Capítulo 16

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Problemas.

Andrea.

Mierda.

Cuando todo estaba comenzando a ir bien, se dañó, si, solamente todo se complicó, ahora mi vida corre peligro, fui una completa imbécil al aparecerme y hacer todo lo que hice frente a Dai y Christopher, pero valió la pena, ¿Por qué? Porque lo hice por Kira, yo solo gané tiempo mientras huía, porque nos quieren a las dos, pero más a ella, por esa maldita obsesión que tiene Dai con ella.

Para acabar de rematar descubro que una de las pocas personas a las que amé y confié, es uno de mis peores enemigos y de los que más daño me ha hecho, pero eso no me importa ahora, lo que me importa es mi madre, si él descubre que yo sé toda la verdad, ella sería la primera perjudicada en todo esto y no estoy dispuesta a que eso pase.

— ¿Dónde estas? — le pregunto a Kira por el teléfono mientras salgo del hotel conduciendo a toda velocidad el auto que acabo de robar.

— Estoy en el hueco — con eso se refiere a que está en una mini cueva que encontramos en una de las salidas turísticas que hicimos ella y yo, mientras Christopher y Nate “Trabajaban”.

— ¿Cómo llegaste tan rápido? — pregunto sorprendida ya que es un largo camino.

— Amenazas y acelerador al máximo — eso me hace reír, ojala las cosas fueran diferentes.

— Nos vemos.

— Nos vemos — también me despido.
Meto al fondo el acelerador, hice una gran elección al robar un auto deportivo, luego de un largo camino, estaciono el auto y veo a lo lejos otro, pero no tan sofisticado, debe ser en el que Kira llegó.

— ¿Hola? — entro en la cueva y se escucha un gran eco.

— Por acá — grita Kira y sigo el eco.

— ¿Cómo te sientes? — me acerco a ella y la abrazo.

— Bien, dentro de lo que cabe, si nos llegas rápido me iba a morir de esquizofrenia — me alejo un poco y la miro a los ojos, me dedica una sonrisa triste.

— ¿Y si pasa de nuevo? — pregunta preocupada.

— No va a pasar, tranquila — le organizo el cabello porque lo tiene despelucado.

— ¿Y si, si?

— Las dos nos vamos a encargar de que no suceda.

— Gracias.

— No hay de que.

— Te amo, mejor amiga.

— Yo también te amo — y ahora una técnica para hacerla reír — dato curioso en tres, dos, uno… — ella ríe — solo a dos personas les he dicho que las amo, a mi madre y a ti.

— Aww, gracias — me vuelve abrazar — Andrea… ¿Todo se dañó, verdad?
— Ya lo sabían.

— ¿Cómo lo sabes?

— Christopher.

— Hablando de él, dame tu celular — me alejo de ella y la miro sorprendida.

— ¿Para?

— Para este tiempo, hace rato ellos debieron de haberlos hackeado.

— Eres muy lista.

— Si que lo soy.

Le doy mi celular y ella lo revisa.

— ¡Jaque mate! Mira — me muestra un pequeño palito casi invisible.

Amor, Mafia Y Venganza ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora