Capítulo 20: Las Riendas del Juego

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Jason

"Tenemos que hablar" decía el mensaje de texto que llegó a mi celular justo cuando comenzaba a quedarme dormido.

Barbara, mi aliada, me había enviado un mensaje de texto a media noche, cuando yo estaba a punto de ir a dormir. La casa entera estaba a oscuras, sólo ella y yo estábamos despiertos a esa hora. Salí de mi cuarto a hurtadillas, no sin antes asomarme por la puerta de Starfire para asegurarme de que estuviera bien.

Besarla había sido la mejor experiencia de mi vida. Fue como si una explosión de felicidad

-Hola Barbie, recibí tu mensaje. Por la hora imagino que quieres hablar de nuestros negocios-Dije mientras entraba a su habitación. Ella rodó los ojos en cuanto me vio, pero me dejó pasar.

-En eso tienes razón. Tenemos que hablar de nuestros "negocios"-Reapondió ella. Parecía malhumorada.

-Uy, ¿y ese tono? Relájate. Pronto te podrás llevar a Dick a otro país y será todo tuyo...

-Ese no es el tema. Comienza a ser evidente que todo es contra Starfire y Dick, ¿no lo crees?-Preguntó Barbara mientras se tronaba los nudillos. Me encogí de hombros.

-¿Tú crees? Para mí todo parece una conveniente coincidencia. Desde el inicio, todo este asunto ha sido coincidencia tras coincidencia. ¿Y por qué no sería todo contra ellos? Él es el líder, el primer Robin. Ella es Embajadora de la Buena Voluntad, una alien, un icono de la juventud y es considerada una de las habitantes de la Tierra más hermosa. Además, esos dos son pareja. Naturalmente son el objetivo más llamativo del equipo. Dañas a uno, dañas al otro-Le dije sacando un cigarrillo de la cajetilla que guardaba en mi cinturón. Lo encendí y di una calada.

-¿Podrías al menos abrir la ventana si vas a fumar aquí adentro por favor?-Dijo Barbara enojada mientras abría la ventana frente a ella y manoteaba intentando alejar el aire. Me reí y fingí que le echaría el humo en la cara.

-Cierto, cierto. Se me olvidaba. Fumar hace daño, ¿no?-Pregunté mientras lanzaba mi ceniza por la ventana, intentando imitar el tono agudo de su voz. Barbara rodó los ojos, pero sonrió.

-Mi opinión sigue siendo la misma; sigues siendo un patán.

-Sabes que en el fondo me quieres. Ahora dime, Babs. ¿Por qué crees que es obvio?

-No lo creo yo. Escuché a Raven y Los otros hablando al respecto. Ellos creen que Slade y Blackfire van específicamente contra Starfire y Dick, e incluso que el problema de Chico Bestia fue publicado específicamente para lastimar la reputación de Dick.

-¿Ahora escuchas conversaciones ajenas? ¿Qué sigue, amiga mía? ¿Secuestrar al presidente?

-Tú tampoco eres un ejemplo de moral, Jason.

-Nunca dije que lo fuera, ¿o sí? Yo he sabido mi lugar desde el principio, yo no pretendo ser un ángel que sólo quiere el bien. Después de todo, todo esto fue mi idea. Sólo que no imaginaba que tú aceptarías sin siquiera considerarlo un minuto, ya sabes, con toda la moral que dices tener, y lo mucho que siempre me juzgaste-Le dije mientras el humo se dispersaba. Barbara frunció el ceño.

-Pues...

-¿Estás teniendo dudas ahora, Babs? ¿Qué sucedió? 

-Starfire vino a verme. Creo que ella sigue perdidamente enamorada de Dick, incluso si no quiere volver a ser una Titán. Lo que significa que no podemos cantar victoria aún.

Me quedé pensando un momento. Yo creía que Starfire estaba enamorada de mí. O que por lo menos estaba progresando con ella. Yo la quería, y estaba seguro de que ella me quería también a mí. Seguro por Richard sólo sentía nostalgia. 

-Bueno, pero tú atrapaste ya a Dick, ¿no? ¿Por qué te preocupas por Starfire entonces? Incluso si ella estuviera loca por él aún, no sería un riesgo para ti.

-¡No lo sé, Jay! Pero no estamos precisamente fuera de riesgo, y de todas maneras, ese no es el único problema que tenemos en estos momentos. De hecho ni siquiera sé si todo esto fue una buena idea. ¿Y si todos nuestros esfuerzos han sido en vano hasta ahora? Creo que...

-¿Qué crees? ¿Eh? ¿Me vas a decir que ya no te sientes cómoda con esto, cuando tú has sido mi aliada desde el principio y parte de todo esto fue tu idea? ¿No crees que estamos muy profundo en esto como para echarnos para atrás? Tú querías que ellos dos se separaran para tener a tu muñeco de vuelta y yo quería verlo sufrir. Entonces creo que ambos obtuvimos lo que queríamos, ¿no?

-Pues, sí, pero, quizá, ahora que lo pienso...creo que llegamos muy lejos, Jason.

Me detuve un momento, y suspiré. La miré, y le di otra calada a mi cigarro.

-Barbara, tú sabías desde el inicio que jugar a ser Slade y Blackfire sería ir muy lejos.

El plan había comenzado el día en que Barbara había invitado a Richard a su graduación y él había dicho que no. Ese mismo día HeroesTV había nombrado a Starfire y Nightwing pareja del momento, y a Nightwing el mejor sucesor para el manto de Batman. Barbara y yo vimos rojo ese mismo día, y fue cuando propuse un trato: hacer algo al respecto, lo que no habíamos hecho nunca. Barbara quería a Dick para ella sola y yo quería que él sufriera. ¿Qué mejor forma de hacerlo que separándolo de quien más amaba en el mundo? 

Y el resto fue sencillo: Barbara era una de las pocas personas que conocía cómo conseguir una de las USBs de Cyborg, y nadie sabía que ella sabía. Ella era básicamente una genio con las computadoras. Videos de prisión falsos, y el conveniente escape de Hermano Sangre y Madame Rouge habían hecho todo más fácil. Ver a Richard desmoronarse poco a poco, quedándose sin esa vida por la que tanto había peleado y por el equipo al que me había negado la entrada me daba satisfacción.

-¿Qué pasa, Barbie? ¿Apenas se te ocurrió pensar en los riesgos?

-No. No es eso. Pero quizá podemos parar. Puedo convencer a Dick de irnos a Londres mucho antes y tú y Starfire pueden ir a correr por un campo de margaritas como siempre dices-Respondió ella mientras se cruzaba de brazos. Me reí, pero después suspiré.

-No aún. Esto no terminará sino hasta que yo sienta que mi venganza está lista. 

-¿Qué tanto más quieres hacer? No quiero que lo lastimes, no de una forma permanente. ¿Y no te has preguntado qué podría pasar si el Slade real o la Blackfire real se enteran de lo que estamos haciendo?

-No, no realmente. Quizá nos den las gracias por ayudarlos, pero me da igual. Blackfire seguramente escapó del planeta Tierra y ni siquiera sabemos si Slade está vivo o no.

-Bueno, como quieras. Pero dime, ¿te pusiste a pensar qué pasaría con la información que liberamos? Cuando decidiste publicar los planos de las balas para matar a Starfire sólo lo hiciste porque sabías que Nightwing las había diseñado y porque sabías que él no le había mencionado nada a ella. Pero no creo que te hayas puesto a pensar en lo que pasaría con Starfire si alguien usaba las balas de verdad. Ella habló de que un tal Johnny Rancid ya la había herido. ¿Te pusiste a pensar que Starfire podría haber muerto "porque estabas dispuesto a obtener tu venganza a toda costa"? 

Sentí escalofríos. Era cierto. Yo había usado esas palabras, yo le había dicho a Barbara que no me importaba lo que pasara mientras yo pudiera obtener mi venganza. En ese entonces Starfire no era más que la novia de mi "hermano". No era más que un peón en mi guerra contra Grayson. Pero ahora, yo no podía aceptar que Starfire sufriera o muriera. No quería que ella sufriera daño. Barbara sonrió cuando se dio cuenta de mi expresión preocupada.

-No lo pensaste, imagino. Pero relájate. Todavía tenemos las riendas del juego. No dejemos que se nos vayan de las manos. Si quieres continuar continúa, pero no quiero que le hagas tanto daño a Dick-Me dijo Barbara mientras se ponía de pie y caminaba hacia la puerta.

-Déjame adivinar. sólo lo suficiente para que tú puedas pegar todos los pedazos de Grayson cuando él venga llorando hasta ti, ¿no? Rélajat. No se nos va a ir de las manos, no a mí al menos. Y quién lo hubiera pensado, tú y yo no somos malos jugando a ser los malos-Finalicé. Barbara me sonrió, algo divertida por mi chiste, y entonces señaló la puerta. Salí de su cuarto guiñándole el ojo, y finalmente me fui a la cama.

Yo tenía las riendas del juego. Y nadie me las iba a quitar.

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