Capítulo 37: Sin Escape

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Barbara

Mis oídos zumbaban con un chillido espantoso. Hacía mucho calor a mi alrededor. Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que había algunos escombros a mi alrededor. 

Me puse de pie en tanto pude, y miré a mi alrededor en busca de Jason, pero no lo vi por ningún lado. Había fuego y escombros en todo el cuarto de evidencia, y mirando hacia arriba me di cuenta de que lo que parecía ser un misil había impactado contra la Torre. Aunque no todo había caído, la estructura comenzaba a colapsar.

-¡Jason! ¡Jason!-Grité mientras me movía entre los escombros. 

-¡Babs! ¡Estoy aquí!-Escuché de vuelta. Miré detrás mío, y vi a Jason caminando hacia mí con los brazos abiertos. Corrí a abrazarlo, sonriendo, intentando no llorar. Me ardían los ojos y mi garganta se sentía seca. 

-¿Y Slade?

-No lo sé, no lo encontré. Ven, vamos, voy a sacarte de aquí-Murmuró él mientras tomaba mi mano y trataba de guiarme hacia el túnel de emergencia que nos llevaría hacia la cochera de los Titanes. Sacudí su mano para obligarlo a soltarme. 

-¡No! No voy a irme de aquí sin ti, y no hemos activado el sistema de autodestrucción de la evidencia. No sabemos si Slade tiene más controles para activar las armas. Tenemos que desactivarlas ya-Exclamé yo mientras señalaba hacia lo que quedaba del sótano. La verdad, ni siquiera podía ubicar el cuarto de evidencia entre el fuego y los escombros, pero teníamos una tarea que hacer aún.

-¡Yo lo haré! Pero tú tienes que salir. La salida está colapsando. No sé cuánto tiempo nos quede antes de que no puedas salir.

-¡Jason! Si tú te quedas yo también. Y sabes que no hay nada que puedas hacer para detenerme. Empezamos esto juntos y lo terminaremos juntos-Respondí. Me sacudí el polvo y los escombros de encima, y comencé a moverme entre las llamas para poder buscar el botón que necesitaba. 

-Carajo....¡de acuerdo!-Gritó Jason, y me siguió el paso.

Todo era confuso conforme caminábamos. Vigas, escombros, cristales...algunas cosas caían conforme avanzábamos y teníamos que encontrar una ruta nueva. No era una zona demasiado grande, pero el fuego y los escombros habían creado un laberinto imposible de cruzar. Claramente, los inquilinos no deseados de los Titanes habían desmantelado el sistema de irrigación en caso de incendios. Y para entonces, ellos seguro ya creían que habíamos muerto.

-¡Babs! ¡Creo que es por aquí!-Gritó Jason de pronto mientras escalaba una pequeña pila de escombros. Lo seguí, con la esperanza de finalmente desactivar la evidencia y poder salir de aquí con mi vida para pedir perdón.

Pero de las llamas, con apenas pequeños rasguños, salió Slade, con una malévola sonrisa en el rostro.

-Si creen que los voy a dejar arruinar el final de los Titanes, ustedes están muy, muy, muy equivocados. Es hora de acabar con esos infelices de una vez por todas-Murmuró Slade con una sonrisa asquerosa.

Y entonces, una nueva pelea comenzó.

Oficialmente íbamos contra el tiempo. Los escombros continuaban cayendo, y si no nos encargábamos de una buena vez de Slade, entonces todo estaría perdido para nosotros. Slade estaba algo debilitado por la explosión, pero no tanto como nosotros. Jason y yo no teníamos armaduras del calibre de la de Slade, por lo tanto estábamos en peor forma. 

-La ironía los persigue. Jugaron con fuego, y pronto ustedes serán reducidos a cenizas junto con esta estúpida torre y los patéticos mocosos que la habitaban. ¿Creen que les daré la satisfacción de redimirse?-Preguntó Slade mientras me golpeaba en la mandíbula. 

Teen Titans: ExpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora