Plan maestro.
Andrea.
Me pongo mi abrigo de pelo sintético, porque amo a los animales y no voy con eso de matarlos para vestir, color negro, cubriendo mi vestido de seda color rojo azabache, es del tipo de vestido que lleva un sobrante en la parte de los pechos y se ajusta perfecto a mis curvas y sin duda es de los que gritan "mírame, soy costoso".
En la parte de abajo llevo unos botines hasta las rodillas color negro de gamuza que le dan un toque único a mi vestuario de hoy, un poco de maquillaje que hacen que mi mirada deslumbre mas de lo que lo hace y resalto el azul de mis ojos, labios rojos fuego, mi perfume favorito, unos pendientes de oro blanco con diamantes, los que me dio Christopher porque tengo que aceptar que me gustaron y la cadena también de oro blanco que me regalo mi padre antes de morir que tiene un diminuto dije de mariposa con un pequeño diamante del color de mis ojos, simplemente hermosa.
Miro mi reflejo en un espejo y no puedo evitar sonreír ante lo que veo.
— Preciosa — me digo a mi misma.
Cuando reconoces que eres hermosa tal como eres y eres capaz de ver tu reflejo y amar lo que ves, es cuando al fin puedes ver tu valor y saber lo que mereces, muchas veces podrán decirte que te crees demasiado o lo que no eres y déjame decirte que a esa persona le falta lo que a ti te sobre y es amor propio, autosuficiencia lo que no es tener ganas de desmeritar a los otros con tal de sentirse mejor consigo mismo.
Por eso cada día es un buen momento para decirte cosas bonitas, pensar bien sobre ti mismo, querer verse mejor no esta mal y tampoco tenemos que sentirnos bien siempre, porque al forzarnos a hacerlo solo nos hará sentir peor.
Me despido de mi madre pidiéndole total discreción sobre el evento, ya que no quiero que mi padrastro se entere de mi asistencia, ya que supuestamente él y su hijo salieron a pasar tiempo de calidad de padre e hijo mientras mi madre y yo pasábamos tiempo juntas, sé que muy en el fondo ella tampoco se cree su trampa, después de todo ella también fue una gran espía y militar en un pasado. Otra cosa es que ella decida no creerlo o no verlo.
Subo a la limusina que me espera en la entrada de la casa de mi madre con la ayuda del chofer.
— Gracias — le agradezco después de que ya estoy sentada en mi respectivo lugar.
Él asiente, va hasta su lugar y comienza a manejar dirigiéndose a nuestro destino.
— Kira — le doy una sonrisa a mi amiga — hermosa como siempre — la halago diciéndole la verdad.
— Igual que tu — no puede evitar que se note el tono de ansias y diversión por llegar a nuestro destino.
Ella lleva un vestido de la misma tela que yo, pero en azul turquesa, ceñido al cuerpo con corte sirena, un perfecto moño que deja escapar dos rizos, y un maquillaje esplendido, asi como toda ella.
— Salud por esta noche — digo chocando mi copa de champagne con ella.
— Y por nosotras — agrega.
— Por nosotras — repito y bebo de mi copa.
Cuando llegamos, antes de bajar el chofer nos ofrece nuestro respectivo antifaz, combinan perfectos con nuestros vestuarios ¿Como? No se, lo único que sé es que me encantan.
— Hermosa e irreconocible — me dice Kira.
— Igual que tu — le contesto.
Salimos de la limusina con ayuda del chofer y el flash de las cámaras nos ciegan, pero no lo hacemos notar.
Este es un evento con los altos empresarios de todo el mundo, nosotras venimos como invitadas especiales y también a representar a la empresa que mi padre me dejo como herencia.
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Amor, Mafia Y Venganza ©
Misterio / Suspenso"A veces nada es lo que parece, a veces nos engañamos a nosotros mismos con tal de no ver más allá y encontrar la verdad, quizás por miedo, tal vez por debilidad, pero ¿Que tal si es porque nos hemos mentido tanto a nosotros mismos, que vivimos en u...