A la mañana siguiente Iruma se levantó más que cansado ya que no podía dejar de pensar en lo que en la noche paso, no podía olvidar aquella voz que él estaba seguro escuchó. Se quedó durante un rato sentado en la orilla de su cama hasta que minutos después escucho que tocaron a su puerta.—Iruma — dijo Opera después de abrir la puerta y asomar parte de su cabeza, como si comprobara que el pelia-zul estaba despierto, una vez lo vio despierto entro por completo a la habitación — tu abuelo te está esperando para desayunar — a lo que Iruma solo asintió con la cabeza.
—¿Dormiste bien? — escucho que le susurraron en la oreja.
Como si la desvelada no fuera poco, ahora resulta que comienza a escuchar cosas otra vez, con temor volteo la cabeza para encontrarse con nada. Su mente no comprendía lo que le estaba pasando, él estaba seguro que escucho una voz susurrándole en la oreja ¿Entonces por qué no había nadie en el lugar? ¿Se estaría volviendo loco? No, eso lo dudaba.
—Solo son imaginaciones mías — se dijo una y otra vez, como si esas palabras fueran suficientes para autoconvencerse de que no pasaba nada malo a su alrededor.
—¿Enserio lo crees? Te imagine más inteligente Iruma — nuevamente alguien susurro cerca de su oreja, Iruma sintió como todo su cuerpo se erizaba al escuchar esas palabras.
Con temor volvió a voltear para encontrarse con la nada ¿En verdad no se estaba volviendo loco? ¿Tal vez esquizofrénico? ¿Necesitaba ir con un psicólogo? En ese momento sus pensamientos eran un total caos que sin pensarlo dos veces salió de su habitación lo más rápido que sus piernas le permitieron.
Cuando llego al comedor pudo ver a Opera y a su abuelo tomando el desayuno, por lo que se permitió relajarse en ese momento, se acercó hasta la mesa para después sentarse en su lugar correspondiente.
El desayuno siguió como si nada, agradecía que así fuera ya que no sabría cómo explicarle a su abuelo e incluso a Opera lo que en ese momento le estaba pasando, no quería que ninguno de ellos pensara que tenía problemas o que le molestaban en la escuela porque no era así.
Sin embargo, tenía miedo de volver a su habituación, no sabía si esa cosa o lo que fuera que le haya estado hablando seguía ahí, pero necesitaba darse un baño y tomar sus cosas para poder irse a la escuela. Después de lo que para él fue una eternidad tomo el pomo de la puerta y la abrió lentamente encontrándose con nada.
—No hay nadie — se dijo así mismo. No digas nada, no digas nada se repitió una y otra vez, como si aquella cosa que le habla pudiera leer la mente.
Después de algunos minutos se tranquilizó, ya que no escucho nada que pudiera perturbar su tranquilidad, probablemente solo eran imaginaciones suyas y con eso se iba a quedar.
Una hora había pasado y ahora él se encontraba en la universidad, cuando llego sus amigos más cercanos lo recibieron gustoso y por amigos se refiere a las dos únicas personas con las que tiene una gran relación amistosa, Clara y Lied.
A Clara la conoció cuando entro por primera vez a la secundaria, estaba tan llena de energía que nadie se acercaba a ella, sin embargo, a los ojos de Iruma eran las personas más adorables que pudo conocer, en cambio a Lied lo conoció dos años después cuando fue transferido, después de tratar con él por algunos días supo que era un chico amante de los juegos, algunas veces juega con él y Clara, pero siempre terminan perdiendo ante él.
Mis emociones me confunden, es muy frustrante, espero que me veas y así poder amarte.
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Lo Que Oculta La Noche | IruAzz || EDITANDO
FanfictionIruma tenia una vida tranquila y relajada hasta que aquella noche lo escucho por primera vez. Iruma no tenía ni idea que aquel ser convertiría su vida en una montaña rusa de emociones. -¿Estas seguro de ello? - una voz le preguntó. -Sólo es mi imagi...