Capítulo 23

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Sullivan no recuerda exactamente cómo ocurrieron las cosas en un pasado, no recuerda en que momento dejo de vivir en el inframundo para hacerse cargo de un bebé humano recién nacido. Sullivan no recuerda nada de eso, pero definitivamente sabe que no se arrepiente pues fue lo mejor que le pudo pasar en toda su larga vida.

El tener al bebé en sus brazos fue una de las experiencias más bellas que jamás pudo experimentar y cuenta con aquellos recuerdos tan vividos y frescos, ya que el sentimiento de aquella ocasión es algo que se dijo así mismo nunca olvidar.

El pequeño peli-azul era una masa de babas y risas, aquellos ojitos tal azules y redondos le miraron por primera vez para después comenzar a soltar risas que a oídos de Sullivan eran una melodía tan hermosa que esperaba nunca dejar de escuchar. Recordar el momento en el cual lo escucho reír por primera vez el pequeño bebé únicamente contaba con un par de dientitos que lo hacían ver la criatura más bella del mundo y esa, esa era una de las mejores experiencias que pudo haber tenido.

Opera su fiel acompañante estuvo a su lado siempre, cuidando del bebé en todo momento, notando lo frágil que podía ser el infante, dándole todo el amor que un demonio en ese momento podía dar, para ambos fue una experiencia nueva, nunca en sus vidas hubieran imaginado el estar cuidando de un bebé humano que poco después descubrieron que era del anterior rey demonio que en su momento desapareció del inframundo y nadie supo nada de él.

—Iruma — Sullivan menciono con voz suave, con un brillo en sus ojos, llevo uno de sus dedos a la mejilla del pequeño para después acariciarla de manera lenta. El pequeño únicamente solo un par de balbuceos para después tomar el dedo de Sullivan y comenzar a jugar con el.

—Es un nombre tan bonito — había mencionado Opera después de algunos minutos de ver al mayor jugar con el menor.

—Estoy seguro que Delkira deseaba que le llamáramos de esa forma — con un pequeño destello de tristeza se movió del lugar en el cual se encontraba parado para después tomar camino a un sofá que se encontraba en aquella oficina.

Realmente no se arrepentía se irse del inframundo para cuidar del único hijo que Delkira pudo tener en toda su larga vida, de lo único que se arrepentía era de no haberse ido con él para cuidarlo como debía ser, por ello al enterarse que desapareció en el mundo humano sin dejar rastro lo atormento durante muchas noches en las cuales no pudo conciliar el sueño, la culpa lo atormentaba cada noche que dejó de dormir para poder enfrascarse en el cuidado del menor.

—Nunca se supo cómo desapareció — aquellas palabras las escucho Opera sintiendo la tristeza en ellas, lo sabía perfectamente, Sullivan y Delkira eran amigos desde que eran pequeños y el perderlo de esa forma sabía que le había afectado más de lo que dejaba ver.

—Pero algo del amo Delkira vive en el pequeño Iruma — menciono el pelirrojo acercándose más al otro.

—Si — y aquello era verdad pues en aquel pequeño ser, se podía notar en un mínimo el destello de magia del anterior rey demonio. Lo único que pudo hacer en ese momento fue realizar un hechizo para poder sellarlo y que el pequeño pudiera crecer como un humano normal como los demás.

Lo Que Oculta La Noche | IruAzz || EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora