Capítulo 17

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Visita muy esperada.

Bianca.

No puedo de la emoción, llevo dos días sin dormir a la espera de la madrugada de esta noche, por fin, después de casi dos años, puedo ver a mi hija de nuevo y hace más de un año no disfrutaba con ella al máximo, ya que la última vez que nos vimos tuvo que salir corriendo por trabajo.

Nunca me fié mucho de lo que ella hacía, ya que siempre ha puesto su vida en peligro, a nosotros, pero en especial a ella, de verdad la admiro, ella es una persona muy persistente, llena de sueños y aspiraciones, me hace acordar demasiado a su padre que en paz descanse.

Pensar en él siempre me da cierta nostalgia, aún recuerdo todo el tiempo que pasamos juntos, todos los problemas que tuvimos que enfrentar juntos, las veces que no pude dormir por dias, meses hasta incluso años, si, años de insomnio esperando por una llamada o verlo entrar por el umbral de nuestra casa, hasta que un día no lo hizo más.

«Recuerdo que unas personas, de rara procedencia. —osea que se veian de cualquier forma, menos normales, en otras palabras, gente peligrosa—. Llegaron a tocar mi puerta, mi hija salió corriendo a abrirla, segundos después yo la alcancé, dos hombres vestidos de negro le abrieron paso a otro de su misma estatura, porte rígido y vestido de la misma forma, los tres llevaban gafas negras que impedían reconerlos.
Envié a mi hija a su habitación, saqué lenta y disimuladamente mi arma de la parte trasera de mi espalda, preparada para atacar hasta que él hombre al que le abrieron paso habló.

— Bianca — dijo y sentí cierto pesar en su voz.

— ¿Quien es usted y que hace aquí? — pregunté empuñando aún mas mi arma.

— Quien soy yo no importa ahora — bajó un poco sus gafas para darme un vistazo, pero no alcancé a ver nada —. Tranquila, nos vemos malos... — hizo una pausa y me dió una pequeña sonrisa torcida —. Bueno si lo somos, pero no vamos a hacerte nada malo, vengo a darte una información.

— ¿Sobre qué? Deje de dar vueltas y hable o sr va de mi casa — traté que mi voz saliera imponente y demandante y gracias a Dios, así lo hice.

— Valentino — mi corazón dejo de latir y sin poder detenerlas, dos lagrimas gruesas salieron de mis ojos y no dejé que ninguna más saliera.

— ¿Que pasa con él? — hago uso de lo que mi esposo un día me enseñó —. No lo conozco, ¿Algo más?

— ¿Oh?, creeme que no estaría aquí si él no lo quisiera, como también sé que mientes, él me advirtió, pero dejame decirte que eres buena, a no ser por esas dos lágrimas — limpió mi rostro e inmediatamente yo dí un paso atrás para que no me volviera a tocar.

Hizo una pausa y yo ni sabía que responder, todo lo que estaba pasando me tenía en shock y con pánico.

— Murió — No. No. No. Me repetí mil veces antes de derrumbarme sin importar quien me viera, nunca él me preparó para esto, menos a que fuera tan pronto.

— ¡No!

Grité, me derrumbé por completo y él me sostuvo, el desconocido y que trajo consigo la peor noticia que pudieron decirme desde la muerte de mis padres.

— Mi más sentido pesame.

— No, ningún sentido pesame, ni que nada — me recompuse —. Que broma tan de mal gusto, puede que usted no tenga un corazón, pero yo si y esas bromas se pasan de verdad.

— Huh, yo amo las bromas, pero jamás haría una de esta forma, y si, si tengo un corazón — trata de ponerle humor a la situación, pero eso hace que mi dolor y mis ganas de negarlo y encerrarme en mi burbuja en la que mi esposo y mi hija viviríamos felices, lo que hace que mi dolor aumente.

No debería creerle, es un extraño, ¿Quien me garantiza que solo quieran confundirme o que esto solo es una vaga parte de mi cerebro jugandome una mala broma cuando en realidad es una pesadilla?

No, esto es real, se siente muy real y aunque no conozco a los hombres parados frente a mi, puedo notar que lo que dice es verdad, mi... Mi alma gemela, mi esposo, el padre de mi hija, la persona que juró ser mi compañero en los últimos días de mi vida se ha ido y esta vez no es por un tiempo indefinido, es para siempre.
Siento como mi cuerpo desfallece y sin poder evitarlo dejo que todas mis lagrimas retenidas salgan sin ningún control, comienzo a tener espasmos y contracciones dolorosas en todo mi cuerpo, mi pecho duele y se me hace imposible respirar.

El hombre desconocido portador de malas noticias intentó sostenerme, de un manotazo lo aparté, sueltó un jadeo de dolor, movió la mano un poco por el dolor, pero volvió a intentarlo.

— Bianca... — intentó hablar, pero no le permití.

— ¡No! No me hable, no los quiero ver más, salgan de mi vista — les grité, escuché la voz de mi hija y sus pasos apresurados — ¡QUE SE VAYAN! — grité con todas mis fuerzas, les cerré la puerta en la cara, me recosté sobre ella.

Mi hija adolescente corrió hacia mis brazos para intentar consolarme hasta que me quedé sin lágrimas, ella estaba muy confundida, no entendía nada, pero su preocupación me rompió aún más el corazón».

Limpio las lagrimas que se resbalan por mi rostro, «Ella no se parece en nada a mi» es igualita a su padre, al perecer solo presté mi vientre y Valentino «su padre» hizo lo demás.

A veces es una ventaja, una demasiado grande, pero otras es una desventaje tambien tan grande que pone su vida y la de todos sus conocidos en riesgo. La entiendo, antes de tenerla a ella yo hacía lo mismo, creo que lo lleva en las venas, pero desde que la tengo mantengo un bajo perfil y vivo una vida "normal" aunque esto no es del todo cierto.
Termino los preparativos de mi hija y su amiga, esta mañana llamó demasiado agitada diciendo que tenía que venir urgentemente y que no mencionará nada acerca del tema.

Me parece raro, pero igual cumpliré con su petición, ella es mi todo, mi razón de ser, la razón por la que salí adelante y soy la mujer que soy, con mis defectos como todos, pero cada vez más cerca a lo que siempre soñé.

— ¿Terminaste todo? — le pregunto a Chase «mi esposo».

— Si y ¿Tú?

— Todo listo — le sonrío y le doy un abrazo, luego subo mi rostro y lo beso en la comisura de sus labios.

— Ti amo, amore — me dice en italiano.

— Lo a te, cuore — «Yo a ti, corazón».

— ¡Mamá! — dice una voz que reconozco al instante y hace que mi corazón se detenga y luego vuelva a latir como si hubiera corrido una maratón.

— A... — me corrijo —. ¡Hija! —salgo corriendo hacia la puerta, ella está frente a su amiga dejando sus maletas, corro a abrazarla como si nunca la hubiera visto en mi vida y la aprieto aún más a mí como si se fuera a desarmar y yo pudiera evitarlo, nunca dejaría que le pasara nada malo, pero a ella tampoco le gusta que la cuiden y eso no me preocupa, se que ella siempre la saldrá bien librada, temo más por quien se cruce en su camino.

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Holiwiiii, como lo prometido es deuda aquí les dejo el capítulo ya estoy trabajando en el otro, lo prometo.

Sé que es un poco corto, pero quería que vieran un poco del punto de vista de Bianca.

¿Que les está pareciendo el libro? ¿Les gusta Bianca? Se que apenas la conocen, pero solo les digo la amooooo y la admiro <3

G. ❤️

Amor, Mafia Y Venganza ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora