—No creo que sea buena idea que estés junto a ellos, no te convienen — escucho nuevamente esa voz que desde hace días escuchaba en su mente.—¿Cómo podrías saberlo? — se encontraba sentado en la cama de su habitación, ni sus amigos ni su abuelo sabían acerca de lo que le estaba sucediendo — no me conoces y no los conoces como para decir esas mentiras — Iruma sabía que sus amigos nunca le harían daño, por muy traviesos que fueran, estaba completamente seguro que estar con ellos no le traería problemas.
—Aún no puedes ver sus verdaderas intenciones, por ello piensas que son buenos contigo, pero cuando menos lo esperes te traicionaran y te dejaran solo — el solo mencionar que se quedaría solo le hizo sentir emociones negativas, pues sabía que sus padres lo habían abandonado cuando él apenas era un niño de 2 años y no quería que eso pasara ahora.
—No — dijo apenas en un susurro — eso no es verdad, ellos no lo harían — con aquellas palabras en mente logro dejar de escuchar a esa persona o cosa. Estaba asustado por aquellas palabras, eso no era cierto y de eso estaba seguro.
Clara y Lied eran las personas que él más quería aparte de su abuelo y de Opera, no tenía más amigos y por ahora no los necesitaba, él solo quería a los que tenía cerca, con ello bastaba.
Dos semanas después de ese suceso las cosas parecían mejor, al menos eso es lo que Iruma pensaba pues de un momento a otro dejo de escuchar aquella voz en su mente, se dijo que eso era lo mejor que podría pasarle.
Camino por las calles de la ciudad para poder encontrarse con sus amigos en la plaza comercial pues habían quedado con ir al cine los tres juntos, en su camino pudo ver diferentes tiendas en las cuales vendían diferentes tipos de postres y comida que aún no se había animado a probar, se detuvo por unos momentos pensando si era conveniente comer antes de ir a encontrarse con sus amigos o esperar a estar con ellos.
Sin pensarlo dos veces se decidió por la primera opción, ya que era mejor ir con el estómago lleno a ir con el estómago vacío, entro a una de las diferentes pastelerías que estaban en aquel camino y se deslumbro por la cantidad de postres de colores que encontró, así como también diferentes galletas y pasteles.
—¿Cuál debería probar primero? — se preguntó entusiasmado pues el olor que desprendían dichos postres le estaba encantando de sobremanera que pudo sentir como su boca comenzaba a salivar.
—Le recomiendo este — le dijo un joven pelirosa — este tiene un sabor exquisito — sus ojos color rosa estaban puestos en aquella persona de cabello azul.
Iruma no sabía de donde había salido aquel chico, aquella piel blanca y hermosos ojos rosas lo deslumbraron tanto que por un momento se quedó sin habla, asimilando lo que acababa de pasar y tratando de armar palabras y frases en su cabeza sin éxito alguno.
— Eh — apenas dijo en su simple susurro. Su cuerpo no le respondía como quería y menos su cerebro.
En la cabeza de Iruma pasaban muchas cosas y al mismo tiempo nada, quería poder responderle, pero por alguna razón que no conocía se le estaba dificultando. Aquel desconocido de pelo rosa se acercó un poco más a él y pudo sentir como su cuerpo se erizaba ¿Por qué lo hacía? Necesitaba irse de ese lugar cuanto antes, sus postres podrían esperar unos días más, pero ahora la urgencia de salir de aquel lugar era más grande que su apetito, que por cierto ya se había perdido.
—No tengas miedo, no te hare daño — y con aquella voz en su cabeza sintió como su cuerpo perdía fuerzas y sus ojos se cerraban poco a poco.
—Eres tú — pensó antes de quedar en la inconciencia.
El pelirosa solo sonrió antes de tomar el cuerpo de Iruma y salir del lugar.
Cada día que pasa, crece mi anhelo, por encontrarte y no dejar de verte.
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Lo Que Oculta La Noche | IruAzz || EDITANDO
FanfictionIruma tenia una vida tranquila y relajada hasta que aquella noche lo escucho por primera vez. Iruma no tenía ni idea que aquel ser convertiría su vida en una montaña rusa de emociones. -¿Estas seguro de ello? - una voz le preguntó. -Sólo es mi imagi...