Prioridades.
Llegamos a la casa de Christopher, como lo predije anteriormente, bajamos del auto y de golpe me acuerdo que hoy no es viernes, así que mañana tengo que trabajar, ¿Cómo voy a llegar al trabajo?, no lo sé, porque nadie puede vernos llegar juntos, ¿Voy a llegar con la misma ropa?, probablemente, ¿Esto es una total locura?, si, pero ya no hay tiempo para arrepentirse y así lo tuviera no estoy segura de que lo haría.
-- Oye -- lo llamo -- ¿Qué voy a hacer mañana? – pregunto.
-- No lo sé, solo muévete -- dice.
-- No, acaso ¿No has pensado en como llegaré mañana al trabajo? – pregunto.
-- ¿Te preocupa mucho que sepan que follas con tu jefe? – pregunta y hace que me suba la colera con lo que dice.
-- Pues sí, si me importa y no porque me importe lo que opinen de mi o con quien tengo sexo, es porque no quiero ser la típica secretaria de la que su jefe se aprovecha para tener sexo -- digo.
-- ¿Eso no es lo que está pasando? – pregunta en burla.
-- No, eso no está pasando, yo soy la que se aprovecha de ti – le contradigo.
-- Primero que todo, nadie se aprovecha de mi... -- dice, pero yo lo interrumpo.
-- Pues yo ya me estoy aprovechando de ti y si yo quiero no vuelvo a follar contigo y ya -- digo.
-- Entonces, ¿Por qué no lo has hecho? – pregunta.
-- Porque no he querido, pero tranquilo, entonces ya mismo voy a poner todo mi autocontrol y me voy de aquí – digo y me toma de la mano.
-- No te vas, si quieres intentas usar tu autocontrol mañana y hoy vamos a subir – señala su piso y luego vuelve su vista a mis ojos – y te voy a dar como nunca, no sabes cómo me pongo cuando me desafías, nadie había hecho eso conmigo antes.
-- Pues sigue así o busca como hacerlo tu solo, porque yo me voy – me suelto de su agarre, vuelvo al auto y saco mi bolso, tomo mi celular y pido un Uber.
-- Andrea... no te vas – dice y se acerca a mí.
-- Christopher... pues si me voy – digo y me alejo de él.
-- Ok, vete, no te voy a rogar – dice – buscare quien me complazca – se va.
Aja, ¿Soy fácil de olvidar?, no, ¿El será fácil de olvidar?, no, ¿Perdí al mejor compañero sexual que he tenido?, sí, pero la vida sigue y hay más hombres en la tierra.
-- Ok, hasta luego, jefe – digo y subo al Uber que llego rápido.
Doy la dirección de mi apartamento y llamo a mamá, comienza preguntar cómo me ha ido en el trabajo, que, si estoy comiendo bien o no, si me hace falta, que cuando me puede venir a visitar y otras preguntas que hacen las mamás preocupadas por sus hijas que viven lejos.
Ella vive en Italia, pero casi siempre mantiene viajando a acá a New York para visitarme junto a mi padre adoptivo, Jacob, yo soy hija única, a menos que mencione a mi hermano adoptivo, hijo de Jacob llamado Antón, así que soy la consentida.
Llego a mi bello hogar, Kira esta con Nate en la chimenea, la saludo y voy a mi habitación, me siento irritada por no tener mi dosis de sexo, pero que se le hace, primero mi dignidad antes que cualquier otra cosa.
Para pasar el tiempo porque no tengo sueño, me pongo a investigar y en una de esas investigaciones, se me viene a la cabeza el día que me atropellaron en la oficina, y me acuerdo un poco de la cara de ese hombre, salgo corriendo a la sala y si, fue Nate, él era el hombre que iba acompañado de esos guardaespaldas, que casualmente fueron los hombres a los que les tome las fotos en la oficina.
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Amor, Mafia Y Venganza ©
Mystery / Thriller"A veces nada es lo que parece, a veces nos engañamos a nosotros mismos con tal de no ver más allá y encontrar la verdad, quizás por miedo, tal vez por debilidad, pero ¿Que tal si es porque nos hemos mentido tanto a nosotros mismos, que vivimos en u...