa de que las hermanas Lee estaba viviendo en su casa. Bora no se dejó intimidar y los enfrentó cuando debía y apesar de que en una de las tantas discusiones que tenía con ambos progenitores estuvo apunto de ser golpeada de nuevo por su padre, Siyeon estuvo ahí protegiéndola y apoyándola apesar de los insultos proporcionados por ambos padres de la castaña.

Luego de eso Siyeon le propuso que lo mejor sería que ambas consiguieran un departamento en el cual quedarse junto a las hermanas de Siyeon mientras encontraban otra solución. Además de que la menor no pensaba soportar de nuevo los gritos contra su chica por parte de sus padres. Más de una vez pensó en golpear al que se suponía era su suegro, pero se aguanto solo por Bora.

Luego de todos esos inconvenientes, Siyeon continuo trabajando en la cafetería y Bora se unió a ella tiempo después con la excusa de que era para conseguir dinero para ayudarla a pagar las cuotas mensuales del apartamento, aunque realmente era para pasar mucho más tiempo junto a la menor.

Y también Porque quería espantar a cualquier chica que se le acercara con otras intenciones a su novia. Si, Hyunjin le había comentado acerca de todos los números telefónicos que le dejaban aquellas chicas para que se los diera a su novia.

Volviendo al presente, la castaña se encontraba más que nerviosa. Y no era para menos, hoy era el día de su boda con Siyeon y temía que todo solo fuera una ilusión.

Dejó de mirar a través de la ventana del auto en el que iba con dirección a la iglesia, y bajó su mirada al ramo entre sus manos y la desvió luego hacia su mano izquierda. Sonrió al ver aquellos dos anillos juntos; en su anular se encontraba el que le había dado Siyeon cuando le propuso matrimonio y en el del medio el que le había dado aquella vez en la rueda de la fortuna en el parque de diversiones. Cuando se lo dio como símbolo de una promesa de amor que se encargó de cumplir unos años después.

El auto se estacionó frente a la iglesia. Minji junto a Yoohyeon salieron del auto y ayudaron a Bora a salir de este.

-¿Lista?-le preguntó Yoohyeon enganchando su brazo al de Bora

-Creo que me voy a desmayar de los nervios-admitió la castaña

-Está más que preparada, vamos-Minji enganchó su brazo al otro de Bora para comenzar a caminar hacia la entrada de la iglesia

A mis piesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora