Six~

1.6K 65 6
                                    

-Creí que le habías prohibido a los chicos a venir, y por consecuencia tú también tenías prohibido.

Charlotte, la morena de ojos expresivos y sonrisa que contagia había entrado al bar con su mejor amigo de la preparatoria. Ella también se merecía una cátedra para tener buena conducta, sin embargo... Tenía días que no le hablaba, no mucho. Una semana atrás me dejó plantada; le pedí amablemente que me ayudara con un estudio y jamás llegó. Según ella se iba a su casa... aunque esa es otra historia.

-Lottie, hola.
-Hola-me miró perpleja-. ¿Pero, por qué evades mi pregunta?
-Toma asiento, te explicaré luego.

Le hice una seña al chico de la barra, no a mi chico de la barra... A un suplente de Niall. Pedí un par de vasos de agua mineral preparados con sal y limón. Indiqué que los pusieran en el porta-vasos de los dos nuevos visitantes y presté atención a la canción que tocaba aquel grupo.

Cinco chicos cantado. Era hermoso, realmente alucinante. Especialmente el rubio, su voz era resonaba diferente. Era como sí fueran dos personas diferentes.
Unos minutos más pasaron para que terminara la canción, todos aplaudían estruendosamente, en su mayoría eran las chicas que ya se encontraban bajo los efectos del alcohol. Incluso algunas que aún se podían sostener de pie, se acercaban a los chicos, especialmente al de cabello rizado y ojos verdes.
Deje a un lado mi mochila y estuve apunto de ir a felicitar a Niall... Pero alguien se posó entre nosotros, la chica tomó su mano y luego beso su mejilla. La sangre me hervía.

-¿Qué dices?-dijo después de despedirse de la castaña.
-Son increíbles-sonreí. Una sonrisa falsa.
-¿Estás bien?
-Sí.

Caminó junto a mí hasta la barra, se colocó el delantal y posteriormente comenzó a atender la misma. Había más gente; por un momento olvidé que Charlotte y su amigo estaban ahí.

-¿Ya podrás darme una explicación?
-¿Ahora?-miré de reojo a Niall, éste me sonrió y así vez hizo un guiño-. Es que mi primo trabaja aquí, he venido por un libro. Estudia medicina.

Me miró confundida. Estaba por caer cuando volvió a cuestionar:

-Deberías presentar a tu primo-esbozó una sonrisa burlona-. Además, es raro que los chicos de medicina vengan aquí. Y luego que trabajen... aquí.

Sudé frío. Y atrajé la atención de Niall; le hice algunas señas con el afán de que siguiera mi juego, al parecer comprendió el mensaje.

-Primo, ¿podrías prestarme el libro de medicina que me mostraste aquella noche que fui a tu casa?-soné demasiado falsa, en cambio, Niall siguió mi juego.
--se agachó bajo la barra y sacó el enorme libro que me mostró la otra noche.
-Gracias. Ahora, me voy. Hablamos al rato-tragué saliva, luego me despedí de Charlotte y su amigo.

Tomé el libro entre mis manos y actúe natural. Niall me siguió con la mirada y posteriormente salió detrás de mí. Unos metros más adelante, el rubio se ofreció a cargar el libro. Se acercó a un auto y abrió el mismo para colocar el libro. A decir verdad... El auto es hermoso.

-¿Qué fue eso?
-Se supone que no debo estar aquí. Mis amigos tienen prohibido venir aquí, si me ven aquí...-hice una pausa-, entonces yo también habré roto las reglas.
-Puedo pedir que me den un descanso, así te llevo a comer aquí cerca. ¿O tienes algo que hacer?
-No quiero que pierdas el trabajo por mi culpa-me sonroje, sí, me sonroje-. Además en unos momento más iniciara mi clase. Puedes estar tranquilo.

Él. Esbozó una sonrisa fingida y siguió caminando a mi lado hasta la facultad.

-Gracias por seguir mi juego.

Asintió y coloqué un beso en su mejilla. Noté que el calor por sus mejillas subía. Río por lo bajo.

-Al rato te mandó mensaje, bonita. Cuídate.
-Cuídate...

Me detuve al hablar, estuve apunto de decirle "bombón"; entré a la facultad y atravesé más de medio campus para llegar al edificio donde tendría mi siguiente clase. Fui escaleras arriba, sólo un primer conjunto de ellas. Me deslicé sobre la pared del laboratorio D para sentarme en el pasillo.
Saqué mi botella de agua y le dí un sorbo; han pasado varios minutos desde que me senté, he sacado el lunch que mamá puso por la mañana; lo he ingerido.
Miro a mi alrededor en busca de algún entretenimiento, quizás algún amigo que conversara un momento conmigo... Mala idea: he girado el rostro a mano derecha, del laboratorio C ha salido Edward, el simpático pero estresor.

-Sellers-dice el joven mientras camina en mi dirección-. Ayúdame, es rápido.

¡Ja! Eso dicen todos, o mejor dicho... Decimos, te tardas horas dentro haciendo la prueba pero es evidente que eso es ficticio. Siempre tardas más de lo que el aplicador estipula.

-Lo siento, Ed. No quiero ser rata de laboratorio.
-Anda-musita en tono de súplica-, ahora tú puedes ser mi rata de laboratorio, al rato yo seré tu rata.

¿Acaso eso fue una propuesta indecorosa?

-No, otro día con más calma-sonrió de manera inocente, aunque para parecer más inocente inventé una mentira piadosa-. Toda la semana he sido rata de laboratorio de media facultad.
-¿En serio?-sus grandes ojos de abrieron más, sí tan sólo no le detestara y vistiera bien... Apostaría que sin que pidiera ayuda, hubiera entrado a su prueba-. Bueno, está vez te dejaré porque me caes bien.

Da media vuelta y entra nuevamente a su laboratorio. Saco el iPod de la mochila y coloco los auriculares. Sigo mirando a todos lados, y veo salir al amigo de Jane. Ha salido del mismo laboratorio que Edward. Pasa frente a mi y se coloca en cuclillas; puedo admirar de cerca su larga, lacia y bien cuidada cabellera. A decir verdad, el chico me cae bien...

-Pasa a mi prueba. Es de memoria y apuesto a que tardaras poco a comparación de lo que tardaste la otra mañana en la prueba de Jane-sonríe.
-No-escondo el rostro detrás de mis manos-, ya no quiero ser rata de laboratorio. Además, haré sentir mal a Edward.
-¡¿Sí?!
-Me acaba de decir y le dije que no, mejor ven a buscarme cuando sea de otra cosa que no sea memoria. En serio.
-Ok.

Al igual que Edward, se fue derrotado y entro al laboratorio. Seguí mirando a mi alredor, el móvil vibro... Era un mensaje de whatsapp.

"Nuevo mensaje de Niall: tu grupo de amigos está aquí, de hecho la chica que estaba sentada a tu lado hace rato... No deja de hacerme preguntas. Creo que ya está ebria."

Escribo un mensaje rápido, va dirigido a Jane.

"¿Dónde estas? Ya no tengo clase."

En cuanto lo envié, las palomitas se pintaron de azul... Visto. Espere unos momentos, Jane estaba en línea. En cuanto giré el rostro para ver que pasaba a mi alrededor, Jane se desconecto... Ya sabía que lo ocultarían.

--------------
N/a: Gracias por sus lecturas y sus votos /u\ me hacen sentir especial.

Ya saben que en cuanto la novela tengas más de 495 lecturas subo el siguiente capítulo.
Sé que dije que no subiría capítulo los fines... Pero dos de mis mejores amigos insisten 😒 y lograron su cometido. Sientan la indirecta: Fermo y Jess.

H. xx

Barman |N.H.| Terminada (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora