Amor, Mafia Y Venganza ©

Capítulo 10

El viaje

Andrea

Lo veo, es él, algo en mi interior se remueve, lo único que logro hacer es mirar hacia atrás en busca de Kira y ella literalmente esta con la mandíbula en el piso y los ojos que se le van a salir, yo vuelvo a mirar al espécimen frente a mí.

-- Elena -- dice.

-- Andrea -- lo corrijo.

-- ¿Estás en....? -- No lo dejo terminar la frase y solo asiento con la cabeza.

-- Que placer volverte a ver, ven, ¿No vas a saludar a un viejo amigo? -- me pregunta.

-- Claro que sí, Daniel -- me acerco y le doy un abrazo, Daniel es mi ex novio, trabajamos juntos por un largo tiempo y las cosas entre nosotros surgieron, pero luego tuvimos que terminar por razones que ni quiero recordar, me hacen mucho daño.

-- Mi sei mancato così tanto -- <<Te he extrañado mucho>> dice en italiano y aun seguimos con nuestro abrazo.

-- Lo stesso qui, Daniel -- <<Lo mismo digo, Daniel>> le contesto también en italiano.

Lo suelto del abrazo cuando siento que Kira se acerca por atrás.

-- Hola Daniel -- lo saluda y él se queda esperando a que diga su nombre.

-- Oh, Kira -- dice ella.

-- Un gusto volver a verte -- él le dice, también se acerca Nate, se presentan, nos despedimos y nos avisan que ya es hora de irnos, seguimos a las personas que nos indican a donde ir, mientras Kira y yo intercambiamos miradas por la confusión.

Cuando llegamos al lugar que nos dijeron, veo un jet con el logo de la editorial, subimos y yo tomo asiento en una de las sillas quedando la que está frente a mí vacía, al lado están Kira y Nate.

-- Buenas tardes -- dice una voz que reconozco de inmediato, <<Christopher>>, está aquí, okey, okey, esto será más difícil de lo que pensé, aunque no niego que sí me cruzó la idea de que el venía por la cabeza.

-- Buenas tardes -- contestamos los Kira, Nate y yo al unísono.

Christopher toma asiento frente a mí y me dedica un asentimiento de cabeza, yo imito su acción y me le quedo mirando a los ojos.

Viene la azafata a chequear todo y el piloto avisa que ya vamos a despegar.

Ya llevamos cinco horas de viaje en las que comí, dormí y hable con mi jefe que gracias a Dios fue una conversación normal acerca de libros, casualmente a él le gustan los mismos géneros que a mí como la fantasía, suspenso, thriller, policiaca, novela negra y entre otras, también hablamos de los libros que hemos leído en común y compartimos reseñas, otra vez tengo sueño así que me acomodo en mi asiento, pongo música de mi playlist y cierro los ojos.

-- Oye, bella durmiente, lamento intervenir tus sueños, pero debes comer o morirás de hambre -- yo trato de acostumbrar mis ojos al ambiente y él se corrige -- en realidad no lo lamento, pero da igual -- dice y yo blanqueo los ojos.

-- Idiota -- le digo.

-- Si, si, como quieras -- dice sin mucha importancia -- ¿Vas a comer o no?

-- Sí -- contesto irritada y aún con la vista pesada.

Ponen un plato de comida frente a mí y también a Christopher.

-- ¿Cuántas horas llevamos en el aire? -- pregunto.

-- Nueve horas y media -- contesta, ¿Que, tanto?, yo ya estoy acostumbrada a este tipo de viajes, pero esta vez se me ha hecho muy corto.

-- ¿A qué hora llegaríamos? -- pregunto.