Capítulo 8

123 57 32
                                    

¿Mi....?

Christopher

Ya han pasado dos semanas desde que pasó todo Andrea y desde el ultimo día que nos besamos me anda ignorando y yo la he dejado para que piense que ella puede alejarse así de fácil de mí.

Obviamente eso no es posible, porque las cosas se hacen como yo digo y punto, yo no me rindo sin cumplir todos mis objetivos, uno de ellos es hacer que Andrea esté totalmente a mis pies, eso no va a ser del todo fácil pero tampoco difícil, porque no hay nada que Christopher Smith no logre.

****

Entro a la sala de juntas y ya todos están aquí reunidos para la reunión, están todos los líderes de cada área y su secretaria, para mostrar todos sus informes, cada uno explica a detalle el suyo, pero yo en lo único que me puedo concentrar es en ver a Andrea, tiene una cara tan angelical, pero a la vez demoniaca, sus ojos azules, cabello negro, labios carnudos y rojos de naturaleza, cuerpo esbelto y tallado por los mismos dioses.

Tengo que aceptar que esta mujer es toda una diosa y ella lo sabe porque cada vez que voltea a verme hace un gesto o mueca sensual, lo que hace que se me engorde más la polla, <<La deseo>>, la deseo aquí y ahora, estoy a punto de sacar a todos de aquí, montarla a la mesa y darle como nunca en su vida le han dado.

Después de soñar con muchas fantasías sexuales con la diosa o ninfa que tengo al frente, se termina la reunión, todos salen, menos ella que está en su silla con las piernas cruzadas.

La miro fijamente, ella me mira y de la nada veo como introduce dos dedos en su canal, ¿Como hace esto?, ¿Como hace que quiera follarla hasta que ya no pueda más?, ella comienza a gemir por lo bajo y me mira fijamente, veo como se agita y llega a su clímax, yo me acerco a ella.

- Tengo tantos sueños eróticos contigo nena - le susurro y comienzo a besarla con todas mis fuerzas, ella me devuelve el apasionado beso, nos separamos por falta de aire y ella dice...

- Yo también tengo muchos Chris... - me susurra, pero yo no dejo ni que termine, me bajo el pantalón, la pongo encima de la mesa, bajo su falda, pongo sus piernas por mis hombros, agradezco que sea flexible y meto mi polla en su canal.

Oh, el mejor lugar donde la he podido meter es en el coño de esta mujer, comienzo a hacer movimientos de atrás hacia adelante, ella gime y gime, intenta acallar sus gemidos mordiéndose el labio inferior y eso solo me excita más, comienzo a dar movimientos aún más bruscos y ella en vez de quejarse solo lo disfruta, el único sonido que se escuchan son los de sus gemidos y el choque de nuestras carnes.

Se que está a punto de venirse porque sus paredes vaginales se aprietan y ella comienza a gemir mi nombre cuando se deja ir, yo tampoco tardo mucho en venirme, en su interior, esto no sació todas mis ganas hacia ella, pero si que ayudó.

Ella me mira, recorre todo mi cuerpo con sus manos y para en mi abdomen, comienza a chupar y me dan ganas de volver a follarla, pero ya no tengo tiempo...

- Nena... - estaba a punto de decirle que debía irme cuando comienza a mamarme la verga, es toda una experta en esto, estoy tan excitado que me vengo antes de tiempo.

- Me gusta mucho esto - dice señalando mi falo otra vez erecto - Podría estar encima de ella todo el día - dice y me besa de nuevo.

- Y a mi te gusta esto - digo señalando todo su cuerpo - Pero más esto - dice rosando su coño con una de mis manos.

Le doy otro beso y le paso su ropa para que se vista rápido y yo hago lo mismo.

- Tenemos que trabajar ya, pero ¿Que voy a hacer con esto? - Señalo el gran bulto que tengo abajo.

Amor, Mafia Y Venganza ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora