Cerdeña.
Andrea
Después de la rápida sección de sexo en la ducha, tuve otro orgasmo en la habitación y luego otro en la sala, el ultimo lo obtuve intentando escapar de Christopher, pero como siempre él me ganó y el deseo me jugó una mala partida.
Estoy recostada sobre la puerta de mi habitación con la respiración entrecortada, tuve que escaparme de Christopher porque si no, seguiríamos follando como conejos, no exagero, por suerte no había nadie en el pasillo así que no me vieron salir como una maniática semidesnuda corriendo de una habitación a otra.
Calmo mi respiración y busco en mi maleta algo de ropa para poder salir a conocer, no pudimos en la mañana así que cambiamos los planes, encuentro un vestido color amarillo, es pegado en mis pechos lo que hace que los resalte y de la cintura hacia abajo es suelto, tiene toda la espalda abierta con unas tiras cruzadas me llega hasta los talones, como es un vestido playero lo combino con unas sandalias blancas.
Me cepillo los dientes y el cabello, me lo seco un poco y lo dejo suelto, meto en mi mini bolsito tejido color hueso, meto mi celular, mi identificación, un humectante de labios, la llave magnética de la habitación y un bloqueador solar.
Salgo de la habitación y me quedo esperando, poco tiempo después salen de la habitación cogidos de la mano, Kira lleva un vestido blanco con un estilo parecido al mío, lleva las misma sandalias y unas gafas, Nate tiene un pantalón playero blanco y una camiseta del mismo color, su cabello castaño está todo revuelto y tiene gafas oscuras puestas.
— ¿Y Christopher? — me pregunta Nate.
— No lo sé.
Me encojo de hombros.
— ¿Me necesitaban? — llega Christopher por detrás mío.
— Te estábamos esperando — sonríe Kira y avanzamos a la salida.
Christopher tiene unos vaqueros negros ajustados, una camiseta blanca y las misma Ray ban de siempre, se ve tan hermoso, niego con la cabeza, ¿Ya vas a comenzar con los pensamientos impuros, Andrea? Me reprende mi sud consciente, con ese bombón hasta una monja se moja, habla el otro lado de mi subconsciente, meneo la cabeza de un lado a otro.
— ¿En qué piensas? — Christopher me saca de mis pensamientos.
— En nada.
Salimos del hotel y yo saco mis gafas, me las pongo y me adelanto para evitar a Christopher.
— ¿A dónde vamos primero?
— Vamos al "Museo archeologico nazionale".
— Ok.
Nos subimos al transporte privado que nos ofrece el hotel, indicamos nuestro destino y después de un largo tiempo, no se cuento porque me la pasé mirando por la ventana todo a mi alrededor.
Bajamos del vehículo, y me quedo observando todo a mi alrededor, Kira y Nate se ríen de algo que él dijo y Christopher se me acerca.
— ¿Por qué tan callada?
— Estoy viendo el paisaje.
— Oh.
— Vamos — escucho como Nate nos llama, todos avanzan, pero yo me quedo inmóvil, me vienen muchas cosas a la cabeza.
Alguien me toma de la mano, me da un vuelco en el corazón, es Christopher.
— ¿Te vas a quedar ahí parada todo el día? — siento un pequeño hormigueo en mi entrepierna, pero lo ignoro, intento zafarme, él afuerza el agarre — si te suelto puedo asegurar que te vas a quedar aquí enfrascada en tus pensamientos.
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Amor, Mafia Y Venganza ©
Mystery / Thriller"A veces nada es lo que parece, a veces nos engañamos a nosotros mismos con tal de no ver más allá y encontrar la verdad, quizás por miedo, tal vez por debilidad, pero ¿Que tal si es porque nos hemos mentido tanto a nosotros mismos, que vivimos en u...